29 abril 2024

ADVERSIDAD

 



Una delgada línea coyuntural,

el visto y no visto de la contrariedad

cuando llega sin tarjeta de visita

y se auto invita.


Esa congoja que constriñe

por debajo del índice de los soportable

y se hace coca, y se anuda a la garganta

como bufanda, como aurora opaca

que se acomoda en hombros ajenos

y acaba por ajarlos o destruirlos.


La adversidad es eso,

ese cuchillo romo que saja

y abre en canal las entrañas

como material traslúcido

en la clausura de lo íntimo.


La adversidad es esa penuria que aflige,

esa derrota en la intimidad

silente de lo oculto que trastoca la vida

y la pone en vilo como mirada que niega

y fríamente rechaza.

28 abril 2024

PARA SER OLVIDO

 





Al pasar, con el roce,

se despertó la albahaca

y se extendió su aroma

con la mansedumbre que se expande

el aceite derramado y lo unge todo.

En la hermosura del hibisco

que ayer era plenitud,

hoy duerme el sueño truncado

de una vida demasiado efímera,

que se renueva en la rama vecina

y se imagina el esplendor que sospecha.

En la vereda que lleva a la colina,

el esfuerzo de aquellos que me precedieron,

los sueños de gloria que a veces

se quedan en sudoroso ensayo

y las sorpresas que ofrece

cada uno de los recodos del camino.

En la memoria del mayor

que dormita en breves cabezadas,

algunas lagunas que la hacen frágil

y una historia más que se evade

por algún lugar insospechado para ser olvido.

27 abril 2024

LUNA LLENA

 





Un sol difuminado, un sol nocturno,

redondez perfecta y brillo sin fulgor.

Su silencio esconde un secreto cómplice

de confidencias inconfesables.

Sabe de amores y de infidelidades,

pero calla. Calla y guiña por fases,

como quien socarronamente advierte:

su silencio es archivo de su complicidad.

La luna llena es luz no estridente

y serena, candil para los caminos,

guía y celestina de amores ocultos,

también de los lícitos y confesados.

26 abril 2024

EL DESEO

 





La puerta. El deseo es la puerta

que da acceso a la insatisfacción,

esa fuga por la que nada se colma

por mucho que sea el bienestar.

El deseo. Ese insaciable

que desconoce el significado de suficiente

y, en consecuencia,

en lugar de henchir

descubre nuevas apetencias y debilidades

en código de ansias.

El que tiene veinte quiere tener treinta

y el de los cincuenta quiere tener cien.”

Para el deseo no existe el otro.

Bueno, existe pero como objetivo

de todos sus bienes.

La voracidad del hombre

está en proporción a su deseo

y éste es el inhibidor de la conciencia.

25 abril 2024

CANTINELA

 





A hoy le debe seguir mañana,

pero le sigue la cantinela,

una calcomanía del hoy,

como a la una le sigue las dos

con su mismo sol ardiente: cantinela.

Mañana volverá a ser una copia,

idéntica letra: cantinela.

Algunos madrugan mientras reniegan,

otros reniegan y llegan tarde;

los viejos se desvelan

porque han dejado de soñar:

todos los amaneceres son idénticos.

Los jóvenes aplican las fórmulas aprendidas

y no le salen las cuentas:

la misma cantinela. Siguen

viviendo en casa de sus padres.

Así, mañana, torpe cantinela,

sigue con letra y música de ayer

para no acabar nunca de ser mañana.

24 abril 2024

CONCIERTO

 



Se hace un silencio expectante

y todavía no se ha levantado el telón

cuando el concertino repite una y otra vez

la nota 440: cuerda, metal, madera…

Una pausa seguida de un aplauso

recibe al director que se dobla

reverenciando al respetable.



Un silencio profundo anticipa

el primer gesto con la batuta

y una secuencia de notas,

como en caída libre en el torrente,

acaricia los oídos de la concurrencia.



Los ojos entornados muestran la visión interior

y conducen hacia el pensamiento del compositor

con el intimista mimo

de lo cuidadosamente creado.

