31 enero 2021

ABRAZO



Como esa cortina que guarda celosa

tu intimidad y la mía

de miradas extrañas,

como esos dos párpados de tela

que se cierran y nos guarecen

de todo lo ajeno, así tus brazos

cuando me estrechan

y el mundo se empequeñece

ante nuestra unicidad.

Cuando tu geometría se expande

y se cierra sobre mis hombros

me sé vértice del universo,

porque más allá de tus lindes

solo habita el frío y la nada.

30 enero 2021

ESCÓNDEME EN TUS BRAZOS



Escóndeme en tus brazos

mientras pasa la pandemia

como viento huracanado

que nos acosa. ¿Lo oyes?

¿No escuchas el galope alocado,

sin riendas ni destino?

 

Tiemblo, como la tierra en Granada,

con estertores repetitivos

y enloquecidos, como animal

que se sacude los parásitos

con grandes sacudidas.

 

Estréchame contra tu pecho,

si acaso llega el virus

a lomos de una ráfaga;

quiero echarme de antemano

los brazos que me acunen

y la boca que me transfunda

los últimos resuellos.

29 enero 2021

EL SILENCIO

 

Dime, poeta, ¿qué mutismo de piedra te silencia?

¿Qué estática pose de ese mirar sin ver

hacia un infinito eternizado e impreciso,

anclado, quizás, en los anaqueles celestes?

Las “aguedillas” de hogaño vienen a traerte moras,

pero tú no les dispensas ni tan siquiera una sonrisa,

ni un solo gesto alegre o adusto con el que corresponder.

Guardas silencio profundo, impertérrito,

pero aquel burrito de algodón y ojos de azabache,

que ni siquiera llevaba armazón de huesos,

con el que me enseñaste a corretear los campos

en mi tierna infancia, aquel peluche mimoso

que en nada se parecía al de la cuadra del abuelo,

me dejó esta mirada enternecida y emocionada

con la que hoy vengo a saludarte y agradecerte

que me enseñaras a ver de forma tan amorosa,

tan jovial, tierna y divertida.

Murió el hombre, tras pasear su exilio de la vida,

pero permaneció el poeta y sigue siendo presente

en los estantes de las bibliotecas y en las manos de sus lectores

cuando renuevan la vida vocalizando en sucesivas lecturas

el perfume de sus versos y su intimista e inequívoca mirada.

 


28 enero 2021

RECORDATORIO

 


 

A María del Pilar Ferrari Díaz

 

Río calmo,

remecido entre meandros

por la anchurosa dehesa de La Puebla,

si acaso la ves,

si se asoma por entre la maleza

y en tus aguas se enciende su rostro,

como también a veces

baja a bañarse la luna llena,

dile a Afrodita que la sigo aguardando

a este otro lado de la pandemia.

 

27 enero 2021

LA JORNADA



Primero fue el amarillo,

en su fulgor se derramó la alegría

y se desencadenó la risa

como se expande la luz extrema

tratando de ocupar el espacio vacío.

 

Se iluminaron los caminos,

se abrió el horizonte

y una brisa de esperanza

se arracimó traspasando los montes;

se arrellanó en el valle,

cruzó los ríos y se ocultó a la vista.

 

Después perdió esplendor

y se fue apocando

hasta quedarse anaranjado,

luego demacrado, después opaco

y acabó en noche desangelada.

 

Se envolvió en el manto pardo de las sombras,

se ovilló sobre sí mismo

y llegó a perder la consciencia

y la noción del tiempo.

Hasta que de repente cantó el gallo

y renació el amarillo y con el

toda la paleta de colores.

26 enero 2021

CAMINOS PARALELOS

 

Fotografía de Antonio Jesús Rueda Pérez

 

Los movíamos en el mismo paisaje

y sincronizados en el tiempo.

El mar era nuestra compañía

y la banda sonora de

nuestras vidas en desencuentro.

Habíamos dejado de discutir,

pero nos seguíamos con la mirada

como se vigila el rescoldo

para que no prenda de nuevo la llama.

Yo por el rebalaje; tú por el maderamen,

por esa pasarela de creación reciente

donde ni la arena es testigo de los pasos dados;

a pesar del murmullo del mar,

podía oír los gemidos de tus pisadas menudas

poniendo distancia entre ambos;

yo caminando entre la arena y la espuma,

observando los pequeños reflujos

y esperanzado en que como el agua del mar

volvieras a jugar a ese vaivén conmigo.

Caía la tarde. El sol poniente ya era caricia,

rigor cesante que anunciaba el ocaso;

te seguía con la mirada, pero tu caminar decidido

resultó poco esperanzador:

ni una mirada de soslayo, ningún gesto

hasta desaparecer sin un asomo de confluencia.

 

25 enero 2021

UNA SONRISA

 


 

Una sonrisa en cascada,

una concatenación de júbilo,

una alegría jovial y desbordante

como rebosa de blanco

el naranjo en primavera;

esa promesa fértil

en una boca encendida y fresca.

No entonaba bien,

pero era un festival,

una opereta trabucada

de escenas imposibles.

