Cuando la noche se
deshilacha
y la calle es todavía sospechosa
de intransitable,
cuando en el pavimento
se acentúan los pasos
como redobles de tambor
con voz de suburbios.
Cuando el anuncio de
lluvia
es de nuevo un fracaso,
un mal cálculo
meteorológico
que pasó de largo
sin dar explicaciones,
escala por las fachadas
y se filtra por las
rendijas
y por ventanas y balcones
confiados
la pestilente mofa de los
últimos noctámbulos
pavoneándose de ebrios
trasnochadores
y dejando tras de sí
los residuos
que no encontraron una
letrina.
En tales condiciones,
tampoco el recuerdo
de la débil educación, tal
vez no recibida.
Tristemente sucede y hasta la noche siente pena con el espectáculo de esas personas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que pena de noches con tal personas cómo compañeras...Bonito poema-denuncia.Saludos
ResponderEliminarLa lluvia tarda en llegar y los jóvenes están desorientados por las noches...Ojalá llegue pronto el agua, lave las calles, nutra los campos y ponga orden en las mentes, Francisco. Original poema, amigo.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y feliz fin de semana con los tuyos.
Tú lo has dicho "no recibida"
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