30 octubre 2015

DEL MAR A LA ORILLA



“Quien a vosotros recibe, a mí me recibe.
(Mt 10, 40)

Tiende tu mano; echa el copo de tu garra,
fájate en la orilla sin hacer prejuicios
y dando lo mejor que sale de ti mismo.
Observa, examina los gestos de espanto,
contempla cómo esa masa de miedo
sabe distinguir el Amor de la guerra.

Vienen del otro lado de la vida,
del filo de la navaja y la espoleta,
de unos intereses oscuros, sembrados;
de allá donde las casas saltan por los aires
y voltean miembros humanos
con la onda expansiva esparciendo muerte.

No. No tienen enemigos. Son ellos;
son ellos mismos que han sido inoculados
con la división en la que encaramarse
en el odio por intereses de terceros.

Eran parientes; vivían en paz,
─entendiendo por tal, equilibrio inestable─
pero es muy osado un asentamiento
sobre un manantial de oro negro
que provoca babeo en las fauces de los lobos.

Son más morenos, más cetrinos,
pero sus ojos claman compasión
y como todas las aves heridas
buscan el consuelo del bálsamo:
arráncales las espinas de la piel y cobíjalos.
Hazlo por ti mismo, para que la muerte
sea absorbida en la victoria:
“fraternidad, antídoto ante la indiferencia”.

28 octubre 2015

AL DESPERTAR

Fotografía de Isidoro Jara

¿Adónde iré lejos de tu aliento, adónde escaparé de tu mirada?
(Sal 139, 7)

He despertado con una nube negra
obturando mi objetivo
y negando a mis ojos siquiera
vislumbrar tu inconfundible aspecto;
sentí frío, miedo, abandono, desánimo;
un acabose inminente…

No estabas lejos,
simplemente no estabas en mí;
no sentía tu esencia viva
y creí que la muerte había llegado
a mi puerta con la tarjeta
orlada de negro “no te olvido”.

Lejos de ti,
la muerte es sentencia viva,
y la vida es muerte carente de sentido.

Sáciame de tu presencia,
¡oh, Amor! Cuando te detecto
o cuando me he dejado arrastras
por la duda sistémica de mis pensamientos,
cuando me aparto involuntariamente de ti,
sáciame de tu presencia, Amor.

26 octubre 2015

ELLA


Como el lirio entre los cardos, así mi amada entre las mozas.
(Ct 2, 2)

Ella es azucena en campo de hierbas,
es espiga en la harina
y pan candeal en la mesa;
ella es la blanca cresta de la ola,
el encaje de chantillí de los días festivos,
al tiempo que el centro de mesa
y el manjar más suculento y nutriente.

Ella es sol radiante y ella es plata azulada
en las noches oscuras; es rescoldo;
es ascua encendida que ilumina mi noche.
Ella es la aguja para este hilo de camello,
esa que perdida en un pajar
yo encontraría con los ojos vendados.
Ella es el agua sublime para mi sequía,
la transfusión de vida para mi desahucio,
el fuego con el que caldear mi escalofrío.

Posiblemente, a ti, lector, te pase inadvertida;
en cambio para mí, ella es la llave;
la llave maestra que abre mi corazón
con el destello brillante de la hornacina
de un sagrario profano, donde refugiarme
de lo desapercibido y mundano hacia divino.

24 octubre 2015

BOLSILLOS ROTOS



El que trabaja a sueldo recibe la paga en bolsa rota.
(Ag 1, 6)

En el jardín de otoño
han pisoteado el júbilo,
al tiempo que hacían sonar la hojarasca:
“La recuperación económica
y el empleo…”
En los despachos era feliz
la estadística haciendo
cabrioles imposibles,
hasta encaramarse en titulares
de todos los noticiarios.

A Lucía no le luce el jornal de Antonio
y recurre a hacer cola
por una bolsa de no perecederos.
La brisa de la tarde arrastra
por el lívido recodo
las hojas mortecinas que mueve el viento
y los ocres pensamientos de Lucía
no atinan a apartar con artimaña
para la luz y el agua.

