Hoy tiene el río su
cabellera verde
algo encrespada
por esa brisa que alegre
ríe
empujando a contra
corriente.
Los pescadores ponen a
prueba
derroches de paciencia
y quienes caminamos
vamos sorteando las
imprudencias
de ciclistas y
patinadores.
Tendidos en la hierba,
una pareja sin edad
ha congelado sus vidas
en el instante infinito de
un beso,
mientras el álamo
les hace guiños
blanquiverdes
y los patos hacen música
con gran frenesí,
al tiempo que flotan
hieráticos.
Siempre el mismo paseo,
el mismo río,
los mismos personajes,
tal vez sean otras caras:
solo en el calendario
son los días iguales
con nombres distintos,
solo en mis sueños
tú eres una constante
como lo siguen siendo
estas pulsaciones
desbocadas
cuando te hago presente.
Emulando a Heráclito, no estoy de acuerdo contigo, nunca hay el mismo rio, en cuanto a lo demás, estoy de acuerdo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bello poema. Feliz semana Paco.
ResponderEliminarBesos
Tienen que ser muy agradables esos paseos por el Guadalquivir.Saludos
ResponderEliminarMuy atento al río y a sus alrededores, haces tuyo ese instante eternizándolo en tus letras, Francisco...La vida evoluciona y cada día empieza la vida y con ella empezamos a vivir...y a morir lentamente.
ResponderEliminarMi felicitación por hacernos reflexionar y sentir tus versos.
Mi abrazo entrañable y mi ánimo.
Qué bueno sentir latente sensaciones y recrear paisajes y personajes. Mantenernos vivos con los recuerdos activa corazón y mente. Que estén bien. Beso
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