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04 noviembre 2022

LA MAR DE COSAS



Recuerdas aquel día,

─como otras veces─

aquella mañana de otoño,

cuando surtía de mí

mucho más

de lo que en mí cabía

e iba lamiendo las laderas?

¿Lo recuerdas?

Yo era un torrente en crecida

que iba desbordado hacia ti,

que arrasaba

con cuanto encontraba a mi paso,

lo acunaba en mi seno

y le iba sumando elementos

de lo más variopintos:

coches abollados, contenedores,

tapas de alcantarillas, gatos, perros,

un jumento con muchas mataduras

y otros animales sorprendidos

por mi brazo hostil;

alfombras y mesitas de noche,

jaulas sin pájaros y peceras sin peces

que dormían la dulce espera;

piedras, lodos, enseres no clasificados,

flores marchitas, loza rota,

cascotes de una tapia

que había perdido el equilibrio…

Millones de suspiros

y un centenar de afonías desmayadas…

Ahora soy cauce seco,

pero todo cuanto encuentro

te lo entrego a ti

en tu aposento salino

por quien muero.

02 septiembre 2022

MAGNOLIO





Mientras ella se prende

una airosa biznaga en el pelo,

hacen guardia frente a mi terraza

un par de magnolios, cuyas bombas de mano,

amenazan con una explosión perfumada

en el blindaje verde que aguarda

con la espoleta amartillada.

 

Escala el muro, sube hasta mi planta

y hace un simulacro de victoria,

coreado por la brisa en sus ramas

y por las carnosas hojas verdes a coro.

 

Es la hora mayúscula del silencio,

los aspersores silbaron su sintonía

cuando se recogía la luna solícita,

cediendo protagonismo a la luz solar.

 

Lentamente, el día toma posiciones

y la luz desvela algunos secretos.

Una mano invisible ordena lo bello

y hasta el jardinero es sorprendido

y superado en su capacidad ornamental.

 

Hay un deseo que se conjuga

donde no interviene la mano del hombre,

una incógnita con nombre de misterio

que todo lo perfuma y engalana:

ese que ni racionaliza ni interpreta.

01 marzo 2022

UCRANIA



En los supermercados no queda de nada,

los estantes están desguarnecidos

y la caja abierta ilustra la hecatombe;

mujeres, niños y mayores

habitan la clandestinidad del subsuelo

y duermen sus pesadillas con música de metralla.

Un fantasioso fuego cruzado de propaganda

desorienta a la verdad

y se entroniza en el alarde la apariencia

tratando de desmoralizar con grandes titulares.

David, a su inexperiencia,

le suma los rudimentos del pastor de ovejas;

Goliat, tras el sueño de un paseo triunfal,

─herido en su prepotencia─

se le indigestan los cálculos biliares

y amenaza con recurrir a fuerzas de disuasión nuclear.

Todos ocultan la sangre con silencio profundo,

pero las heridas no dejan de supurar

vidas que se apagan.

El teatro del mundo mira desde la platea

y amenaza con quitarle al grandullón

la paga de los fines de semana:

está obcecado, huele a sangre y no se sacia,

quiere aplastar al enano

y someter a su rebaño;

seguro que terminará por alcanzar el objetivo,

pero el muchacho no se ha mordido la lengua,

aunque la tiene morada y mordida de impotencia.

 

28 febrero 2022

ENEMIGOS DE LA GUERRA



 

El labriego que siembra esperanzado

y entorna los ojos musitando

la sinfonía de la lenta germinación.

El que abriga su soledad con tintes de esperanza

y deshoja una margarita conjugando el futuro.

El que agradece la lluvia y hace sones rítmicos

con el chapoteos de sus pies descalzos,

emulando la infancia que no quiere borrar.

El que descubre el placer de las relecturas

y se orilla en los márgenes y en los subrayados.

La mujer en cinta, colmada de esperanza,

mientras acaricia a futuro la curvatura de la felicidad.

El estratega que hace trabajar a sus meninges

tratando de colocar el seis doble,

mientras saborea el café de sobremesa.