Todo era ocasión de sonrisa,

de primavera entallada a sus pocos años

y a la plenitud de una hermosura

que ni sabe ni puede pensar en silencio.

Era un festival,

una algarabía henchida de gestos

a los que anillarme prensilmente.

En su cintura de sarmiento se adivinaba

la fecundidad que dormía la espera;

en su tacto el ritmo de la impaciencia

y la conjunción que nos hilvanaba a futuro.

Era inocencia hechizada e indómita,

la brisa fresca de la ternura,

el torbellino de su mano en mi mano.

24 enero 2021

VEO ÁRBOLES DESNUDOS


Veo árboles desnudos,  

con sus brazos ateridos, suplicantes,

retorcidos, desamparados, que

elevando una plegaria a los cielos

duermen la espera interminable

de una primavera que todavía es promesa.

 

Veo deambular personas

arropadas en harapos, silentes,

arracimados en su desamparo, que

haciendo por no ser vistos

envuelven sus necesidades en la promesa

de una dignidad que les ha sido escamoteada.

 

Veo el desolador invierno de esta pandemia

haciendo estragos entre “los nadies”,

entre esas ramas desnudas y retorcidas

que la sociedad soterra sin una brizna de sabia,

sin otra aspiración que sobrevivir al hoy

para seguir esperando respuesta

al suplicado pan nuestro de cada día.

 

Veo lo que no todos vemos, pero existe.

23 enero 2021

NO ESTRISTEZA

Fotografía de Escolástico Martín, "Tico"


 No. No es tristeza,

es nostalgia lastrada en el paladar;

es el eco musical de esas olas

que corretean al alba

cuando la mar y la playa son desierto infinito

y viven el mordiente inquieto

de una nueva jornada en ciernes.

Allá, en lo remoto,

una luz tamizada que quiere ser día,

pero que aún no ha sintonizado

con la invasión radiante

que todo lo deslumbra.

Por mi ventana se ha instalado una nube

que ciega mi entendimiento

y quizás vaya lastrada

de una aciaga herida que le arruga el alma.

Entorno los ojos y veo el brillo nácar

del agua que retrocede en el rebalaje,

que juega a ese leve ir y venir musical

de nata montada

con el que se columpia mi memoria.

No, No es tristeza,

es un estar ausente en un paraíso lejano.

 

22 enero 2021

NOCHE EN BLANCO


Eolo es un ladrido en la noche,

un perro sin vagabundo que nos alarma

y nos invita a permanecer en duermevela,

un pellizco en el alma que intimida,

que aturde, que inquieta y atormenta,

una música que despierta los miedos

y nos eriza la piel de pánico.

Es música que no arrulla, que aúlla,

Que desvela, que inquieta, que agita.

En la partitura del viento

las calamidades son un cliché velado

que llega a toda prisa en el desamparo

y se cuela por todos los resquicios y fisuras,

flauta de sumisión silente y expectante.

Se ralentiza la madrugada y se dilatan los relojes,

todo se hace blando y quebradizo

en medio de la obertura sin fin del abandono,

en el colofón insomne de una noche en blanco.

21 enero 2021

CONTANDO ESTRELLAS


Me he puesto a contar estrellas

mientras tomaba el sol

y la Alameda era un hervidero

de veladores a medio gas,

casi desolados;

algunos paseaban sus perros

y otros paseaban su soledad

por el brillante sol de tanta oscuridad.

No había niños. La escuela se disputa

el pastoreo de los pequeños,

salvo a las horas vespertinas del paseo.

Este sol de invierno es una estufa eficaz

que me convoca y conforta,

que desentumece las articulaciones

y hace germinar los verbos

en el barbecho del medio día.

¡He perdido la cuenta…!  Ya no sé

el número de estrellas que había contado,

aunque intuyo que tengo tarea acumulada.

Me gustaría salir a contabilizarlas de noche,

pero quizás he vuelto a la infancia

y me obligan a recluirme al caer la tarde.

Me pregunto si ellas me echarán de menos

como yo a ellas…

¡He perdido la cuenta, vuelvo a contar de nuevo!

 

20 enero 2021

CONFINAMIENTO

https://www.youtube.com/results?search_query=maria+marquez+torres


Hace frío. Tengo mucho frío.

Me siento encarcelado

y sin una visión clara de cuanto acontece,

hasta dudo si estaré o no contagiado.

A mis limitaciones físicas,

las restricciones impuestas por ley,

el confinamiento perimetral,

el existencial y emocional.

El frío me atenaza, me limita

y condiciona mis pensamientos.

Me refugio en la música:

Chopin es un antídoto para la apatía

y puerta de entrada a uno mismo,

a la evasión en la que me refugio.

Mi prima no interpreta al genial polaco,

lo recrea, lo vivifica; así es María Márquez Torres:

un lujo para los sentidos.

Me dejo mecer por sus olas acústicas,

por la pasión sutil en cada arpegio;

en la calidez de cada nota

está el tacto primoroso de Euterpe

y la delicadeza suma de sus manos de virgen.

Sigo teniendo frío,

pero sin saber cómo me he liberado

del corsé de las paredes

y recorro campos en flor a la luz de la luna:

Nocturno número dos.

Me arracimo en mí mismo

buscando el rescoldo en un ritmo más vivo;

entonces acude en mi auxilio

la trepidante melodía de La Campanella, de Liszt,

donde María hace un derroche de virtuosismo.

Sin poder explicar cómo voy entrando en calor

y hasta me siento liberado

del jubón institucional y profiláctico.

19 enero 2021

FINGIMIENTO


¿Acaso sabes por qué

la luna no sonríe nunca?

¿Te atreverías a afirmar

por qué tiene cara de contrariedad

si importar en qué fase se encuentre?

 

Si recibieras las mismas confidencias,

si conocieras la desolación

de tanta alma en pena

que no encuentra consuelo,

la melancolía  y el desgarro

de tantos sueños tronchados

en interminables noches de insomnio…

 

No. No es que tenga dos caras,

es que está cansada de fingir

y padecer por los graves pesares ajenos,

y por los propios.

18 enero 2021

LA MIRADA DEL POETA


En mis horas vacías

se fue modelando un trovador

que se acomodó a mis fragilidades

con impulsos desconocidos

y hasta ha llegado a someterme y soportarme.

Se afanó en entonar cánticos y endechas,

─entre las estridencias─

y un hilo de luz descosía sus sombras.

Adondequiera que mira

destella la belleza y armonía

de todo lo creado,

la faz oculta de todo desencanto.

Así, dice: en la pobreza de espíritu

es más escaso el pan que en la miseria económica,

en el deshonor y en la mentira

es donde el hombre se animaliza,

en la sencillez y humildad

el retrato fiel de nuestro ser limitado

y sediento de aspiraciones.

Todo el panorama ante él es atractivo y bello,

todo le gusta;

pues para él, hasta lo abyecto

tiene una lección a la que aplicarse

para esquivarla y denunciar su deriva.

 

17 enero 2021

ADJETIVOS


Sobre el campo de trigo,

lo baladí, lo inapreciable,

manchas de color púrpura

como incendio sin llamas,

como fogata de los sentidos

que oculta lo fundamental

y eleva a primer plano lo superfluo.

 

En medio del cereal,

de la esperanza de pan en los días futuros,

una floración improductiva,

un alarde cromático

que no ha de llenar el granero

y sí lo más vanidoso del sentido de la vista.

 

Mas no solo de pan vive el hombre,

pues saciada el hambre,

también ha de alimentar

las percepciones sensitivas,

nutrir sus sensibilidades

y extasiarse con la belleza estética;

de algún modo, las amapolas     

son como adjetivos en medio de la mies.

16 enero 2021

EL NACIMIENTO DE VENUS

 


Fue cierto día inolvidable,

una fecha guardada en los anales del tiempo

y escrita sobre planchas  de nácar

con la tinta ecurridiza de un calamar.

 

Surgió de la espuma salada

y venía acomodada en una gigantesca concha,

de la que fue evanesciendo

como se elevan las salmodias a los cielos

o espiral que desdobla sus miembros,

apoyados sobre la ingravidez

y como si de una aparición se tratase,

fueron vaharadas de humo

del más perfumado incienso.

 

Vestía de espuma, transparencias y sal;

jamás había visto algo similar,

ni siquiera en la buhardilla de mi imaginación;

la tomé de la mano con incierto temblor

que no correspondía a la duda,

le pregunté su gracia

y me respondió en gramática ininteligible

algo así como Afrodita.

 

Su nombre se me hizo angostura en mi párvula boca

y convine en llamarla Venus,

como la diosa que, hoy arrinconada,

en otro tiempo

presidía el espigón central de Marbella:

hice de ella mi diosa

porque había sido engendrada por la espuma

y había llegado de las profundidades marinas.

 

Y esta historia es tan verdad

que los tercos incrédulos pensarán que es mentira.

 

15 enero 2021

COMO EMPAPA LA LLUVIA

 


Como empapa la lluvia caladera,

así me fue impregnando quedamente,

con gran sutileza;

con la suavidad extrema y lubricada

de una diosa anticipada en sueños,

memoria de epopeyas fantásticas.

Menuda, ajustada a la concavidad de mis manos,

como guante sedoso hecho a medida,

como pronombre que todo lo precede,

preside y todo lo trasciende,

como imperativo que se proclama a viva voz

convenciendo de su conveniencia;

como imperdible que penetra y fija,

que enlaza y aúna hasta la desmemoria;

como lupa que deslumbra y aturde

los sentidos hasta el destello;

sin otra visión que la cerrazón obstinada,

sin otro horizonte

que ese monosílabo en el que te condensas.

 

 

14 enero 2021

PERTENENCIA


Me miro en tu semblante,

en la nobleza de tu frente sosegada,

en tus ojos de miel;

no puedo ver tu boca,

pero la tengo memorizada

y me sabe a besos;

tampoco puedo ver tu nariz

a causa de la mascarilla impuesta,

pero mi portentosa memoria

te tiene escaneada

hasta lo minucioso.

Me mezo en el oleaje gris de tu pelo

y sus destellos,

antes castaño oscuro,

y me complazco

en ser por siempre tu pertenencia.