11 octubre 2024

PALABRA

 




Una palabra pronunciada

es una piedra que lanza el hondero,

una tesela que encaja con sentido propio,

dotada de significado

y arropada en su propio significante.


Algunas son agrimensoras,

con su sentido de distancia,

de altura o de profundidad,

de calado social o de tubo de ensayo,

pero ninguna huera ni sorda.


Las hay desconocidas o poco frecuentes,

pero cada una tiene su misión específica

y su significación en el contexto.


Es como una nota musical, con su tempo,

su armonía y su función relacional,

dentro del discurso.


La palabra, expresión mínima

de dicción y sentido completo,

se arropa en el compendio

que le sigue y le precede

y con mucha más luz que un sonido fortuito.


Olvidar palabras es como extirpar

órganos fundamentales de su función vital.

Callar es asistir al sepelio

de todas las palabras,

como toma de decisión irresponsable.

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