El poeta que recela de la fase menguante de la luna

como de una taza desportillada.

La mujer y el hombre que atesoran sueños

y los salvaguardan en castillos de naipes.

Los que no tienen nada que ganar ni perder,

porque es a ellos a quienes les va la vida

en las garras de la guerra.

21 octubre 2021

EL DISEÑO



 

Un madero puede ser

cepo de esclavitud

o tabla de salvación,

amparo, refugio o pira.

 

Los mismos brazos que abrazan,

que aman, que miman,

pueden maltratar;

la misma boca que besa

sabe proferir insultos

y amenazas.

 

Con la misma espada

se defiende o se ataca,

con el mismo acero bélico

se pueden forjar arados,

podaderas o juguetes.

 

El bien y el mal no residen en la materia

sino en el diseño,

en el destino último

que el hombre le haya asignado.

24 septiembre 2021

SHAMSIA, IMAGEN DE SÍ MISMA

 

Dibujo de Shamsia Hassani

Pintora afgana

 

 

Shamsia, imagen de sí misma,

ella es una caracola musical en el oído

abierta a todas las melodías,

unas pestañas que se pliegan de pudor

como se bajan las persianas

o se corre el visillo para salir del baño;

pero también unos ojos vivos y atentos

a toda expresión del conocimiento,

por eso se empeña en sacar su arte de la universidad

a calles y plazas, a cualquier rincón

donde pueda hacer partícipe

a quienes pasean las calles sin rumbo,

a ciegas y sin un por qué,

sin cuestionarse los caminos

y el fundamento de las lindes y las limitaciones.

Shamsia es expresión de modernidad

en la almoneda de una sociedad

que mira con añoranzas por el retrovisor.

Shamsia Hassani, profesora universitaria,

militante del saber para por y para el pueblo,

imagen de sí misma.

23 septiembre 2021

UNA MOLÉCULA

 

Dibujo de Shamsia Hassani

Pintora afgana

 

En medio de la masa anónima,

envuelta en la turba anodina

de la corriente de agua,

una molécula,

un acento diacrítico

que le da sonoridad y sentido

a la máscara de tanto anonimato.

Shamsia Hassani no es común

y hasta envuelta en lo anónimo

de un uniforme impuesto

destellan sus noches de insomnio,

el estudio y la lectura

al que ha dedicado incontables horas.

No lleva el pie cambiado,

pretende cambiarle el paso

a su generación y a su género

y sacudirse la opresión y el menosprecio

de ese otro tiempo que se quiere perpetuar.

En medio de la masa anónima,

envuelta en la turba anodina

de la corriente de agua,

una molécula…

22 septiembre 2021

NI PIES NI CABEZA

Dibujo de Shamsia Hassani

Pintora afgana

 

 

No tiene sentido.

Nada de lo que les pasa

tiene pies ni cabeza.

La vida es evolución, es progresión infinita,

un mundo que prospera

y cada día crece la cifra de universitarios,

de personas de ciencia

que cultivan el saber, la filosofía, las artes,

la historia, el periodismo,

que cuidan de la salud física y emocional del resto.

La mujer había accedido a las proximidades

del hombre proyectando una sombra radiante

que le daba sentido a la creación misma.

Shamsia fue a la Universidad,

las niñas habían dejado las tareas auxiliares del hogar

y daban sus primeras cabriolas del día

camino de la escuela;

pero de repente volvemos a las pesadillas

de la noche medieval interminable,

al cenizoso rincón del hogar

para ser sirvientes de los apetitos de ellos.

No tiene sentido.

Nada de lo que les pasa

tiene pies ni cabeza.

21 septiembre 2021

TULES Y BLONDAS

Dibujo de Shamsia Hassani

Pintora afgana

 

 

Algunos se extrañan de que Shamsia

resista tras sus barrotes de tela

y encima sean abundantes sus vuelos acrobáticos

e infinita su creatividad;

es así como logra dejar boquiabiertos

de admiración a los distante occidentales

y como ella logra volar por encima

de los imponderables.

 

Hay un abismo entre la coraza que los demás ven

y los tules, guipur y blondas

con los que ella se siente revestida y adornada.

 

Cuando entorna los ojos

y palpa la caricia de la brisa

se inicia el deshielo de todo lo material

y comienza en su mente el proceso creativo

en el que crecer y desarrollarse

más allá de sí misma.

 

Para el común de las personas,

esas fieras vestiduras

logran someter sus cuerpos

y torturar sus mentes,

pero el alma de Shamsia

tiene recursos inimaginables

que ni la clarividencia sabe procesar.

20 septiembre 2021

AL ALCANCE DE UN SUEÑO

Dibujo de Shamsia Hassani

Pintora afgana

 

 

Duerme poco, pero sueña,

Shamsia sueña como sueña un creador

antes de dar forma a su obra y verla culminada;

entorna los ojos y ve cómo le crecen alas

con las que surcar los aires y traspasar fronteras.

 

No piensa en sí en exclusiva

y ha llegado a sentirse puerta de embarque

para las muchas personas indefensas

de su mismo habitat.

 

Vinieron unos salva patrias ajenos

hasta que se desacomodaron

y les han dejado con la miel en los labios

y la sentencia firme de los recalcitrantes.

 

Desde la visión de un sueño,

encaramado allá en lo alto,

la tierra es ese habitable agrícola y forestal

─a veces urbano─

en medio de los mares;

una unidad que carece de fronteras

y está surcado de caminos.

Pero los sueños, sueños son

y la testaruda realidad es esta testuz cerril

que gobierna por la exclusión

y selecciona según el pensamiento único.

19 septiembre 2021

DOBLE AMENAZA

Dibujo de Shamsia Hassani

Pintora afgana

 

 

Más que placidez,

vivir es un riesgo certero,

pues traemos el sello del tránsito en los genes

como nómadas en circulación.

 

A veces un gozo,

pero otras un verdadero tormento,

un camino tortuoso entre espinos

que sajan y matan.

Shamsia lo sabe y tiñe el aire

con los sones que le brotan de su corazón,

a veces de euforia y otras

de un dolor extremo que le asfixia.

 

Entre la audiencia,

el Covid a su libre albedrío,

silente y en progresión geométrica,

en vigilante vigilia.

No. No amenaza, hiere de muerte

y a quien escapa de esta celada

las desalmadas armas de esos gallos de pelea

que se han apropiado del corral

apuntando sus armas.

 

En el corazón de Shamsia, los arpegios opacos

a los que las cuerdas de su instrumento se resisten

en un bucle de retorcimiento;

en la visión de futuro un laberinto sin salida,

en su ánimo, la noble tarea

de seguir siendo cigarra hasta el último suspiro.

18 septiembre 2021

MADRE DE LOS ESTALLIDOS

Dibujo de Shamsia Hassani

Pintora afgana

 

 

Ella se asombra al saber

que el mundo está alarmado

por una pandemia que mata en silencio,

para la que los países poderosos

ya disponen de vacunas

y hasta tienen que insistir a la gente

para que la inoculen gratuitamente.

 

Hace tiempo que no sonríe.

Hamasa dejó de sonreír cuando

quienes vinieron armados hasta los dientes

anunciaron que se volvían a casa

con el rabo entre las piernas

y dejando tras de sí mayor mal del que encontraron.

 

Hamasa no sonríe porque sabe

que la sangre que salpica a su alrededor

pronto se mezclará con la suya

y será huella en el suelo

que acabará por ocultar la tierra.

 

Hamasa solo espera

la madre de todos los estallidos

para desaparecer y ni siquiera ser recuerdo,

pues los suyos ya le han precedido.

17 septiembre 2021

ELLA ES LUZ

Dibujo de Shamsia Hassani

Pintora afgana

 

 

Luz. Ella es luz

y quiere dar luz a la obstinación

de un tiempo que se quedó dormido

en el Medioevo como hibernado.

 

Sumisa, silente, sin atreverse a imponer,

tan solo a sugerir

que otros medios han de llevarle

a otra vida más próspera e igualitaria.

 

Luz. Ella es luz

y en luz se ofrece dialogante,

pero él le replica desde lo alto

con la fiereza de un arma repetitiva

que en lugar de a la vida

lleva a la ceguera de la muerte.

16 septiembre 2021

CERRADOS LOS CAMINOS

Dibujo de Shamsia Hassani

Pintora afgana

 

 

Se han cerrado los caminos,

todos los portillos están atrancados

y la escalera de casa tan solo me ha elevado

al término de lo imposible.

 

En tanto no violenten la puerta

y hagan la saca,

─seguro que sucederá─

la esperanza es una mariposa tintineante

que alumbra la marchita mañana.

 

Mi alma está madura,

pero mi estómago vacío

y vacías las reservas de aliento

sobre los que levantar un castillo

y soñar en la supervivencia.

 

Se marchitaron los sueños,

se fueron escurriendo como aguas de lluvia hacia el arroyo;

una máquina de guerra monta guardia

blindando la salida. No hay escapatoria,

como tampoco queda espacio

para seguir soñando:

se han cerrado los caminos.

15 septiembre 2021

LA ESPERA

 

Dibujo de Shamsia Hassani

Pintora afgana

 

 

El sueño de la aldea común se desmorona

con la salida sigilosa del último gringo.

De repente se apagó la última luz

y ni siquiera queda aceite en la alcuza

para vislumbrar cómo desenvolvernos.

 

Los belicosos se han ceñido las cananas

y hacen alarde del poder que dan las armas;

ahora patrullan las calles con redoblado pavoneo

y buscan a los soñadores de un mundo mejor

en listados y delaciones.

 

Quedo esperando. Sigo esperando.

Soñaba con salir y no fue posible;

la eventualidad de integrarme en otra sociedad

donde ganarme el sustento se ha viciado

y es hoy por hoy una quimera.

 

Alguien llamará a mi puerta y no podré resistirme:

el virus del entorno es todavía más letal

que esa amenaza mundial que persiste.

14 septiembre 2021

GESTACIÓN

 

Dibujo de Shamsia Hassani

Pintora afgana

 

 

Afsana gesta entre sus manos una ilusión,

un castillo de sueños que ha llegado a palpar,

una aventura que le brota en las entrañas,

se eleva por las raigambres como un tallo de geranio

y florece incontenible para dar fruto.

Ella quiere creer en los sueños

para que no se frustre lo que vislumbra en otros horizontes

para todos sus hijos.

 

Es tan firme el deseo,

tan profundo y vehemente,

que el barro presenta incontinencias

para la misión que le asigna.

En su mente, una floración azul con irisaciones,

como azul es la cúpula que cubre todas las tierras;

por eso la huida, sin saber dónde

sino allá donde el destino la conduzca,

donde ella y los suyos puedan

sudar el pan de cada día.

 

En los ojos entornados de Afsana,

entre sus manos, el globo terráqueo;

en su corazón, el sueño de una vida menos violenta.

13 septiembre 2021

MI MÚSICA

 

Dibujo de Shamsia Hassani

Pintora afgana


 

Para ti es mi música,

pero también para él, y para ella,

para nosotros todos,

para aquellos que me quieran escuchar.

Quiero cantar a la dulzura de los sentidos,

en especial al oído atento,

pero también a todo lo sensorial.

 

Partiendo de mi poquedad,

de la escasez de recursos y dotes recibidos,

quiero hacer partícipe de estos sones

a todas la criaturas que quieran escucharme;

a los que aman la música y a los que la desconocen,

a quienes la valoran

como a aquellos otros que la desprecian.

En especial a quienes miran con ojos limpios,

pero también a los aviesos, a los rabiosos,

con la esperanza de que sea bálsamo

que les transporte al núcleo de sus sueños.

 

Mas la última explosión,

aunque no me ha desgajado el cuerpo,

y tampoco la ilusión

de dar un sentido trascendente a mi canto,

─junto a innumerables vidas─

se ha llevado parte del teclado

y eso me obliga a reducir la escala musical,

y a redoblar la esperanza

en que un mundo mejor es posible.