Con un leve descanso, casi dos horas

transportándonos al paraíso de lo idílico.



Hay viajes que se anuncian a la estratosfera,

eso que muy pocos pueden pagar,

pero la música es el salvoconducto

que nos transporta al Edén,

sin movernos tan siquiera un grado de latitud

ni tampoco de asiento.

23 abril 2024

ELEMENTOS


 

El hombre, manipulador

que se complace en cambiar el paso

al desfile ordenado de lo creado,

en trastocar el equilibrio inicial

subvirtiendo cuanto toca.

 

Tierra, alimento, sustento, lecho,

despensa y granero, silo y firmeza;

pero a fuer del maltrato evidente,

ruina que se anuncia sin oír el clamor

clarividente de trompas y clarines.



Agua, manantial intervenido e impuro,

arroyo pestilente y río contaminado;

mar basurero, tumba, cloaca salina,

que no salerosa.



Fuego, ardor de vísceras y resentimientos,

quema indiscriminada de rastrojos

y de aquello que se lleva por delante,

incredulidad y despilfarro,

incineración del sentido común,

rayo que raya, que araña el alma

que saja la médula de la cordura.



Aire, soplo, brisa, viento, vendaval,

gradación que arrasa, pirueta

que transporta al naufragio inverso;

cielo imposible de alcanzar, caída libre,

paz transportada, mudanza, desorden,

trashumancia forzada y batacazos.



Cuatro elementos:

cuatro armas en manos inapropiadas.

22 abril 2024

EL NIÑO

 



Tú que eres el candor

y la belleza plena,

la inocencia en grado superlativo.

Tú que bebes como quién juega

y juegas con el jugo de los besos maternos.

Tú que sigues el curso

de las cucamonas sin malicia

y te reflejas a plenitud

en una mirada limpia.

Tú que eres la perfección

en tamaño reducido

y no conoces la perfidia.

Tú que todavía, un copo de nieve

ardiente e inmaculado,

eres la esencia que ya conjugas

presente y futuro.

Tú que eres la esperanza

de la generación futura,

aprende de mis errores

y mantente por siempre potable

en el cauce del arroyo que vives,

sin pensar a qué mares irán tus aguas.

21 abril 2024

SER MADRE

 


Ella es un arrullo continuado

y también una carantoña

como primeros auxilios.

Mira. Todo lo ve desde su guarnición.

Observa. Mira continuamente

desde el rescoldo de saberse irreemplazable

en un derroche que no se colma.

Canturrea los llantos,

también los berrinches,

desinfecta las heridas con saliva de sus labios,

seca lágrimas y, si se tercia,

limpia babas y mocos a un tiempo

y todo lo remata con un beso.

Ella es una copla que cambia de letra,

pero no de melodía.

De cuando en cuando un arrumaco,

sin dejar de hacer sus tareas

ni delegar la guarda y custodia.

Un llanto es una alarma,

pero ella sabe distinguir

la rabieta del hambre o el sueño.

Es la hora. Ella nota la pulsión en su seno

y, como si se encontrara

en un lugar recóndito,

saca un pecho de entre blondas ceñidas

y el bebé acompasa la respiración al instante

para no atragantarse.

“Madre no hay más que una

y a ti te encontré en la calle”.

20 abril 2024

AMANECE

 


Amanece. La luz se despereza

titubeante y con la tibieza de la duda,

con la timidez de haber olvidado

el itinerario del día anterior.


Por entre los chopos,

badea el arroyo, salta los trancos,

se columpia por las copas arbóreas

y poco a poco gana en intensidad.


Todo está donde ayer,

pero todo es novedoso, osado a veces

y siempre esperanzador.


Vuela un pájaro que no identifico

y, en sus arabescos, describe,

como emulando mi mirada,

mis mismas dudas de ayer

en el bajorrelieve del hoy.


La brisa hace sones silbados

por entre las agujas de los pinos

y se demora gustándose,

recreándose en el roce

con el cosquilleo de un mañana.


