31 agosto 2020

EL CONCIERTO


 

Todos expectantes. El director

hace una mueca y se expande el silencio;

breves instantes después,

el piano hace un arabesco endiablado

y comienza el diálogo con la orquesta.

 

La agitación es manifiesta

y los silencios

como pausas respiratorias

por las que se evacúan los suspiros

del alma.

 

Toca la concertista María Márquez Torres

en esa postura erguida sobre las caderas

que subraya su figura.

En una pausa se atusa la melena

con el aire de los violines

y de inmediato

descifra una escala de agudos

que remata en un aserto grave.

 

El director esboza una sonrisa

cuando se desencadenan los timbales

y toma el metal el relevo. María aguarda,

no necesita mirar la partitura,

pero pasa las hojas

con la seguridad de leer en su mente

cada nota y cada silencio.

 

Todos expectantes y los corazones agitados,

mientras resucita en la sala Bach

con la interpretación de su obra.

26 agosto 2020

FALTAR A CLASE


 

Seguramente habría faltado a clase

el día que explicaron el comportamiento

de las gaviotas. Sí, son marinas,

y de hecho se hacen a la mar,

pero, ¿cómo es que vuelan?

 

He visto cómo saltan los delfines

en una travesía por el Estrecho,

para zambullirse de nuevo

y cómo no se apartan de su medio acuático;

las gaviotas, en cambio,

disfrutan en la bajamar escribiendo

encriptados mensajes en la arena

a modo de criptogramas

con sus torpes y zancudas patas,

y hasta emborronando lo que escribieron otras.

 

En el puerto pesquero juegan a la rapiña

en medio de un griterío ensordecedor

que no sabría decir si es de alborozo

o de llamada a su género.

 

Por entre las hamacas y las mesas,

asumen el papel de Lázaro

y comen al descuido

las migajas de los comensales.

 

No es bueno perder días de clase,

─les comento a mis nietos─

pero me temo que ellos van a sufrir

importantes lagunas de conocimientos

con los rebrotes que empiezan

y con los que se avecinan.

25 agosto 2020

AL ALBA


 

Al alba, al alba…

 

Por la esquina este de la noche,

una grieta de luz

anuncia el nuevo día

con voz tomada de relente.

 

Al alba, al alba…

 

Un claror que se acrece

con el tictac del segundero

y lo corea el gallo

con el acento dulzón de maitines.

 

Al alba, al alba…

 

Danza fallida para noctámbulos,

quienes roban al día

el espectáculo del alumbramiento,

prendidos en el cortinaje de la noche.

 

Al alba, al alba…

24 agosto 2020

DIARIO DE LO ÍNTIMO


 

Fueron muchos los veranos

de sol y playa;

los actuales son de sombra

y malasombra,

de paseos, lecturas y sosiego,

de apartamiento buscado,

de escurridas concurrencias,

de soledad que aúlla del bullicio,

de historias perpetuadas en los libros,

con frecuencia copias de la mía

o de la mis allegados.

 

Sería deseable que los tiempos

corrieran al revés; así

hubiera llegado más ilustrado

a la madurez,

pero la vida corre sin parar su distancia

y las circunstancias lo hacen en paralelo

o a trompicones las más de las veces.

 

Todo es efímero y de dirección única:

la noche sigue al día

sin opción de marcha atrás,

y el día siguiente ya es otro

y otra la noche,

y otro los meses

y otros los años…

Tan solo la vida permanece fiel

a su término,

a las constantes vitales

que le conducen,

hasta que se agota.

 

Todo es efímero; también

esta sensación de ave de paso.

23 agosto 2020

OBSESIÓN

Pintura de Vladimir Volegov

 

Era como un jardín que se desplaza,

armonía y aroma que caminan,

candor de rosa entreabierta,

fragancia que obliga a volverse

y ver cómo se aleja, mientras sientes

dudas si volverás a verla.

 

Sus trazos no eran naturales,

quizás abocetados por una mano experta

en fijar obsesiones;

tal vez el boceto de un publicista

de esos que hacen diana

en el control de la voluntad

y te modifica los parámetros

para siempre.

 

Era la lozanía de una diosa

atrapada en un cuerpo inmaculado

y es para siempre una mirada apaisada,

como de cinemascope,

que vive por siempre

en la foto fija de aquel instante.

22 agosto 2020

LAS ALEGRES AGUAS DE LA INFANCIA


 

Para cuando me asomaba

pelusilla a la barba

empezó a molestarme

el niño que me habitaba,

a ello contribuían

los compañeros de instituto

los no amigos

y el gozo inexplicable

de hacer daño

en lugar de bostezar indiferencia

o ayudar al débil.

Ahora lo llaman “bullying”.

 

El trabajo exigía responsabilidad

y madurez en las proporciones

adecuadas;

dos elementos indisociables

con las alegres aguas de la infancia…

Y se fue diluyendo

en la necesidad de progresar.

 

Pasó el tiempo dejando su mácula

y, ahora, con la barba cana,

vuelvo a revivir al niño

que venía de fábrica;

y si bien nada es lo mismo,

apuesto por la ternura, la compasión,

el respeto y la aceptación

de la inocencia,

como gel que lava

las rebabas de la vida.

