30 noviembre 2011

A VUELO DE PÁJARO


¿Te has preguntado alguna vez, lector amigo, de dónde le viene al hombre las ansias de volar? ¿Y no te has preguntado nunca cómo ven desde las alturas los pájaros? No soy de aquellas personas que lo pasan mal en los aviones,  pero tampoco de los que disfrutan cuando me ha tocado atravesar por entre turbulencias y se remueve uno en el asiento. Recuerdo uno de mis primeros vuelos, Madrid-Fuenterrabía, en un cuatrimotor Fokker, donde el vértigo se hizo protagonista del itinerario y en lugar de disfrutarlo lo padecí y de qué manera.


El lunes pasado subí al Metrosol-Parasol, rebautizado por el pueblo sevillano Las Setas, y comprendí un poco mejor el por qué de esta cuestión que me planteo. Iba magníficamente acompañado por Tomás y Encarni, mis hermanos de Marbella, y como sucede tan frecuentemente, los lugareños vemos las cosas de la ciudad cuando nos vemos forzados a mostrárselas a los visitantes. Por cierto, y perdonen el inciso, no se pierdan la exposición temporal de Gonzalo Bilbao en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.


Resulta que estas setas tan criticadas durante su ejecutoria han plantado un camino en las alturas que nos hace ver algo más que los tejados y las espadañas de la ciudad, y que pone ésta a nuestros pies, sin que haya obstáculos que perturben la visión hasta donde alcanza nuestra vista. Me había presentado allí sin cámara fotográfica, pero mis amigos Antonio Reina e Isidoro Jara, fantásticos fotógrafos, me tienen surtidos de todas las fotografías que uno pueda imaginar, y de ellos son las que aquí comparto con mis lectores. No les he pedido permiso, pero les conozco bien y sé cómo respiran.


Según se pasea, sin ningún sentido de peligro, se contemplan todos los puntos cardinales en derredor y se puede tratar de identificar la inmensidad de torres que se espigan por entre los tejados y las azoteas. Ninguna, claro está, comparable a la Giralda en esbeltez, majestad y señorío, pero todas ellas muy dignas de admiración y belleza. En los puntos más señeros, un cartel con una reproducción litográfica nos señala el nombre de cada edificio que se destaca desde las alturas, sobre los que fui corroborando mis aciertos y mis dudas.


Parece que todavía queda algún resto por pagar de esta obra económicamente faraónica, pero, en su vuelo, ha venido a satisfacer ese ansia tan humana, si no de volar, sí de otearlo todo desde las alturas.


29 noviembre 2011

HERMANOS DE VOLUNTAD

Debería empezar pidiendo perdón a  todas aquellas personas cuyos blogs sigo por este distanciamiento de los últimos días. Algunos se estarán preguntando cómo es posible que me haya distanciado sin dar explicación alguna o puede que un portazo sin aspavientos. Pero todo tiene una explicación. El pasado viernes vino mi hermano [amigo] Tomás -quien tiene su domicilio habitual en Marbella-, acompañado de su esposa, con la intención de pasar el fin de semana con nosotros en Sevilla. Hemos logrado que prolongaran la estancia y aún así, el reloj no tiene suficientes horas para departir, ni tiempo alguno para emplear en el ordenador. Conociendo previamente su llegada, me preparé y programé varias entradas en mi blog que han ido goteando a la hora prevista como si nada estuviera sucediendo, pero he faltado en la sala de lectura y comentarios.


Nos conocimos en los medios profesionales allá por los primeros 80 y poco después éramos una familia. Nuestras esposas, sus hijos y los míos sintieron el mismo atractivo inexplicable de amistad que las enciclopedias no saben razonar. La amistad es una relación interpersonal muy común y que la mayoría de las personas alcanzan a conocer en la vida, aunque no es siempre de la misma hondura. Los tipos de amistad son casi infinitos y no creo que merezca la pena entrar en el detalle de lo que todos a estas alturas ya hemos experimentado. Nosotros hemos decidido sin ni siquiera pronunciarlo ser hermanos no genéticos, sino por voluntad callada de las partes. Y curiosamente hemos sido seguidos por todos los nuestros.

Para que la amistad surja no hace falta esperar un cierto plazo, sino que bien surge de forma espontánea o va llegando a lo largo del tiempo, tampoco es preciso someterse a ningún tipo de pruebas, aunque sí para que ésta se afiance y vinculen las partes para toda la vida. En la fiesta es ocasión propicia para que germine la amistad, pero en las festividades suele haber poco calado y la amistad se marchita a las primeras de cambio o palidece con la primera sequía. Es en la prueba, en el dolor, en el sufrimiento cuando la amistad se hace fuerte y duradera. Tomás y yo, su familia y la mía, hemos vivido muchos momentos muy divertidos y gozosos, pero también otra suerte de acontecimientos en las que siempre hemos encontrado el hombro ajeno sobre el que apoyarnos. Precisamente esa es la razón por la que sin que corra por nuestros vasos la misma sangre, por voluntad propia, somos hermanos de voluntad. He faltado a vuestra cita los últimos días, pero no he estado perdido, sino encontrado en los brazos de mi otra familia.

28 noviembre 2011

DEFINICIONES


·         La experiencia es la suma de muchos errores y algunos aciertos.

·         Una falsedad, por mucho que se repita, nunca llega a ser verdad, aunque algunos se empeñan en ello.

·         La hipocresía es una mentira que se viste con ropajes de verdad.

·         Pesimista es quien vive el fracaso cuando aún está proyectando.

·         La probabilidad es una verdad que depende de un sorteo.

·         El pudor es el tisú con el que se cubre el alma.

·         La tristeza viene a ser algo así como una alacena vacía.

·         La arquitectura es el arte de nidificar de los humanos.

·         El valor es la superación del miedo.

·         La esperanza es el plus de nuestro porvenir.

·         Las cosas son seres con el ánima desintonizada.

·         Las personas que jamás se manifiestan son descendientes de la timidez, la soberbia y el orgullo.

·         El verdadero dolor no es corporal, sino psíquico.

·         La infelicidad es el vacío que deja la felicidad en su ausencia.

·         La fantasía, como los sueños, nos acerca a los ideales.

·         El mediocre vive a mitad de camino entre el virtuoso y el inútil.

·         La paciencia es la mortificación del ímpetu.

·         Optimismo y Pesimismo viven en un chalé adosado: uno mira al oriente y otro al occidente.

·         El tonto es un pensador en paro; el listo un pluriempleado.

·         Los hechos históricos no se repiten, pero no dejan de imitarse a sí mismos constantemente.

·         La erosión, en su parsimonia y constancia, tiene vocación de infinitud.

·         La sabiduría tiende a la humildad y la ignorancia a la soberbia.

·         La vida es un cúmulo de sueños y fracasos; la felicidad es la resultante de saldo positivo.

·         En las cenizas duerme el abrazo devorador del fuego al tronco.

·         No busques fuera; dentro de ti está la bifurcación que lleva al bien o al mal.

