Tan iguales. Todos tan
iguales.
Uniformados con un vaquero
roto por las rodillas
y enganchados al mundial
de fútbol
de la abstinencia
alcohólica impuesta
y del decoro,
de la mujer en casa y con
la pata quebrada.
De la anestesia,
mientras los restos fósiles
compran voluntades
y allanan la moral
de los incorruptibles.
Los ídolos de muda
inocencia
concentrados en jaulas de
oro,
dispuestos a recibir los
mimos
y las condecoraciones
millonarias,
y quienes ven los partidos
con ojos rectangulares
como pantallas,
los vociferantes,
dudando entre la opinión
del bar o del VAR.
Hace mucho que está
prohibido
cantar en los bares,
pero hay cantes que persisten
y hasta se convierten
en dopantes de masa
amorfa.
Mientras que en nuestros campos se llama monos a jugadores negros, se les llama putas a sus mujeres para cabrear a algun jugador o maricón por la misma causa y no pasa nada; sin embargo, miramos a otro país que no es democrático que tiene en un puño a sus mujeres y que de Derechos Humanos está escaso y ponemos el grito en el cielo; mientras, aquí, hace unos dia se permite que una diputada de la ultraderecha diga a una ministra que está en el lugar que ocupa porque se "tira" a su marido que tiene poder, ¿que pasa?, nada, creo que nos están dopando y que estamos en una regresión galopante.y vamos camino de convertirnos en cataries, eso si, sin petroleo.
ResponderEliminarUn abrazo.
.A miséria humana grassa em todo o mundo.
ResponderEliminar.
Cumprimentos poéticos.
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Pensamentos e Devaneios Poéticos
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