Debería empezar pidiendo perdón a todas aquellas personas cuyos blogs sigo por este distanciamiento de los últimos días. Algunos se estarán preguntando cómo es posible que me haya distanciado sin dar explicación alguna o puede que un portazo sin aspavientos. Pero todo tiene una explicación. El pasado viernes vino mi hermano [amigo] Tomás -quien tiene su domicilio habitual en Marbella-, acompañado de su esposa, con la intención de pasar el fin de semana con nosotros en Sevilla. Hemos logrado que prolongaran la estancia y aún así, el reloj no tiene suficientes horas para departir, ni tiempo alguno para emplear en el ordenador. Conociendo previamente su llegada, me preparé y programé varias entradas en mi blog que han ido goteando a la hora prevista como si nada estuviera sucediendo, pero he faltado en la sala de lectura y comentarios.
Nos conocimos en los medios profesionales allá por los primeros 80 y poco después éramos una familia. Nuestras esposas, sus hijos y los míos sintieron el mismo atractivo inexplicable de amistad que las enciclopedias no saben razonar. La amistad es una relación interpersonal muy común y que la mayoría de las personas alcanzan a conocer en la vida, aunque no es siempre de la misma hondura. Los tipos de amistad son casi infinitos y no creo que merezca la pena entrar en el detalle de lo que todos a estas alturas ya hemos experimentado. Nosotros hemos decidido sin ni siquiera pronunciarlo ser hermanos no genéticos, sino por voluntad callada de las partes. Y curiosamente hemos sido seguidos por todos los nuestros.
Para que la amistad surja no hace falta esperar un cierto plazo, sino que bien surge de forma espontánea o va llegando a lo largo del tiempo, tampoco es preciso someterse a ningún tipo de pruebas, aunque sí para que ésta se afiance y vinculen las partes para toda la vida. En la fiesta es ocasión propicia para que germine la amistad, pero en las festividades suele haber poco calado y la amistad se marchita a las primeras de cambio o palidece con la primera sequía. Es en la prueba, en el dolor, en el sufrimiento cuando la amistad se hace fuerte y duradera. Tomás y yo, su familia y la mía, hemos vivido muchos momentos muy divertidos y gozosos, pero también otra suerte de acontecimientos en las que siempre hemos encontrado el hombro ajeno sobre el que apoyarnos. Precisamente esa es la razón por la que sin que corra por nuestros vasos la misma sangre, por voluntad propia, somos hermanos de voluntad. He faltado a vuestra cita los últimos días, pero no he estado perdido, sino encontrado en los brazos de mi otra familia.
No hay nada mejor que contarnos sobre la amistad en primera persona. Son tus experiencias de vida las que hacen tan interesante este blog.
ResponderEliminarLas salas de lectura y comentarios siempre te estarán esperando en nuestros blogs.
Un beso.
Conozco ese tipo de sentimiento, hermanos sin serlo geneticamente, creo que incluso tiene más mérito porque se quiere a ese hermano por méritos propios, disfruta de la compañía, el blog sigue aquí para cuando lo retomes, cada cosa a su tiempo
ResponderEliminarBss
Disfruta de esa amistad, es un tesoro que no te puedes permitir el lujo de desaprovechar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonitas y emotivas lineas que al leerlas me afianza mas en la amistad y el amor que siento por vosotros.
ResponderEliminarQuerido Paco, gracias por tan bonitas palabras.
Un abrazo
Francisco, amigo, vive esos momentos de amistad y familia intensamente, atesora recuerdos felices para que despues puedas contarlos con el paso del tiempo, se feliz amigo. Se que en cuanto puedas pasaras por mi blog a dejarme tu amistad en letras. Besos, cuidate mucho.
ResponderEliminarUn bonito sentimiento el de la amistad, esa amistad que se cuenta con los dedos de una mano y aún sobran. Un abrazo y a seguir cuidándola y mimándola.