27 noviembre 2011

EL PAYASO QUE NO SABÍA REIR


Nadie ha sabido explicar el por qué. Lo cierto es que era un payaso que no sabía reír y que nunca jamás había reído. Había nacido en el circo, donde su padre había sido lanzador de cuchillos y su madre la partenaire, además de taquillera y otras suplencias que resolvía con mucha soltura. En el circo es necesario ser polivalente y no basta con una única destreza, por eso sus padres le obligaron desde pequeñito a ejercitarse para algo más que limpiar la jaula de las fieras mientras éstas estaban en la pista. La vida errante le proporcionaba paisajes distintos continuamente, pero la estrechez del coche caravana era siempre la misma, como también la fotografía familiar donde el abuelo y uno de sus hermanos aparecían vestidos de payaso. Había oído las mismas gracias desde bien pequeño y no les parecían chistosas. Lo probaron como funambulista, pero fueron tantas las caídas que lo dejaron por imposible y no se atrevieron a probar en el trapecio. Su padre lo sometía cada mañana a una rigurosa tabla de gimnasia, pero la elasticidad de sus músculos no daba el perfil adecuado para el cajón secreto del mago ni para integrarse en el grupo de los contorsionistas. Le pusieron a manejar las mazas y estaba más tiempo agachado recogiendo que haciendo malabares. Un día, durante la segunda sesión, cuando se afanaba en extender una alfombra en la pista para la actuación de los payasos, dio un traspié y el consiguiente costalazo en el suelo. El público enfervorecido prorrumpió en carcajada, pensando que se trataba de parte del número, pero él seguía teniendo su cara de palo y maldita la gracia que le veía a aquella situación absurda. Ya estaban los payasos en la pista con sus gritos y sus músicas y el público hilarante aplaudió a rabiar cuando el inepto circense volvió a tropezar de nuevo con una esquina de la alfombra antes de retirarse. Sus padres le miraban entre bastidores con suma alegría ante el gran descubrimiento: desde entonces, ya no tuvo que barrer nunca más la jaula de las fieras, si bien sí que ayudaba al montaje y desmontaje de las lonas y las gradas en cada desplazamiento, sino que entró a formar parte de los payasos, haciendo de mudo, siendo él quien se llevaba los golpes y las mofas de sus dos compañeros. Desde entonces, su rostro formaba parte de los carteles anunciadores y era el principal atractivo del número, pero él seguía sin encontrarle la gracia y sin soltar una leve sonrisa. 

26 noviembre 2011

BAYONA / BAIONA


Recientemente, mi amiga Katy, viajera profesional, ha hablado en su blog de A Coruña con tal profusión de imágenes y datos que me ha hecho desistir de hablar de esta ciudad en mi periplo gallego; así que hoy doy por finalizado éste con la visita a Baiona, un pueblo turístico de 12.000 habitantes que en verano quintuplica su población. Está situado en la parte meridional del área metropolitana de Vigo, por tanto ofrece al pasajero unas bellas vistas sobre las islas Cies.




Históricamente destaca por haber sido el punto de arribada, el 1 de marzo de 1493, de Martín Alonso Pinzón, a bordo de La Pinta, a su regreso de las Indias. Con ello se convierte Baiona en el primer lugar de toda Europa que tuvo noticia del descubrimiento de una nueva tierra. Como consecuencia de ello, cada primer fin de semana de marzo, se celebra en Baiona una fiesta medieval conocida como La Arribada.




Cuando arribó La Pinta a Baiona tuvo necesidad de ser reparada, se aprovisionaron de agua y víveres y luego emprendieron rumbo a Palos. También es de señalar que los primeros indios americanos que pisaron tierra española lo hicieron en Baiona, así como el primero en morir a este lado del Atlántico, siendo enterrado en la playa de los Frailes. Con motivo del Quinto Centenario de la Arribada, se construyó una réplica de La Pinta que hoy está fondeada en sus aguas y que es visitable.


En él se encuentra el Castillo de Monterreal, una fortaleza no habitada,  donde existiera un castro prerrománico. Dentro del castillo nos encontramos con el Parador Nacional Conde de Gondomar. La entrada al reciento del castillo está limitada por el simbólico precio de un Euro, salvo para los huéspedes parador, pero merece la pena el paseo por la parte superior de su atalaya, desde donde se circunda el mar y unas panorámicas bellísimas sobre éste, las Cies y el propio pueblo.


25 noviembre 2011

EL HOMBRE QUE VENDIÓ SUS ZAPATOS

Nunca imaginó que él pudiera llegar a esos extremos. Había nacido en una familia de clase media alta y recibió una formación adecuada a su estatus y condición. Aunque no demasiado diligente sí fue un provechoso estudiante. Ahora que ni tenía zapatos, recordaba el olor característico del internado y la disciplina a la que estuvo sometido durante su infancia y pubertad. Su familia nunca había querido saber mucho de él o así lo creía. Cuando renunció a los estudios universitarios, sus padres le volvieron la espalda y no quisieron ni siquiera oír otras propuestas que él pretendía para su vida. Pensó en matar al padre y sentía lástima de la hiel helada de su madre, incapaz de imponerse en defensa de su hijo a la arbitrariedad de su esposo.