Antonio no fuma, no bebe,
no trabaja todos los días,
ni todas las horas;
”Esto es lo que hay”
pero todos se sientan con apetito
diariamente a la mesa.
No cenan, por evitar pesadillas,
y a los niños los duermen
con cuentos que suenan a celofán
cuando se desenvuelven golosinas.

Lucía repasa de nuevo los bolsillos
de Antonio y encuentra como respuesta el vacío;
no lo están; los bolsillos de Antonio
no están rotos. No lo están.
Por las cloacas de la vida,
promesas que son mentiras
al pronunciarlas,
desde el momento de pensarlas:
los bolsillos de Antonio zurcidos
y la esperanza en desahucio.

22 octubre 2015

LA HERENCIA

Fotografía de Isidoro Jara


No hagas a otros lo que a ti no te agrada. 
Da tu pan al hambriento y tu ropa al desnudo. 
(Tb 4, 16-17)

Con el sol de la tarde enrojecido,
tirando a oscuro violáceo,
aplastado sobre mi azotea, el ocaso
me hace un guiño de guadaña
con música de cascabeles satánicos
que suenan a mofa:
¿A quién vas a legar tu heredad?
Y me dije: no tengo oro ni plata;
por eso, hijo mío, te doy de lo que tengo.

Tenía poco, pero era mucho
lo vivido y quise dejar en herencia
cuanto soy, por no tener hacienda.
La vida es tan corta que se nos va en ensayos
hasta dejarnos sin fecha para el estreno,
siempre pendiente, pero que nunca llega.

Recuerda, hijo mío, que serás examinado
en el amor. Cuida con esmero
los valores que te he transmitido,
el patrimonio inmaterial de toda una vida.

20 octubre 2015

ENSOÑACIÓN



Serán vecinos el lobo y el cordero, y el leopardo
se echará con el cabrito, el novillo y el cachorro
pacerán juntos, y un niño pequeño los conducirá.
(Is 11, 6)

Se durmió el relojero de las estaciones
sin darle cuerda al mecanismo,
quedando adormecida la primavera
en los brazos melancólicos del otoño;
el resultado fue una floración frondosa
como nunca antes se había conocido:
sin competencia alguna, el ojeroso ocre
de las hojas se hermanó con la clorofila
y las guindas de rubí fueron colgantes
nutrientes, con peciolos de jade.
El mundo dejó de girar a ciegas,
como si en lugar de soñar ensoñara.
Todo estaba abierto. Se derritió el metal
de todas las jaulas y el gorjeo de los pájaros
enmudecieron la voz rabiosa del sol,
que ahora era de candor rubicundo
y se cubría con la capa de plata de la luna.
Las estrellas eran perlas y ágatas,
con algún zafiro sin rivalidad ni competencia.
Se abrieron los cerrojos; sonaron las aldabas
y se escuchó un tropel de carceleros
jugando al corro con los sentenciados.
Dejaron de correr los ríos, se asomaron
los montes y valles engalanados
por la ventana de la serenidad, donde todo
de repente se hizo presente sin pasado.
Unos ángeles cavaban el perpetuo jardín
con viejas espadas y podaban con lanzas
que no llegaban herir, que acariciaban;
y un niño pequeño, con capa de armiño,
gobernaba todo con el cetro de la paz.

18 octubre 2015

PARA QUE TENGAN VIDA



Yo he venido para que tengan vida y la tengan en abundancia.
(Jn 10. 10)


Montoyas y tarantos,
gitanos y payos, judíos y cristianos:
mixturas imposibles que se rechazan
por nacionalismos y convicciones
establecidos en el ámbito del hogar;
pero la vida, es sangre y es roja,
y late en el pulso de todos por igual
repartiendo nutrientes y abriendo caminos.

Hemos nacido para vivir,
que quiere decir amar;
para ser felices, para entendernos
y para cooperar; para tender la mano
y llevar en esta un mendrugo de pan,
una pelota o una traviesa peonza.

Dos niños pequeños juegan en la calle,
no saben, no distinguen de razas,
no comprenden las limitaciones impuestas
─hablan idiomas distintos─ 
y juegan sin parar comunicándose por gestos;
y juegan, y juegan. Juegan sin cesar, y ríen.

