27 octubre 2024

VISTO Y NO VISTO

 




Tenía una bella sonrisa, breve

como apacible tarde de otoño,

una mirada intensa y femenina

capaz de envolverte

en la nebulosa de un chubasco,

en la chispa eléctrica de una tormenta,

o en la ilusión de una aventura

con un largo destello de luz

de su mirada celeste

y darle un mordisco al tiempo

sin llegar a rozarte.

Cuando todos duermen

ella es presencia viva,

traviesa que trasnocha

y hace malabares con los usos

a fin de que duermas una hora más.

Tenía una bella sonrisa, breve…

Un visto y no visto.

8 comentarios:

  1. Yo me he despertado una hora antes. No se cuando se acabará esta chorrada del cambio de hora.
    Un abrazo.

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    1. No conozco las cuentas, pero a mí me da que bien poco es el ahorro y mucho más el trastorno.
      Un abrazo.

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  2. Intuyo que la sonrisa era del color del oro o del palosanto, ocre de otoño, como las hojas que caen para fertilizar el suelo.
    Buen poema.
    Saludos

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    1. Ya sabes que los autores siempre guardamos un comodín en la manga, pero por ahí van los tiros. Muchísimas gracias por tu presencia en mi blog, Francesc.
      Un abrazo.

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  3. El reloj digital de la muñeca y el del móvil se actualiza automáticamente, pero el reloj de cocina, el de la radio despertador, microondas y reloj de pared, hace falta un rato para ponerlos a punto. El reloj de pared, me ha dado pereza cambiarlo. Tengo que subirme en una escalerilla y pararme en cada hora, para que suenen las campanadas, de esa manera, se tarda bastante tiempo.
    Un abrazo.

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    1. También es bello vivir la añoranza de que suene el reloj de pared con horas del pasado. ¡Déjalo como está y no hagas circo por ponerlo en hora! ¡Cuídate!
      Un abrazo.

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  4. Así es la vida, un visto y no visto.

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