30 junio 2020

CUANDO NACIÓ EL AMOR




Cuando nació el amor
ya era primavera
y había nevado copioso sobre el naranjo
y el limonero.
El ciruelo y el durazno
también se habían vestido de fiestas
y los cerezos eran asimismo dura competencia;
pero el almendro había perdido
su capa de armiño
y pasaba casi desapercibido.

La primavera, como el amor,
vino para subvertirlo todo,
para agitarlo y sembrar de aromas
todas las pituitarias de la tierra.

Cuando nació el amor
vino a tomar plaza de naturaleza
la alegría,
y también con ella la nostalgia.
Y es que la felicidad, tan celosa de sí,
es como perseguir la luz del sol
cuando se derrama por el poniente
y se oculta en el manto oscuro de la noche,
para nacer con más bríos al día siguiente.

29 junio 2020

ANSIAS




Ansias; deseo irrefrenable
de no separarme nunca de ti,
de ser tu brisa, tu sombra alargada,
el aspersor de tu felicidad,
que es la mía;
la lluvia que fertilice tu vientre
y nos perpetúe en el camino
de lo venidero.

Quiero hacer noche en tus labios,
emborronar tu carmín
y no morir de esta sed que me abrasa;
enroscar tu nombre en el mío
y hacernos interdependientes absolutos,
como zarzas de los caminos
apretujadas a las hilaturas de los vestidos.

Ansias; salir de esta noche interminable,
de esta vigilia de frágil contención
que mortifica nuestros cuerpos
y nos encadena a la derrota.

Dame de la luz de tus ojos,
del brillo con que iluminas tus entornos.
Dame el abrazo en el que espero dormir
para ser nuevo acero
y blandir mi espada para defender
lo nuestro.
Dame tu presencia
y tu sonrisa celeste y afirmativa.

Ansias. Dame. Dame. Dame…

28 junio 2020

EN TU CAUCE

Fotografía de María del Pilar Ferrari Díaz



En tu cauce, Guadalquivir,
los suspiros moros de Cazorla,
el embrujo de Córdoba
y la airosa sevillanía;
el encumbramiento serrano de Mágina,
la severa sapiencia de los califas
y los reflejos áuricos de la torre del Oro.

En el espejo de tus aguas
el vértigo de la aguja del Alamillo,
la gallarda peineta de la Barqueta,
el Cachorro en plena Expiración,
el señorío de los aros de Triana
y el garbo de san Telmo
que, sin más Remedios,
es puente y es Delicias…

Y por la Puebla, la arboleda
se inclina reverenciosamente,
y sollozo en silencio entre arrozales.

27 junio 2020

TIEMPO DE SILENCIO




A Francisco Rodríguez Sánchez

En el embarcadero, el olor a brea
es un mal aliño con el óxido,
las entrañas de pescado no recicladas
y la infinita espera pronunciando
tercamente los retrasos.

Mala mar. Mala espera. La mar
atrasa los relojes o los paraliza
y deja a descubierto la inutilidad
de medir tozudamente el tiempo.

Todo es silencio. Solo arrecia el viento.
Tan solo algún sollozo
pone una nota discordante
en el gélido ambiente. Incertidumbre.
Muchas dudas y la taciturna mirada
del patrón echándole el pulso
a la adversidad de la marejada.

Tiempo de silencio, de larga espera,
de dudas, de necesidad perentoria
de un pan salobre y ácimo.

26 junio 2020

CAE LA TARDE





Cae la tarde. De repente, un retoño,
una brizna de esperanza,
una percha de la que colgar
los nuevos anhelos
y verlos crecer
subiéndose por las pareces
de la búsqueda como las yedras.

Una palabra rompe el silencio
y se hace armonía en su propio eco;
y se acoda, y se acomoda
en los oídos que escuchan
y en los aires ciegos,
mientras el aire se esponja de esperanza.

Cae la tarde, cruza el aire un vencejo
vistiendo de acrobacias
la monotonía de este atardecer caluroso
donde sólo pasan las horas,
junto a caminantes anónimos
que solo aportan silencio recóndito.

Retomo el libro, regreso a la lectura
y un silabeo fónico
se hace música en mis labios.

25 junio 2020

MALOS TRATOS




Su cara un campo malva,
una alineación de lavanda
con tornasoles violáceos.
Mes y medio, tan solo mes y medio
de relación y un fuerte dolor en las costillas
que le dificultan la respiración
y el habla.
El ojo izquierdo está fuera de peligro,
aunque el derramen no se irá en una semana;
también esa incisión contusa
que va del ojo a la barbilla izquierda,
como quien señala una linde.
El debe ser diestro, a juzgar por la contundencia
en su maltrecha mejilla.
No he visto otras partes de su cuerpo,
por aquello de la profilaxis del pudor
y que estábamos en la vía pública.
Veinticinco años. Miedo a denunciarle.
El prolijo parte médico es minucioso
como un estudio anatómico global,
pero ella se muerde la lengua
y no pronuncia su nombre:
el miedo al futuro es más contundente
que los golpes recibidos, e incluso
que el casi ahogamiento posterior en la bañera.