Se marchó de casa y entró en mil aventuras, no todas limpias, que le encumbraron económicamente con gran rapidez. Me contaba con deleite el día que se presentó en casa de sus padres con un buga muy superior al paterno. No buscaba nada, pues sabía que nada encontraría; lo hizo por el regusto de ver el gesto de su padre cuando le viera bajar de su deportivo. Ni siquiera una mirada de reconocimiento. “Mi padre, -me dijo- no me ha perdonado nunca que no estudiara y siguiera sus pasos en su bufete”.  Las veleidades de la fortuna le habían llevado a la calle víctima de un consumo que le había helado las venas hasta a vivir de la misericordia. Dice haberse resistido a los comedores sociales porque, aun habiendo tocado fondo, en sus genes se hacía resistente un destello de orgullo que seguía sin ser hollado.

Cuando le conocí, tenía más de persona digna que de vida. Ya no podía ni siquiera andar. Había vendido sus zapatos. “Creyó que me engañaba, -me dijo- pero el listo fui yo, que le vendí lo que no me servía y a cambio me calenté las tripas con un cartón de tinto que me supo a gloria. Lo más triste, -continuó- no es no tener un techo donde cobijarte, que te roben cada día tus escasas pertenencias, que te abrase el sol y te moje la lluvia o tener la piel de intemperie, no tener horario de comida ni nada que llevarte a la boca, sino que siendo no seas, que no signifiques nada para los que se cruzan contigo y miren para otro lado para no verte”.

24 noviembre 2011

EN EL FILO


En el filo de la vigilia,
en la mancha oscura,
amorfa y desdentada
donde se adereza el caos
y el cansancio
no encuentra acomodo;
en la noche extensa,
el calor y el frío
inhóspito, desangelado:
el pan que no alimenta
y el agua que no sacia.
En la noche infinita,
piélago anárquico,
el sueño monta guardia
y se hace centinela ciego
de las opacas tinieblas;
el alma suda dudas
y la duda se hace firmeza,
el frío, sin acomodo,
suda temblores
y se agita de pasmo.
En el filo de la vigilia,
miedo a perderte.

23 noviembre 2011

LOS SONIDOS DEL SILENCIO



Desconecto del vocerío
en el silencio buscado;
la vida se apaga en sus estruendos
y al momento surgen en mi cabeza
como una cascada de murmullos
que dormitando me aguardaban
silentes, acechantes en busca
de una oportunidad
con la que revelarse revestidos de severidad.
Estamos contaminados
de sonidos ajenos,
manejados por el diapasón
de una orquesta que no sabe nada
de nuestros sonidos profundos
sin oportunidad de emerger.
De repente, una cascada;
voces que atronan mi descanso
como liberadas de un ánfora
que aguardaba el desencantamiento.
Allí estoy yo,
pero no me reconozco
en la extraña melodía de arpegios
chirriantes y desaforados;
es tal la ingesta acústica externa
que hasta mi propio tono de voz
es un carraspeo gutural hostil.
No me reconozco.
¿Quién eres tú que mi paz turbas?
¿Tal vez un cíclope dormilón
que hiberna en mi subconsciente?
No, no me reconozco
en los sonidos del silencio.

22 noviembre 2011

AHORMÁNDONOS


La vida nos ha ido modelando
el uno al otro, ahormándonos
como el recodo al río,
como la niebla repta sobre las retamas;
nos ha ido fundiendo
en vasos nuevos
con el reciclado de lo que éramos:
tú poco y yo nada,
proyectos y esperanzas,
locuras de chiquillos que hemos dejado de serlo.
¡Qué difícil es habitar
lejos del calor de tu cuerpo,
del resoplo de aire compartido,
de tu mirada receptiva y amorosa;
me nutro del agua tibia de tu mirada,
de la sacarosa de tus labios,
del mimo buscado de tus manos,
de la sonrisa con la que me apruebas,
de la generosidad con la que despilfarras
esa lluvia, a veces silente,
con la que me bañas!
Treinta y nueve años de matrimonio,
con sus días y sus noches:
fugacidad,
frente a la eternidad que nos aguarda.

