17 octubre 2024

ATARDECE

 




Llegada la cima de la tarde,

el sol sangra su esfuerzo diario

por las heridas abiertas del tránsito.


El cielo se impregna de su ahínco

y la mar lo disuelve y deglute

hasta asimilarlo en su seno.


Sobre el horizonte una visión deformada

que limita su obstinado desafuero

como trampantojo tenaz y engañoso.


En la arena, alisada por el poniente,

el tintado de luz del astro en retirada,

y sobre la arena, tu huella indeleble

acentuando tu dolorosa ausencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario