04 noviembre 2022

LA MAR DE COSAS



Recuerdas aquel día,

─como otras veces─

aquella mañana de otoño,

cuando surtía de mí

mucho más

de lo que en mí cabía

e iba lamiendo las laderas?

¿Lo recuerdas?

Yo era un torrente en crecida

que iba desbordado hacia ti,

que arrasaba

con cuanto encontraba a mi paso,

lo acunaba en mi seno

y le iba sumando elementos

de lo más variopintos:

coches abollados, contenedores,

tapas de alcantarillas, gatos, perros,

un jumento con muchas mataduras

y otros animales sorprendidos

por mi brazo hostil;

alfombras y mesitas de noche,

jaulas sin pájaros y peceras sin peces

que dormían la dulce espera;

piedras, lodos, enseres no clasificados,

flores marchitas, loza rota,

cascotes de una tapia

que había perdido el equilibrio…

Millones de suspiros

y un centenar de afonías desmayadas…

Ahora soy cauce seco,

pero todo cuanto encuentro

te lo entrego a ti

en tu aposento salino

por quien muero.

5 comentarios:

  1. Cuidamos algo nuestras playas para seguir viviendo de un turismo barato, pero nuestros mares interiores (lagos, lagunas, ríos) los tenemos abandonados.

    Un abrazo.

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    Respuestas
    1. ...y todo lo que arrastran los ríos acaba en la mar.
      Un abrazo.

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  2. Llegará el momento en que el mar se "queje "de tanta basura cómo le llega, aunque resulta complicado luchar contra la furia de los elementos y fenómenos de la naturaleza.Saludos

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  3. Algún día expulsará toda esa basura, Francisco.
    Mi abrazo y mi cariño, amigo.

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  4. Es muy lamentable lo mucho que el ser humano es capaz de destruir.
    Un abrazo grande.

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