Caminan por un rastrojo, por la mies segada
de sus mayores como símbolo
de una urgente replantación tan necesaria.

No tienen miedo, no sienten miedo;
caminan de espaldas al presente,
pero ya han oído hablar del miedo
a sus mayores. Se comunican con juegos,
con gestos. No saben transmitirse miedos,
ni odio ancestral, solo saben jugar y reír.

La esperanza de los niños palestinos
y de los niños israelitas
es jugar, es reír, es compartir, es olvidar;
para que tengan vida y la tengan en abundancia.

16 octubre 2015

LA PAZ OS DEJO



La paz os dejo, mi paz os doy.
(Jn 14, 27)

A ti grito, Señor, a ti imploro.
¿En qué hemos malbaratado tu paz?
¿Cómo hemos destrozado tu legado?
¿Con qué indignidad hemos tullido
nuestros despiadados corazones?
¿Qué cera es esa que nos aísla,
que nos desliza, nos escurre y embarranca
por la pendiente sin freno del egoísmo;
del odio que aniquila, de la ambición insaciable,
desentendiéndonos del otro, impidiéndonos oír
los quebrantos y lamentos de todo y de todos?

Desde la mandíbula de burro,
desde el primario golpe atinado de Caín,
hemos progresado tanto
que ya somos diplomados cainitas,
pero con idéntica infame motivación.
Es verdad que más sofisticados:
piedra, bronce, hierro, pólvora, drones…
y siempre la desgarrada garra de la guerra:
no vivir en paz y no dejar vivir en paz.

Tú hablas de amar, nosotros de odiar;
tú de compartir, nosotros de acaparar;
tú de servir, nosotros de someter…
Alguna nota se nos ha quedado distraída
en los renglones de nuestro pentagrama.
Alguna incógnita no hemos sabido despejar
y debe haber una equis irresoluta
enquistada por algún insospechado rincón
y hemos imaginado que la paz sólo llega
tras la muerte. ¡Descanse en paz!;

¡La paz! ¿Paz? ¿Qué paz?
Cuando nos repugna la sangre,
desenvainamos la mordaz espada
de viperina y vilipendiosa ejecutoria,
el gozo impune en el mal por el mal:
matar con vida, para morir sin paz.

La paz os dejo, mi paz os doy,
para que seáis, para que seamos,
─en la medida de nuestras fuerzas─
enérgicos instrumentos de paz.

13 octubre 2015

PEQUEÑEZ


Pequeña es la abeja entre los animales que vuelan, pero su producto es el más dulce. (Si 11, 3)

Un gorjeo me ha llamado a lo lejos,
me ha invitado a compartir su fiesta:
una rama delgada en extremo
que se balancea con la levedad
de su peso, sus plumas y su canto.

Yo no puedo brindarte otra cosa
que el vacío que sopesan mis manos,
¿qué podría yo ofrecerte que
no hayas previamente gobernado?
Tuyos los bosques, la clorofila, el aire,
y en las corrientes de su navegación,
el polen que va musitando en silencio
las instrucciones que le has confiado.
Ante ti mi poquedad, mi apariencia;
ante  ti la esencia y la reminiscencia
de ser barro de tus manos. Un ser frágil,
una loza tosca a tu imagen y semejanza.

Nadie de su corpulencia se vanaglorie,
ni se muestre arrogante por su sabiduría:
David era un niño, sólo en apariencia,
y resultó un extraordinario estratega:
dulzura y aguijón son unidad en la abeja.

12 octubre 2015

PINTADA DE GRIS

Fotografía de Escolástico Martín Jiménez


Desde las distancias siderales,
─dicen quienes se asomaron
por los postigos del espacio─
que la Tierra es un planeta azul,
donde ni fronteras ni cordilleras
son localizaciones delimitadoras.

El otoño y el ocaso se han hecho
cómplices para repintar de gris
lo que de ordinario es sol radiante;
en primer plano, unas pinceladas
verdes que delinean pinos y cañaveral
próximo a ser masa amorfa nocturna;
un rompiente de nata dibuja el contorno
de la playa en una media luna
a la que contribuye el alumbrado público.

