Dime que sí,
afírmame con un gesto,
con un guiño,
o con una única sílaba,
y recogeré para ti un cesto repleto;
el castaño sentirá la gracia de su don
y de serte útil con su encarcelado fruto,
y también yo ofreciéndotelo.
El viento de octubre es caricia
que silva armónicos
entre las ramas y las púas aceradas,
esas que guardan celosas sus dádivas
e invitan a la cercanía
y a crear vínculos de pertenencia.
Dime que sí,
un sí rotundo,
a ser posible sonoro,
y daré mi empeño por colmado,
pues tu contento es mi dicha y mi alegría.
que lindo...ofrecer dicha y alegria a la persona que se ama..de la misma manera que lo relacionas al castaño que ofrece sus dadivas...y como se antojan esas castañas asadas en el invierno!!!...bsss
ResponderEliminarSeguro que te dieron el si y te sentiste muy feliz y yo me alegro mucho por ambos. Saludos
ResponderEliminar'Te agigantas ante mi pequeñez,
ResponderEliminarlo reconozco,
pero no quiero callar la emoción que siento
ante tu obra y tu sin par talento."
🌹
Un rotundo si, que habrá marcado toda tu vida.
ResponderEliminarUn abrazo.
Imposible hubiera sido que no te diera el sí con esos versos de tu hazaña.
ResponderEliminarAbrazos.
SÍ
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