13 noviembre 2022

INSTANTÁNEA

 


 

Caía la tarde.

Por entre los filamentos de tu melena

se filtraba el sol dorado

dándole una hermosura desconocida.

Me acerqué a beber de ti

y tus labios me confirmaron

que eras la misma

con una estética casual

que no habías buscado.

Radiante, diáfana,

jugosa como un cesto de frutas.

En tus ojos se transparentaban

dos gotas de rocío

que iluminaban tu rostro.

Mirabas y guardabas silencio.

Como otras veces,

la mirada complacida y el mutismo

son esa instantánea

en la que uno

quisiera perpetuarse en ti.

2 comentarios:

  1. Bello y romántico poema Francisco.Saludos

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  2. Muy bello, insisto en que haces un poema con cualquier detalle que ves y lo pasas por la emoción y la sabiduría. Beso

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