03 octubre 2024

SERVICIO DE GUARDIA

 




En el silencio

de mi cuarto a oscuras,

mis ojos siguen los pasos de mis hijos

por esos caminos

del pan nuestro de cada día.


En mi despertar,

reconozco el sonido amortiguador

del tren de aterrizaje,

el rodar metálico del trolley

y la fila con pasaporte en mano,

el hotel siendo recepcionados

y en mi lugar era a la inversa.


A oscuras, la vida se parece

a un celo de imaginaria,

como recuerda una fotocopia

a su desubicado original.


Quizás me he impacientado

esperando buenas nuevas,

pero no es fácil desenganchar

y dejar de ser padre.

1 comentario:

  1. Los niños/as (hijos/as) lo son mientras los padres vivamos y los tratamos, a veces sin darnos cuenta, cuando son adultos, como niños.
    Un abrazo.

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