21 noviembre 2011

UNA POMPA DE JABÓN


Era menuda y frágil, pero sus ojos irradiaban un encanto especial como no es fácil encontrarlo. Toda ella desprendía como una luz átona; era un fenómeno extraño, pues en su sonrisa había algo contagioso y distinto a todo lo conocido, una especie de embrujo envolvente que atraía con una fuerza inusitada. Quedé absorto ante tanta belleza y hasta perdí la noción temporal y espacial; no sé si transcurrieron horas o segundos, lo cierto es que me quedé preso en su mirada de miel y no puede seguir mi camino. No sabría describir cómo iba vestida, ya que sólo sobrepasé las lindes de su boca hasta su cuello. Juraría que era una virgen que el Omnipotente me había puesto a mi paso. Desorientado, debí pisar mal y di de bruces en el suelo; el paraguas por un lado, el portafolios por otro; la tapa del móvil se había desprendido de su alojamiento con el golpe y las llaves hicieron un son de acompañamiento al calabazazo que di contra la acera en la zona occipital izquierda. No llegué a perder el conocimiento pero estuve aturdido durante no sé cuánto tiempo. Ella se había echado al suelo y me había recostado en su regazo, al tiempo que taponaba la herida con su pañuelo. Sus manos eran tibias y sus cuidos eran ágiles caricias. Cuando abrí los ojos me recibió con una sonrisa blanca entre dinteles y jambas sonrosadas. Me mandó silencio con su dedo índice sobre mis labios y desde entonces tengo su tacto como no sabe apresarlo un primer beso. De inmediato, el bullicio de una sirena vociferante; al punto me atendían los diligentes sanitarios del 061. Ella se había evaporado como estalla sutilmente una pompa de jabón. Desde entonces vive en el rescoldo de mi memoria y mis ojos no dejan de buscarla entre la muchedumbre.

20 noviembre 2011

MONTE DE SANTA TECLA

Después de haber visitado Valença do Miño, cruzamos de nuevo e puente y regresamos a Galicia. Ahora no lo apreciamos, pero la integración de ambos países en Europa derribaron la fronteras y con ello el engorro de los guardiñas, el pasaporte y el cambio de moneda. La subida al monte es escarpada y serpenteante. En esos momentos piensa uno en la seguridad del autocar y en la pericia del conductor dibujando cada una de sus curvas. Antes de coronar, restos arqueológicos que descubren asentamientos humanos de tiempos pretéritos, un asentamiento celta, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931. Arriba del todo nos aguardaba unas vistas impresionantes sobre La Guardia y la desembocadura del Miño. Había pleamar y el agua salada hacía regresar al río hacia sus orígenes.


Cuenta la leyenda que Tecla era hija de familia rica y estaba prometida en matrimonio a Tamiris. Corría el año 48 de nuestra era cuando escuchó predicar a san Pablo y quedó extasiada, por lo que decidió seguirle en su peregrinar. Su prometido denunció a san Pablo por hechicero y éste fue enviado a la cárcel; entonces Tecla vendió sus joyas para conseguir su liberación y se unió a predicar con él. Llegado el momento se lanza Tecla sola a la predicación, por lo que es perseguida y martirizada: lanzada a un foso de reptiles fue respetada por estos; atada entre dos bueyes, para ser despedazada, los bueyes perdieron sus fuerzas; la colocaron en una pira para quemarla viva, pero el fuego se apagó. Viendo lo sucedido, la dejaron en libertad y continuó su labor evangélica y vivió hasta muy mayor como anacoreta dedicada a la oración. En cierta ocasión que unos soldados entraron a la cueva para ultrajarla, esta se derrumbó dejando fuera sólo un brazo que se conserva como reliquia.


Es patrona de este monte porque en el siglo XV, durante una fuerte sequía de años, a una pastorcilla que estaba en el monte con su rebaño rezando, se le apareció santa Tecla y ésta le pidió que hiciera llover. Al día siguiente se puso a llover con insistencia. Cuando la niña contó lo sucedido, decidieron los lugareños subir cada año al monte, el 23 de septiembre, y hacer el voto de la santa, como recuerdo de ese milagro.