ResponderEliminarConociéndote se que no eres de portazos ni te marchas huyendo a la callada-:)
ResponderEliminarEl motivo es de alegría y felicidad, así que me alegro y seguro que todos lo hacemos por estos días que has pasado con la familia de elección. "Quién tiene un amigo tiene un tesoro"
Bss
Siempre he dicho que la amistad es lo mejor que nos ha regalado la vida y que una vez conseguida hay que cuidarla como el mejor tesoro, como a una joya para que no pierda su brillo ni su fuerza a las primeras de cambio.
ResponderEliminarUn beso y un fuerte y calido abrazo
Quien tienen un amigo, tiene un tesoro.
ResponderEliminarA los amigos los escogemos, la familia, nos viene dada.
Mucho mérito tiene la hermandad no genética.
Aplauso para ambos! Y para las familias.
Hay amistades que uno sabe que son para toda la vida.
Un abrazote!
;)
Hermoso post a la amistad con tus palabras escritas de sentimientos de alma.
ResponderEliminarAmistad divino tesoro.
Besos de luz para ti.
Mil gracias por tu huella.
Veo que no, que no ha estado usted perdido, sino en la mejor compañía. De vez en cuando es bueno desconectar de todo esto para disfrutar de esos momentos.
ResponderEliminarBienvenido de regreso.
Feliz día
Bisous
Paco si te digo que me he emocionado me crees?
ResponderEliminarEstoy viviendo unos momentos mágicos, estoy descubriendo a personas que aunque las conozco de muy poco tiempo las siento muy mias, estoy descubriendo a nuevos amigos y no me puedo creer que eso me esté pasando a esta edad.
Me alegro mucho por ti. Te esperaremos el tiempo que haga falta eso ya lo sabes tú. Un abrazo
Querido Franisco .¡Sabes como te interpreto! porque con ciertas personas de mi amistad , me sucede exactmete lo mismo.
ResponderEliminarUn fuerte y sincero abrazo de tu amiga, JULIANA
La naturaleza nos provee (a algunos) hermanos sanguíneos y el universo hace también su parte regalándonos hermanos de vida. Pero esto hay que merecerlo, y estoy seguro, que tú eres una estupenda persona, querible y confiable. Celebro tu encuentro con Tomás y su familia; esta otra que tienes -y bien te quiere, la de internet- comprende tu pequeño distanciamiento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estoy de acuerdo con Julio, seguramente lo mereces. Todos somos hermanos, pero no siempre lo descubrimos. Hermosa entrada y no te preocupes de lo demás. La familia humana, merece nuestra atención siempre. Me has emocionado y me has hecho recordar a muchas personas que también son mi familia sin serlo. Un abrazo.
ResponderEliminarFrancisco, no tienes que disculparte por nada; la amistad y la familia está antes que todo. Los buenos amigos son aquellos que aunque lleven años sin verse, enseguida están como si hiciese 10 minutos que estuvieron juntos. Disfruta de esa amistad-familia. Nosotros te esperaremos. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarTodos tendríamos que ser hermanos de voluntad.
ResponderEliminarEse sería el mundo ideal.
Hola, Francisco:
ResponderEliminarSon muy bellas y sentidas tus palabras, una amistad o hermandad así, vale todo el oro del mundo.
"Hay cosas que nos ocupan y embolatan nuestra vida, pero de todas maneras el que quiere nunca olvida"
Un abrazo.
Estupendo motivo y "perdonable". La amistad es una de las prioridades del ser humano, y esta bien tu tiempo, se te echa de menos pero también se entiende que a veces son muchos los blog que nos gusta visitar, además de otras circunstancias totalmente adecuadas a repartir con el tiempo que disponemos, a veces nos gustaría que hubiera + horas, pero ya esta bien así, sino no terminaríamos nunca de hacer, ni encontraríamos tiempo para nosotros, ni para el descanso.
ResponderEliminarMe alegro mucho de ese tiempo repartido, tan esencial para la persona, parece ser que este fin de semana a sido predispuesto para ello.
Un fuerte abrazo para ambos.
Hola Francisco, yo creo que la familia nacemos ya dentro de ella, pero a los amigos los elegimos nosotros, y muchas veces parece que llevan nuestra misma sangre y tu encuentro con tu amigo lo demuestra... Ya lo dice El Principito: ¡Quién tiene un amigo tiene un tesoro!
ResponderEliminarUn abrazo.