21 agosto 2020

ALAS ROTAS


Pinto mi vida

Cazando mariposas

Sueño de amor

ARANTZA GUINEA

 

Su cara era de porcelana,

quizás por la textura, el brillo,

o por la fragilidad manifiesta

y virginal;

en su mirada dormía un mueca

de mortificación,

el brillo apagado de esos duendes

que pululan por el estómago

cuando no dejan dormir en plenitud

los sentimientos.

 

Lleva sellada la bondad

bajo la epidermis de tanta hermosura;

pero una campanilla muda

anunciaba a su paso

que en su interior dormían

sueños náufragos

como el vuelo imposible

de una mariposa con las alas rotas.

20 agosto 2020

LO MEJOR DEL RECUERDO


 

Lo mejor del recuerdo es el olvido.

MANUEL ALCÁNTARA

 

Voy navegando por el proceloso mar

de la vida,

tratando de olvidar las afrentas

y apuntalando la memoria

con los dones y bienes recibidos.

 

Desde esta cota, le niego la palabra

a toda ofensa, tratando de asirme

con las fuerzas que me quedan

a las manos que se abrieron

para darse y ofrecerse,

como a las que se empeñaron

en mostrarme el camino.

 

Como el día y la noche son tiempos

de una misma unidad,

el bien y el mal son las opciones del hombre

en el ejercicio de su libertad.

 

Opto por la luz, por el resplandor

de lo bello,

por aquellas enseñanzas que me mostraron

el perdón como camino de sanación

y de olvido;

por no tomar en cuenta las zancadillas

y valorar en su justo e impagable valor

los empujones y los ejemplos.

 

Gracias a quienes me enseñaron a amar,

a no mirar por encima del hombro,

a medirme en la talla de lo ajeno,

a no sentirme inferior

ni superior a nadie,

a recordar solo lo que me favorece.

 

19 agosto 2020

OLA EN ROMPIENTE

 

 

Era una ola en rompiente,

ímpetu explosivo que se deshace

como la crema de leche en el café,

un arrebato de calentura apasionada.

En el fondo de sí, un regusto amargo

de contradicción, una alcazaba

inexpugnable de insatisfacción,

nube amenazante

de vientos contrarios que entrechocan.

Tensión,

un venablo a punto de ser disparado

que hará diana para herir o matar.

18 agosto 2020

SISTEMA PERIÓDICO


 

Como el sistema periódico

fija el volumen atómico o molecular

de cada elemento,

las grandes crisis de la humanidad

son la cátedra

que ayuda a fijar el valor de las cosas.

 

Gracias al Covid-19

hemos aprendido mucho

sobre la fragilidad de la vida

y cómo ese hilo que la sustenta

se parte o se corta con facilidad extrema.

 

Gracias al confinamiento

hemos comprendido que la ropa y en calzado

de toda la familia

debería caber en un solo ropero,

como así fue en la casa materna

cuando teníamos la ropa de diario

y la de los domingos.

 

Gracias a esta pandemia

hemos llegado a la conclusión

que vivir es lo más elemental

de la vida

y que no está en nuestras manos

añadir años o ni siquiera horas

al regalo de existir.

 

Gracias a este virus

hemos recordado que fueron muchas

las plagas padecidas por quienes

nos precedieron en el camino,

y así hemos actualizado lecturas

que hablan de la gripe española,

la peste negra y cada una

de las que diezmaron a la población mundial.

 

Por igual motivo, sabemos ahora

qué es lo fundamental

y qué otras muchas cosas

son meros complementos o bagatelas.

 

Desconocemos nuestra valencia,

como desconocemos nuestra valía,

no sabemos cuál será el mol

que nos lleve al mal;

pero sabemos más y mejor que nunca

de la fugacidad del tránsito

y del sistema sepulcral

y de la estela silente que deja.

17 agosto 2020

SI YO ME MANEJARA


 

Si yo me manejara con habilidad

con los pinceles y pigmentos,

si supiera mezclar los óleos

hasta dar con tu tez y tu precisa figura,

te inmortalizaría,

como hiciera Sandro Botticelli

con su muy amada Simonetta.

 

Si en el fuste de mis manos

los cinceles fuesen capaces de dialogar

con el mármol,

como supieron imponerse los golpes

de Miguel Ángel Buonarroti

hasta desvelar a la Madonna

que habitaba en su núcleo.

 

Si yo conociera los prados y las cumbres

del Cielo, el Purgatorio y el Averno,

como sin dudas idealizó Dante Alighieri;

si mi capacidad lingüística, mi filosofía

y mi erudición

fueran marcadamente renacentistas,

te enaltecería y ofrecería lo mejor

de mi verbo en bastardillas,

como hizo el poeta con su amada Beatriz.

 

Por todo ello,

y contando con mis limitaciones y carencias,

créeme cuando te repito cómo te amo.