19 noviembre 2011

VALENÇA DO MIÑO

Valença do Miño o Fortaleza, es esa visita casi forzada a la que le empuja a uno viajar por Galicia. En otro tiempo frente de discordia, vino a configurarse como ciudad comercio, menos interesante a partir de la unificación europea de la moneda. Valeça es un fortín amurallado para las hostilidades del pasado con su vecina Tuy, una fortaleza con forma de corona real de apenas 2 km de largo, en cuyo recinto se aloja un pueblo que hoy es como un único comercio, fundamentalmente de textil, donde abundan las falsificaciones de marcas, amén de algunas zapaterías y sobre todo tiendas de metales como el cobre, el bronce y la plata. Esta fortificación data del siglo XII, que cuenta con cuatro puertas de acceso, si bien el asentamiento poblacional no surge hasta el XVIII, cuando los enfrentamientos fronterizos dejaron su virulencia.


Al margen del comercio, el cual no llegó a interesarme,  es muy llamativa y bien conservada la muralla en el otero que domina sobre el río Miño, dos capillas y tres iglesias. A destacar, la Capela do Bom Jesus, barroca con influencias neoclásica, la escultura de San Teotónio, primer santo portugués, y la iglesia de San Esteban. Al margen de eso, un café excelente y un viño verde con suculenta tapa de bacalao que estaba delicioso.




Como curiosidad, entre los recuerdos que ofrece el comercio de toallas y lencería, las reproducciones del Gallo de  Barcelos.  Cuenta la leyenda de un peregrino gallego que salía de Barcelos (Braga) camino de Santiago de Compostela, y que fue acusado de robo a un terrateniente, siendo condenado a morir en la horca. Antes de la ejecución, cuando fue preguntado por su última voluntad, pidió ser llevado de nuevo ante el juez. Cuando estuvo en su presencia éste se encontraba comiendo un un gallo asado. Entonces dijo el peregrino: “como prueba de mi inocencia, el gallo que su señoría come habrá de levantarse y se ponerse a cantar”. El juez lo interpretó como un recurso desesperado del reo e ignoró las palabras que había dicho. Sin embargo, en el preciso momento en que estaba siendo ahorcado, el gallo se levantó del plato y cantó. El juez, al darse cuenta de su error, echó a correr hacia el patíbulo y descubrió que el gallego se había salvado gracias a un nudo mal hecho. Como acción de gracias, el peregrino volvió años más tarde para esculpir el crucero del Señor del Gallo que ahora se encuentra en el Museo Arqueológico de Barcelos.

18 noviembre 2011

LEY DE DEPENDENCIA

Que vivimos tiempos muy duros no creo que sea necesario explicarlo con muchos detalles, pero sí advertir que estamos en el comienzo de una realidad todavía más severa. En el mercadeo de este tiempo de campaña electoral, cuando las promesas son la moneda con la que comprar voluntades y con ella el color de la papeleta, Mariano Rajoy declara que “Mi prioridad son las pensiones. A partir de ahí, habrá que recortar en todo. La dependencia no es viable”.


Mal está la cosa de la economía para que los gobiernos de Grecia e Italia hayan sido puestos por el dinero y no por las urnas; mal está la cosa de la economía cuando, sintiéndose ganador, Rajoy comienza a prepararnos para una vuelta de tuerca todavía mucho más dura. Ya son muchas las familias que no reciben prestación por desempleo y, haciéndose el paro cada vez más crónico, quienes aún lo cobran acabarán por no recibirla, lo que significa que cada familia, cada persona es un drama que no resiste el lejano aplazamiento de la recuperación económica.

En mi parquedad de ideas, imagino la hacienda pública similar a la economía del hogar, donde hay que quitar de un sitio para poner en otro, donde las averías se imponen con su premura a otros gastos corrientes que admiten aplazamiento y los zapatos de los niños, dado su crecimiento, a los que también necesita su madre. Por todo ello, tiene razón Rajoy cuando afirma que habrá que recortar en todo y lo comprendo, si bien, me pregunto, ¿siempre de los más débiles?

Conozco muy de cerca bastantes familias que malviven con las migajas de la Ley de Dependencia, familias que no podrán entender una bajada o estabilidad de los impuestos ni la inutilidad de tanto clientelismo político para que haya que seguir manteniendo instituciones como el Senado o las Diputaciones. Comprendo que el futuro presidente tiene una tarea ante sí nada fácil: menores ingresos por la bajada de actividad productiva y mayores gastos para atender las muchas necesidades de los más necesitados. Pero yo no puedo hacer otra cosa que abogar, no por los que no tienen para acabar el mes, sino por los que no tienen para empezarlo.

17 noviembre 2011

COMENTARIOS-3


Los sentimientos son los que dan sentido a nuestra vida y convierten la monotonía en acontecimiento.

No es lo que hacemos, sino lo que somos. Hay muchas personas doctas en hacer e inútiles en el ser.

La música es la brisa suave que acaricia el alma.

Los sueños son la luz para el camino de la vida.

Cuando se nos desnuda el alma, sentimos una profunda indefensión.

Soñamos cuando dormimos y proyectamos en la vigilia, ambos son el combustible para el mañana: sin ilusiones no hay esperanza y nos entregamos a la muerte en vida.

La capacidad de perdonar nos acerca a Dios.

La satisfacción que dan los bienes materiales no llega a colmar en plenitud, sino que deja el ansia hacia un escalón superior, siempre de avaricia.

La unanimidad es tan imposible como el infinito.

Empieza por ti si es que quieres llegar al otro.

Si nos miramos la punta de la nariz, nuestra vida será chata; necesitamos mirar al horizonte para poder eternizarnos.

16 noviembre 2011

ESCUELA DE OTOÑO EN IMÁGENES


El lema de Cáritas para de este año ha sido: “No es lo que hacemos…   es lo que somos”. Y la metodología se articula en base a tres ponencias, cuyo contenido se desgrana a posteriori en grupos de trabajo que más tarde expondrán sus conclusiones en una puesta en común.
Acto de apertura de la Escuela






Los participantes sentados en forma de asamblea.
















Yo me encuentro al otro lado del objetivo, así que no aparezco.







La Dra. en Teología Moral y Master en Bioética por la Universidad de Comillas, Marta López Alonso pronuncia la primera ponencia con el título de: Raíces y razones cristianas para el voluntariado, donde hemos aprendido el valor del cuidado, la atención y la preocupación por el otro. En la parábola del buen samaritano, Jesús nos dice: ¡Ve tú y haz lo mismo! En sus argumentos encontramos los voluntarios refuerzos de fe para nuestro hacer y fortaleza en la motivación.

Marta López Alonso
La Secretaria General de Cáritas Regional de Andalucía y profesora de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, Auxiliadora González Portillo, se ocupó del tema: “El voluntariado en la sociedad, el voluntariado en su comunidad, el voluntariado en el equipo”. En su ponencia, no sólo intelectual, sino de persona comprometida y dedicada a la acción caritativa, nos habló de la dimensión desde lo cercano a lo general. Un camino de proximidad, entrega compartida y encuentro.

Auxiliadora González Portillo
A la hora de exponer el trabajo grupal, tras los talleres, el acto estuvo amenizado, y de qué forma tan divertida, por el cantautor Migueli.

Migueli
La tercera de las ponencias estuvo desarrolla por Oscar Ayerra, maestro, pedagogo y voluntario de Cáritas Madrid. Oscar desarrolló el tema: “Cuídate voluntario”. Y como animador sociocultural que también lo es, tuvo una disertación muy amena, cuajada de anécdotas y ejemplificada con una serie de historias hilarantes.

Oscar Ayerra
 Posiblemente algunos pensaríamos algo similar a Pedro cuando Jesús se transfiguro delante de tres de sus discípulos en el Monte Tabor: ¡qué bien se está aquí! Pero ahora es el momento de cargar en el macuto las enseñanzas recibidas y ponerlas por obra con todo el ánimo.