Los científicos se empeñan
en decir,
─como ya hiciera Cristóbal
Colón─
que la tierra es redonda;
─achatada por los polos es
el matiz─
pero las tierras que conozco
y las pocas por las que he
viajado,
en nada se parece a una
pelota,
ni siquiera de trapo.
Otros afirman que la tierra
es plana,
y me pregunto: ¿Habrán
estado
en alguna ocasión en Ojén o
Grazalema,
en la Alpujarra o en Cuenca
mismamente,
por no decir Segovia,
Montserrat o Covadonga?
¿Qué saben los unos y los
otros
de riscos, valles y
acantilados,
de atolones, arrecifes,
dunas y estuarios?
¿Acaso de cordilleras,
cerros y lomas?
La tierra es esto que pateo
y palpo:
a veces revestida de césped
y otras empedrada o asfaltada,
con sus cuestas y sus
declives,
y no me dejo convencer ni
por unos ni por otros.
La tierra hay que descubrirla cada uno y tener la opinión, que nos merezca. Con todo el respeto a los científicos,la tierra y nuestro pequeño mundo tienen la forma y dimensiones, que nosotros vemos y sentimos, Francisco.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz domingo con los tuyos.
Mi tierra tiene forma de corazón y hasta siento sus latidos. Sin dudas todo esto es una broma a la ciencia. Gracias, María Jesús.
EliminarUn abrazo.
La tierra, después de visitar lugares maravillosos, cono seguramente son los que citas, no es redonda, sino de todas las formas posibles.
ResponderEliminarUn abrazo. Feliz domingo.
Tienes toda la razón, Sara. Dulce tu amistad.
EliminarUn abrazo.
Yo diría que la tierra es redonda pero con muchas protuberancias, planicies y socavones profundos.Saludos cordiales
ResponderEliminarEsa es exactamente mi idea, Charo, por eso me he permitido la broma.
EliminarUn abrazo.
Los que la conocemos somos los que la pateamos todos los días.
ResponderEliminarDi que sí, Tracy. Menos teorías y más tacón.
EliminarUn abrazo.