Todo es nuevo. Todo un estreno repetitivo,

bajo el guion de una antigua partitura

que conduce a las manos del Creador.

19 abril 2024

DESPERTAR

 


Amanecer a una nueva luz

en la sala de despertar,

salir del murmullo de la nada

para detentar la vida

desde esa novedosa dimensión:

palparse, confrontar la medida del ahora

y saberse a este lado de la Estigia.

En esta ocasión,

el funambulista no ha perdido el equilibrio

y volverá a tropezar, quizás,

en las mismas piedras.

18 abril 2024

GERANIO

 


Común, como un sustantivo anodino,

como una señal de tráfico

a la que nadie presta atención

y habita el reino de lo popular.

En sí, es un grito inodoro,

un rubor encendido en medio

de un sortilegio abigarrado y verde.


Un destello, una sonrisa encarnada

que se asoma por entre los hierros

de una verja o hace equilibrio

en el barandal de un balcón

permanentemente asomado

en el que gallardamente se recrea.


Un brochazo ágil y espectacular

que separa el grano de la paja,

que vislumbra, entre lo cotidiano,

salseando y sorteando lo exclusivo

con la fragilidad de lo efímero.

17 abril 2024

GIRALDILLO

 





Virtuoso de los vientos,

de todos los orígenes

y hacia todos los destinos.

Lidiador de las alturas,

desde la cota de tu privilegio

insigne revoltillo─

oteas la rosa de los vientos

con la misma agilidad

que un mortal torpemente parpadea.

Seguro que también sientes

que hay una pulsión que te estremece

cuando la dama de noche,

el jazmín o el azahar

eleva vaharadas hasta tus pituitarias,

hasta la cota de tu empoderamiento.

Mas no te rindes, y cabalgas,

y galopas, según la intensidad,

mientras recreas la mirada

desde el Aljarafe a Palmete,

desde el Parque Alcosa a Heliópolis

como quien guiña a la engalanada que pasa.

16 abril 2024

ABSTRACCIÓN

 


 

Abstracción: las altas temperaturas,

el estío, el sopor de la inacción,

lo reiterativo de los noticiarios,

los medios tan machacones y tendenciosos,

los políticos arrimando el ascua

a propios e incondicionales,

el duermevela de la sobremesa

el sudor emulando una cascada,

una ducha inagotable y fértil…



Abstracción: el sextante de la siesta,

el paréntesis de una realidad en paralelo

que se salió por la tangente

y acabó indemne, totalmente abstraída.

15 abril 2024

AZAHAR HELADO

 

 

Tenías aromática sonrisa de azahar

y una mirada de terciopelo

que se selló de forma imperecedera

en el pergamino soterrado de mi alma.

Un día, ya distante,

viniste con voz entrecortada,

la tristeza por toquilla

y nos contaste que un cirujano

quería hurgar en la intimidad de tu seno

con la promesa de una reconstrucción

que a todos sería imperceptible.

En la trigonometría del galeno

barajó de forma tangencial seno y coseno

y acabó en un bombardeo químico y sistémico

que terminó por despeinarte

como se avienta una parva

con viento desaforado.

Seguías siendo bella

y la juventud como radical eterno de tu ser.

Con la peluca te volvió la sonrisa

y un destello de esperanza

iluminó tu cara de porcelana.

Sin mirarte, sin palparte,

echabas en falta medio globo terráqueo,

la asimetría femenina de tu estética,

y el vano estéril fue para siempre

un vacío inexplicable.

La ciencia te dio esperanzas

y en el barbecho de tu cuero cabelludo

se comenzó a vocalizar la dormida simiente

como un fértil campo de trigo.

Tenías una sonrisa de azahar,

pero la lluvia que un día mojara tu pecho

fue inundación invasiva

que se extendió por todos tus dominios

hasta dormirte

y a mí me heló el alma para siempre.

Era, y lo sigue siendo hoy, un arrebato.