24 junio 2020

LLEGÓ EL VERANO




Ha llegado ardoroso,
en todo su ser y contundencia,
como lava ardiente e inconfundible
o lengua de fuego,
como resorte de un reloj orgánico
que viene impulsado
por una mano jerárquica e implacable
que no pasa por alto los tiempos
ni tampoco sus consecuencias.

Nos quejamos sorprendidos,
como víctimas novatas que no han asimilado
lo vivido y la historia que nos precede.

Llegó el verano repitiendo modales,
desnudando los cuerpos,
acentuando la herida
y cauterizando las cicatrices de antaño
y el azogue al que nos somete.
Pero este año, además,
nos toca hacer de los turistas que no vienen
y sin quitarnos las mascarillas en el chiringuito.

23 junio 2020

EL PEOR ENEMIGO




No es extranjero nuestro peor enemigo,
no viene de fuera
como un tsunami invasivo,
ni siquiera de los arrabales
sino de la médula
de nuestro alocado corazón,
cuando se desboca
y al todo empuja hacia la periferia
del bien.

Cuando llega, se instala en su verdad absoluta,
se entroniza sin veladura de armas
en ocupar lo indiviso como célula
vital y única
del absoluto existir y el medrar.

Y ya, revestido de entorchados y cetros,
se corona en la cúspide de la exclusividad
y, en el desprecio de mirar hacia abajo,
se olvida de analizarse a sí mismo
y apreciar el vacío creado
en el que se aísla y se desnaturaliza
en su endiosada soledad.

22 junio 2020

TIEMPOS VERBALES




Los hombres conocen el pasado,
pero lo olvidan ignorando que
todo se repite una y otra vez
como coda infinita.
Dios conoce el futuro,
pero se ha limitado a prometer
la  gozosa eternidad, sin entrar
en los pormenores.
Los hombres viven el presente,
pero se olvidan de las promesas divinas
y de cotejar su hoy
con el ayer transmitido o vivido.

Así es la desorientación
en la que nos desenvolvemos,
como si no hubiera habido
un ayer,
ni tampoco un mañana
al que aspirar:
ofuscados o ciegos.

21 junio 2020

PODRÍA HABER SIDO




Podría haber sido maestro
o tal vez un buen artesano,
pero se bajaba del andamio
con la ilusión de emular a Charlie Parker
y descansaba de su agotadora jornada
haciendo escalas y melodías
con su viejo y mal dorado saxo.

Los domingos y festivos
tocaba con una orquestina
por las salas de baile con gran éxito.

La clientela siempre manda y los pasodobles
se ensartaban unos a los siguientes como cerezas;
aunque, de vez en cuando
le sacaba brillo al metal
y parecía improvisar una música ininteligible
que para el respetable era de tugurios
o de aquel cine en blanco y negro
de aquella oscura España.

Junto a los pasodobles, coplas, boleros
y algún que otro fox lento para enamorados;
pero él seguía soñando en jazz
para poder volver el lunes al andamio.

20 junio 2020

VIVIR EN PLENITUD




Para vivir en plenitud
hay que embarcarse en todos los aventuras,
en cada una de las oportunidades
del nuevo amanecer
y en los sueños de todas las vigilias;
sin remilgos, sin dudas que lo ralentizan,
sin resistencia alguna;
poniendo proa hacia la línea del horizonte
y dejándonos sorprender por la cumbre o la sima.

La vida es evolución, es sorpresa
y es encuentro;
a veces con viento favorable y otras en contra
o en medio de un temporal.

Mantenerse entre los algodones de la seguridad
es como hibernar, taparse la cabeza
para no ver el pedrisco que se acerca,
no afrontar las penurias
en todo su gozo y sus excesos.

Para vivir en plenitud
hay que zarpar de este instante zafio
y gozar con aquello que nos caiga
en desgracia o en suerte.

19 junio 2020

A MODO DE FÁBULA




Hablan los libros y los documentales
de la fiereza y robustez del león,
de la terquedad de una mula
y de su pariente el asno;
también son muy explícitas
las manifestaciones que detallan
la sapiencia de la serpiente,
la astucia del zorro,
la mirada calculadora y fría del lobo,
la paciencia uncida del buey,
la nobleza del caballo
o la fidelidad del perro;
pero si de verdad quieres apreciar
todas estas virtudes y defectos
redoblados, e incluso de forma exponencial,
analiza con rectitud al hombre,
ese que ha proyectado
sobre el resto de lo creado
sus propias fobias y filias
y nos la envuelve a modo de fábula.

18 junio 2020

CANSADO DE RUTAS MARCADAS




Cansado de seguir las rutas marcadas,
los itinerarios señalados por otros
y las indicaciones marginales
de los mapas de carreteras
y las relamidas guías turísticas,
se apartó de convencionalismos al uso
y se puso a bogar por las alturas
hasta que los cirros lo cegaron
a mi visión; desde entonces,
miro su desdibujada estela con cierta envidia
y con total y reverente admiración.
Desde entonces, en los días claros,
miro a las estrellas y me parece
reconocer su escaso y tintineante brillo.

