La perfección es un misterio
envolvente,
la coincidencia, el
hallazgo casual
entre la apetencia y aquello
que sacia,
la caricia que sublima los
sentidos
a pesar del encuentro
fortuito.
La perfección es un girasol
que te mira
y te sorprende con frescura,
es el Aguador de Velázquez
que promete saciar tu sed
desde la estática del
cuadro,
es la mirada de La joven
de la perla
de Johannes Vermeer
o la sublime candidez de
una amapola,
encendida de rubor entre
el trigo.
La perfección es esa masa de
mármol
que perdió las aristas, se
hizo frágil,
se curvó por amor y se
forjó fragua,
nido, regazo apasionado y
tierno,
mientras besa con mimo a
su hijo.
La perfección es esa capa de
aire
intangible que envuelve lo
delicado,
pero también lo común y no
exclusivo
cuando uno le dedica una
mirada
atenta, pausada, serena,
expectante,
y te devuelve a un sueño
inalcanzable.
Me gusta lo imperfecto saludos desde Miami
ResponderEliminarSi la perfección existiera, estaríamos acabadados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es cierto que estamos rodeados de perfección pero que hay muchos ciegos que no la ven, tú tienes una vista excelente y la has plasmado en tus versos cómo se merece.Saludos
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