Un cometa es una estrella
muy tímida, se azora con prontitud
y hasta llega a angustiarse
por cualquier nimiedad.
Esa noche estaba el cielo
cuajado de fulgores, despejado y rotundo;
entre lo recóndito y lo oscuro
surgían a lo lejos ejércitos de puntos luminosos
que se multiplicaban en cascada
y lo llenaban todo de misterio.
Desde su recogimiento interior,
notó cómo se avergonzaba
y el pavo le subía a su rostro
sin poder disimular su acaloramiento:
se le encendió el rostro,
se soltó el cabello
y salió de su escondrijo a toda velocidad
como no lo había hecho
por más de setenta años.
Su cola de fuego y luz
será recordada, al menos,
por otros quince largos lustros.
Bello poema a ese brillante cometa y que tanta ilusión hace cuando podemos ver alguno brillar en la noche. Saludos
ResponderEliminarEs verdad que han pasado muchos años desde mi infancia, pero apenas nada para el ciclo de la naturaleza. En cambio ahora cuesta ver ese cielo iluminado de estrellas que se veía entonces.
EliminarUn abrazo.
Seguro que lo habrás visto desde tu ventana y esa buena motivación, te ha hecho escribir ese precioso poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
La motivación no ha sido tan directa, ya que ahora se asoma uno por la ventana y no se ve el firmamento, hemos creado otro artificial a bese de muchos watios, Antonia.
EliminarUn abrazo.
Contemplar el firmamento, nos despoja de todas las tonterñías que llevamos dentro.
ResponderEliminarAl menos nos hace posicionarnos en la tierra y apreciar lo poquísimo que somos.
EliminarUn abrazo.
Has personalizado al cometa Halley, Francisco...Todo tiene un sentido, cuando sale es que llegó su momento. Como las Perseidas o Lágrimas de S.Lorenzo, meteoros que nos sorprenden en julio y agosto...Muy bueno. Mirar el cielo, como dice Tracy nos hace mucho bien...nos acerca a la humildad.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable siempre.
Y qué pequeños y poca cosa somos, María Jesús. A mí me sobrecoge saber que para los científicos de la NASA solo conocen apenas un 15% de lo que debe ser el Universo. En la distancia somos como una molécula apenas imperceptible.
EliminarUn abrazo grande.