17 junio 2020

LA PLAYA




Es posible que no pueda este año
pisar la playa,
pero nadie arrancará de mí la mar que amo
ni su música memorizada,
tanto en la tempestad como en la calma.

Allá al fondo, donde los barcos son
frágiles siluetas, se dibuja el horizonte
con el trazo inequívoco
que separa los cielos de las aguas:
una lucha de celeste y azules
siempre igual, siempre distinta.

En la cercanía, un crestería de espuma
sobrenadando las aguas
como livianas plumas de gansos
que se desplaza para acabar varadas
sobre la arena como efímeros encajes nacarados.

Este año la playa será tan solo un sueño:
cuerpos de bronce, distancias violentadas.
Y acudiré una y otra vez
a la reserva fecunda de mi mente,
donde la mar es música salada.

16 junio 2020

AÚLLA EL VIENTO




Aúlla el viento como un perro callejero
y en el recodo de una esquina cualquiera,
un cuerpo sin nombre entre cartones
dormitando y cuidando su ajuar,
posiblemente sueña.

Aúlla el viento y el perro en silencio
olfatea, velando los sueños
de quien entre cartones duerme
y vela.

No es la estampa del arrabal
de una ciudad cualquiera,
es el centro histórico de la ciudad
que a pleno día el cicerone
enseñorea.

Aúlla el viento, dormita un hombre
sobre sus escasa pertenencias,
mientras el perro muy sigiloso
alerta otea.

15 junio 2020

POEMA INCOMPLETO




Falso como una fotografía
que congela el tiempo en un instante
y, transcurrido éste,
se torna sepia aquel sueño
con la torre Eiffel de fondo;
un trampantojo de la realidad,
una disociación entre lo vivido
y lo soñado.

En la topografía de nuestras vidas,
una página marchita,
una pompa de jabón
irisada y efímera
jugueteando con la inocencia.

14 junio 2020

QUIROMANCIA




Un día bien lejano
me leyeron las manos
y me desvelaron un yo
que todavía no se había
manifestado.

De repente, sin sospecharlo,
un surco genuino en mis palmas
como jeroglífico hablando
en profundo silencio,
un destino vital que dormía
en oscuro anonimato.

Ninguna pista previa;
tampoco antecedentes familiares
ni remotas sospechas.
Me sentía alberca sin trapo
ni contenido,
un verdear de incontinencia
que ni en sueños se había manifestado.

Aquel augurio
─sin subida a Delfos─
fue vela al viento,
un cabotaje de inicio
y luego los siete mares,
como ese navegar por las rayas
de mis manos.

13 junio 2020

LO SINGULAR




Una multitud, una sucesión
inmensa de sumandos
que por empeño no suman,
un galleo de individualidades
que se piensan genuinos,
únicos en su especie
o con singularidades
con las que elevarse sobre los demás:
una voz, un rostro, un ademán exclusivo…

Y por debajo de lo aparente,
el sedimento que nos unifica
en la rebotica.
Para los biólogos,
nuestro tirabuzón de ADN
es similar al del cerdo
o al de la mosca del vinagre:
lo singular en el microscopio
no deja de ser ridículo.

12 junio 2020

VIVIR ES ESTE EXCESO




Vivir es este exceso
en el que nos movemos,
disfrutamos, nos contrariamos o penamos,
la pluralidad donde se desplaza el yo.

Y así, entre dimensiones disparatadas
de luz u oscuridad, de lluvias y sequías,
de muchedumbres en las que sentir
la soledad,
vamos errantes entre el regocijo
y la queja.

Vivir es este exceso
entre el sueño y la vigilia,
entre el hambre y la saciedad,
entre el tú y el yo,
a veces sin encontrarnos.

11 junio 2020

EL ABUELO




En la Alameda, con paso corto
y apoyado en su andador,
camina torpemente por entre el gentío.

Todo en su entorno es bullicio:
un padre enseña a su pequeña a montar en bici,
media docena de niños
se disputan un balón poniendo en ello el alma,
dos jóvenes se besan como si el sol
hubiese dejado de alumbrar;
en los veladores se trasiega alcohol
con el ansia de un velero que ha de hacerse a la mar;
muchos caminan sus prisas de un lugar a otro
y muy pocos pasean…

El abuelo ha logrado un espacio en una esquina de un banco
y suspira satisfecho por su logro.
Al poco, hace memoria de la fugacidad de la vida
y cómo era cierto que los árboles y los postes
circulan en dirección contraria a la marcha del tren
y a mucha más velocidad.

Los vientos de las prisas se llevaron sus retos aplazados,
los caminos no desbrozados
por la urgencia inaplazable de lo cotidiano:
esa primavera en París
donde no llegó a llevar a su difunta esposa,
el miedo sempiterno que no le permitió
un simple desmán o un derroche
administrativamente no justificado,
una locura, una imprudencia…

Prudencia, cordura, miedos que ahora
van subidos en los postes viajeros,
esos que corren paralelos a la vía,
en dirección contraria,
por la fatídica velocidad del tiempo.