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22 octubre 2024

DIME QUE SÍ

 




Dime que sí,

afírmame con un gesto,

con un guiño,

o con una única sílaba,

y recogeré para ti un cesto repleto;

el castaño sentirá la gracia de su don

y de serte útil con su encarcelado fruto,

y también yo ofreciéndotelo.


El viento de octubre es caricia

que silva armónicos

entre las ramas y las púas aceradas,

esas que guardan celosas sus dádivas

e invitan a la cercanía

y a crear vínculos de pertenencia.


Dime que sí,

un sí rotundo,

a ser posible sonoro,

y daré mi empeño por colmado,

pues tu contento es mi dicha y mi alegría.

09 enero 2023

COMO PEZ EN EL AGUA

 


 

Si yo fuera un pez,

si por mis branquias pasara

la inmensidad salina a grandes sorbos,

me pediría ser el unicornio,

la “aguja palá”,

el pez espada que horadara

los fondos marinos con el apellido,

ensartando víctimas propicias en el espeto,

al tiempo de abrirme paso

desde la superficie a los fondos abisales.

 

Si yo fuera una fresa,  

una frutilla o fragaria,

si mi nariz enrojecida de frío

o tumefacta de agobio por el calor,

o fuera atractiva y carnosa

como ese jugoso fruto,

me dejaría atrapar por tus sensuales labios

y desaparecería para siempre

en el interior de tu ser.

 

Si yo fuera una piedra,

si fuera para ti una piedra preciosa,

me pediría ser un aguamarina,

eclipsarme sin más

en el caudal de tu vitalidad existencial

y desaparecer en el torrente de tu ser,

sin la menor valía, como pez en el agua.

07 septiembre 2022

EL ESPERADO VERANO



Siempre es virulento y seco el verano,

también esperado y arrebatado:

escasez de agua, fuegos por doquier…

Lo recibimos contando los días

como el preso cuenta hacia atrás

los que falta para su cumplimiento.

 

Aunque no al alcance de todos,

quien puede permitírselo puentea el clima

y siente en su cuerpo la sensación que desea,

sin esperar a que se abran los cielos para todos.

 

Los veranos de mi infancia

debían ser tan calurosos como el presente,

pero nadie contaba con medios para manipularlo

y todos tan contentos como sudorosos.

 

Más que por el calor o el frío,

las estaciones venían marcadas por los frutos,

y en frutos el verano siempre fue generoso.

Todo comenzaba con las peritas de san Juan,

seguidas de cerca por ciruelas,

albaricoques y duraznos, para luego

ser pródigo en higos chumbos, melones y sandías.

 

Las casas olían a frituras

y el pisto era el rey de la temporada;

como hoy viene todo del super,

todo viene envuelto en plásticos

y todo es igual de insípido.

 

Entre agosto y septiembre, las uvas,

y también los higos en el pasero

meditando el invierno, y las granadas

creando una corteza de pergamino

para perpetuarse en todo su frescor.

 

Hoy hemos renegado al sabor

por la abundancia, y masticamos sin saborear,

como tampoco gozamos de lo que tenemos

porque el tener y acumular no se sacia nunca.

11 mayo 2021

DULZOR DE LABIOS



Hay sabores que antes del trasiego

bucal hacia los adentros

te besan los labios

y te dejan la impronta

de un sabio sabor

que sella en los sentidos

un regusto sabroso

que va mucho más allá

de la identidad intrínseca

del placer de los alimentos

 

Piensa, lector, en la revolución gustativa

cuando pelas una naranja,

antes de la fruición

de morder sus gajos

y la inundación subsiguiente.

 

Recuerda el estío, la sed

que no se apaga

y la leve tumefacción de tus labios

al acercarles un higo abierto

que se ofrece en intimidad

y deja un denso dulzor

que no empalaga.

 

Ahora de ofrezco enfrentarte

a una granada escarlata

como el color de la boca amada,

a una multiplicidad dental

con su dulzor mozárabe

y su contrapunto de acidez

que invita a un festín que no acaba.

 

Y todo ello, sin desdeñar

los labios amados,

fuente donde se sacian todas las apetencias.