16 agosto 2020

LA CUADRATURA DEL CÍRCULO


 

Los científicos se empeñan en decir,

─como ya hiciera Cristóbal Colón─

que la tierra es redonda;

─achatada por los polos es el matiz─

pero las tierras que conozco

y las pocas por las que he viajado,

en nada se parece a una pelota,

ni siquiera de trapo.

 

Otros afirman que la tierra es plana,

y me pregunto: ¿Habrán estado

en alguna ocasión en Ojén o Grazalema,

en la Alpujarra o en Cuenca mismamente,

por no decir Segovia, Montserrat o Covadonga?

 

¿Qué saben los unos y los otros

de riscos, valles y acantilados,

de atolones, arrecifes, dunas y estuarios?

¿Acaso de cordilleras, cerros y lomas?

 

La tierra es esto que pateo y palpo:

a veces revestida de césped

y otras empedrada o asfaltada,

con sus cuestas y sus declives,

y no me dejo convencer ni por unos ni por otros.

15 agosto 2020

TORMENTA DE VERANO


 

Como se anuncian las ferias,

con gran estrépito y aparato eléctrico,

también sonidos guturales de los montes

en lugar de bombo y platillo;

así amaneció el día,

como anticipando una jornada especial.

 

De repente, olía a tierra mojada

─como una premonición─

mientras el pasacalle

anunciaba el embeleso de una

cortina de agua;

palideció el aire antes de que dejaran de lucir

las estrellas

y el vocerío se hizo más próximo y rotundo.

 

Al punto, todo quedó yerto,

suspendido de un tiempo vacío

de inexplicable argumento;

seguidamente descargaron las nubes

y se otoñó agosto

en lánguidos e íntimos recuerdos.

14 agosto 2020

NOCHE OSCURA


 

Vida a vida, demacrada, marchitada,

sin aire,

se fueron apagando mansamente

en soledad y silencio rotundo.

 

Qué misteriosamente dejó de parpadear

el pabilo mortecino hasta embarcar

en el último suspiro

sin aire, sin aire, sin aire,

sin un soplo de esperanza,

sin el entorno familiar que arropa

por la sabia savia común

y llora en silencio nocturno, oscuro

y desesperanzado…

 

Así, con la profilaxis de un infectado,

a la espera de que pase la arena

de ese volátil reloj del tiempo.

Un sumando, otro dígito más

a la interminable estadística

de quienes hacen el tránsito

en el lóbrego abandono familiar forzado,

con la esperanza de encontrar

al barquero misericordioso

que no exija el óbolo por anticipado.

 

Así, sin despedida ni responso,

tan solo con el visado

que le franquea el paso al crematorio.

 

Solo, solo, solo…

 

Y este frío intenso

que me parte el alma.

13 agosto 2020

INAMOVIBLE PASADO


 

Hace tiempo que no abre la boca

para quejarse, que no manifiesta

el dolor que siente, ni menciona

la barranquera por la que se ha precipitado,

haciéndose tan frágil e invisible

a las miradas ajenas.

 

Ni siquiera es contado como integrante

de esa masa en crecida de los sintecho;

aún no lo ha perdido, aunque no es propio:

duerme en una casa de acogida,

un lugar común para esa legión de comunes

que se hacinan buscando cobijo y sueñan

en ser transportados a otra realidad.

 

No pide. Sus necesidades son muy escasas.

Cada medio día, hace fila ante un comedor social

donde su hambre queda mitigada

hasta el día siguiente. En su mirada,

la languidez de una historia no contada

que no le gustaría recordar…

 

¿Familia?

Nadie nace por generación espontánea.

 

En su calendario, el hoy;

en la memoria, que hace por olvidar,

el ayer. El inamovible pasado.

12 agosto 2020

FÁBULA FABULOSA



 

Sed fecundos y multiplicaos,

llenad la tierra y sometedla;

dominad los peces del mar,

las aves del cielo y todos los animales

que se mueven sobre la tierra.

 

Y el hombre trabajó como un burro

para ser coherente y cooperante

con todo lo creado;

fue constante y disciplinado como hormigas,

acarreando grano para su alacena,

y rugió como un león

cuando las ratas de sus vecinos

encontraron las llaves de sus silos

y tuvo que defender como gato panza arriba

los logros conseguidos con el sudor

de su frente.

 

Y los pedagogos le contaron fábulas al hombre

para que se mirase en el espejo

de la vida animal

y el hombre entendió que era él

el más díscolo de todo lo creado;

entonces asumió ser lobo para el hombre

y un zorro para luchar con más astucia

que sus numerosos adversarios,

y tomó la costumbre de ser un perro

y no dar palo al agua,

y se hizo terco como una mula,

y nunca más pensó en el fiel cumplimiento

del mandato divino;

y picoteó las brevas y todo fruto tierno,

como hacen los mirlos,

sin importarle en absoluto al que viene detrás

adelantándose a decir: ¡Que arree!

 

Y fue así como el hombre

─siguiendo la divina voluntad─

y ante la dificultad de someter

valles, montes y collados,

y cuanto en ellos existe,

se dedicó a entrar por el aro a sus congéneres

y así dar cumplimiento al sometimiento

por persona interpuesta.