Agua y cielo son una masa imprecisa  
un espacio anodino y anónimo
desfigurado que puede corresponder
a cualquier lugar, salvo para un nativo
a quien le certifica las coordenadas
los impulsos y las emociones fortuitas.

Bajo este cielo opaco de penumbra,
sólo el cargadero del Cable de Ferarco
pone firma y rúbrica, disipa las dudas
y afirma inequívocamente: ¡Marbella!

11 octubre 2015

CONTRARIEDAD

Fotografía de Caridad Jiménez Parralejo


Toda una tarde mustia,
parda, destemplada,
amenazante y fría
barajando tu nombre
entre las páginas del diccionario;
mientras la lluvia
ponía redobles cáusticos
en la montera…

Palabras, palabras,
cientos, miles de palabras;
sólo tu nombre
en mis labios
y la dorada oscuridad
de una barra nubosa
saben del amargor
de esta contrariedad
que nos distancia.

09 octubre 2015

FRAGANCIAS



Fragancias del estío
que quedaron en la memoria:
jazmín del amanecer
y dama de noche
cuando la luz se hace esquiva
adormeciéndose en la penumbra.

Octubre. Otoño. La Feria.
Ojén transforma la fisonomía
de calles, encrucijadas y plazas;
luces, banderitas, colgaduras,
música de trasnochadores
que ensartan su suerte
en los eslabones de los bostezos…

Los Chorros,
─manantial inagotable─
adecúa su temperatura a la estación
y ahora parece menos fría que en verano.

San Dionisio en andas
por las calles engalanadas
─pasacalles─
y tu boca en mis ensueños,
en la fugacidad y frugalidad
de los días y las estaciones,
de los hurtos consentidos
que me dejaron esta fragancia
hechizada que me conduce
indefectiblemente a ti.

07 octubre 2015

ALEGRÍA



¡Súmate! ¡Hagamos un alegato
en favor de la alegría!
Opongamos una sonrisa
al tedio plomizo del telediario,
a la negatividad de tanto horror
como corre por el alcantarillado
social de nuestras vidas. ¡Súmate!
Responde con una sonrisa
a este infumable presente
donde reina la propaganda,
ocultando bajo las alfombras
las desvergüenzas inmorales.
¡Súmate! ¡Hagamos una ola
de dentina y labios de fresa!

05 octubre 2015

VACACIONES EN EL MAR



Es tiempo de cruceros,
de inmensos hoteles flotantes
que banquetean y navegan de noche
y aprovechan el día para hacer escalas
de interés turístico y/o cultural.

El humanismo es una concepción
integradora de los valores humanos
y esta sociedad, cada vez más polarizada,
acerca las corrientes clases medias
─con sus angustiosos cómodos plazos─
a lo que antes era privativo de los acomodados.

Del otro lado, en el despeñadero
por el que se desmorona la brecha social,
a la que no prestamos los auxilios samaritanos
de una sociedad que engola con teatralidad
la voz al pronunciar Europa o Schengen.

En la historia patria de cada nación
y común de nuestros abuelos europeos,
los patéticos abusos coloniales
que despojaron de sus recursos materiales
y vejaron, mataron y violaron allá donde fuere:
Kenia, Somalia, Dakar, Costa de Marfil,
Argelia, Senegal, Namibia, Camerún, Burundi,
El Congo, Uganda, Nigeria, Angola,
Mozambique, Guinea Ecuatorial, Sahara…

Nuestro sentir está un poco más cerca
de los sirios que huyen de la guerra,
pero nos reservamos la sospecha
de que sean fundamentalistas infiltrados;
en todo caso, les ponemos cuotas
y levantamos fronteras y alambradas
a aquellos que pueden hacer frente
a los cuantiosos aranceles de las mafias
que los maneja como corderos al degolladero.

Nadie abandona sus raíces si no es
por el imperioso motivo de la pervivencia,
a quienes no podemos dar la espalda.
En el Mare Nostrum, los grandes navíos
del despilfarro, atraque y bienvenida,
y las lanchas neumáticas en las que morir
o llegar a la orilla de la Tierra Prometida.