06 octubre 2024

ROTUNDO SILENCIO

 




Ningún gesto,

ni tan siquiera una palabra

de asentimiento ni de rechazo.

El deseo es una pregunta no formulada

que se manifiesta en el otro

por voluntad ajena,

tanto si la acaricia como si la ahuyenta.

Surte la carne como surte un manantial,

de forma plenamente natural,

a borbotones, con impulso irrefrenable.

Como surge la primavera

tras la efervescencia de la savia dormida

y remonta las cavidades internas

hasta sonrosar la piel

y revestirla de galanura.

En una mirada fugaz

puede habitar la confirmación,

en el roce de las manos

el calambrazo que ratifica el abastecimiento,

y en la mirada la avidez que despierta

de un largo sueño.

Aunque tenga que seguir

trabajando largamente la espera,

indícame que voy por buen camino.

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