Fueron muchos los veranos
de sol y playa;
los actuales son de sombra
y malasombra,
de paseos, lecturas y
sosiego,
de apartamiento buscado,
de escurridas concurrencias,
de soledad que aúlla del
bullicio,
de historias perpetuadas en
los libros,
con frecuencia copias de la
mía
o de la mis allegados.
Sería deseable que los
tiempos
corrieran al revés; así
hubiera llegado más
ilustrado
a la madurez,
pero la vida corre sin parar
su distancia
y las circunstancias lo
hacen en paralelo
o a trompicones las más de
las veces.
Todo es efímero y de
dirección única:
la noche sigue al día
sin opción de marcha atrás,
y el día siguiente ya es
otro
y otra la noche,
y otro los meses
y otros los años…
Tan solo la vida permanece
fiel
a su término,
a las constantes vitales
que le conducen,
hasta que se agota.
Todo es efímero; también
esta sensación de ave de
paso.
Hola Francisco. Así es, todo es efímero. Lo más importante es saber vivir y poder vivir disfrutando cada momento. El poema es muy melancólico, pero así es la vida en estos momentos.
ResponderEliminarAbrazos
La vida tiene un surtido de momentos de muchos colores. Lo importante es saber afrontar los dulces y los amargos como algo pasajero, como pasajera es la vida.
EliminarUn abrazo, Isa.
Cierto, todo es efímero; pero cual suerte la nuestra el disfrutarlo.
ResponderEliminarUn abraz, Francisco.
Anna Babra
Lo intenso y breve es todavía más placentero, Anna.
EliminarUn abrazo.
Tan efímera es la vida como un susurro en mitad de una tormenta. Son tiempos difíciles estos que estamos viviendo.
ResponderEliminarMe quedo con la belleza de tus letras...
Un abrazo.
Muchas gracias por tu palabras, Jorge.
EliminarUn abrazo.
Ya estoy aquí de nuevo una vez que me han entregado el ordenador reparado.
ResponderEliminarNo sabemos de un día para otro lo que nos va a deparar la vida, no podemos ni siquiera hacer planes, porque ni siquiera sabemos si lo vamos a llevar a cabo.
Besos
"No sabemos ni el día ni la hora." Me alegro que hayas recuperado tu ordenador.
EliminarBesos.
Ya lo creo que es efímera la vida, en las largas horas que paso en el hospital acompañando a mi enfermo especial pienso constantemente en lo rápido que ha pasado el tiempo y en todo lo que pudimos haber hecho y no lo hicimos pensando que ya tendríamos tiempo ¡que equivocados estábamos! y ya no hay marcha atrás.Saludos
ResponderEliminarEsa sensación es común a partir de cierta edad, pero eso tampoco debe empujar a los jóvenes a vivir desenfrenadamente. ¿Verdad, Charo?
EliminarUn abrazo.
Hermosos versos, con mucha nostalgia...coincido en lo efímero...y en ser aves de paso pero aun así dejamos una huella a nuestro paso...y que importante dejar una, que sea bonita detrás nuestro... y vivir agradecidos del presente que es lo que tenemos por disfrutar y afrontar... Saludos!!!
ResponderEliminarAbsolutamente, Eli. Solo contamos con el hoy y debemos saborearlo tal como llega.
EliminarUn abrazo.
Yo también lo he dicho alguna vez, que debíamos ir decreciendo, en vez de envejeciendo y volver al claustro materno al final, ¡qué dulce!
ResponderEliminarTampoco sabríamos como hacerlo, salvo que trajésemos el manual de instrucciones.
EliminarUn abrazo
Es efímera la vida por eso hay que vivir cada momento..... Nostálgico poema. Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarA veces, Sandra, uno mira hacia adentro y le sale la vena nostálgica.
EliminarUn abrazo.