02 septiembre 2022

MAGNOLIO





Mientras ella se prende

una airosa biznaga en el pelo,

hacen guardia frente a mi terraza

un par de magnolios, cuyas bombas de mano,

amenazan con una explosión perfumada

en el blindaje verde que aguarda

con la espoleta amartillada.

 

Escala el muro, sube hasta mi planta

y hace un simulacro de victoria,

coreado por la brisa en sus ramas

y por las carnosas hojas verdes a coro.

 

Es la hora mayúscula del silencio,

los aspersores silbaron su sintonía

cuando se recogía la luna solícita,

cediendo protagonismo a la luz solar.

 

Lentamente, el día toma posiciones

y la luz desvela algunos secretos.

Una mano invisible ordena lo bello

y hasta el jardinero es sorprendido

y superado en su capacidad ornamental.

 

Hay un deseo que se conjuga

donde no interviene la mano del hombre,

una incógnita con nombre de misterio

que todo lo perfuma y engalana:

ese que ni racionaliza ni interpreta.

4 comentarios:

  1. Es sorprendente tu capacidad para escribir poemas a diario, tu inspiración no descansa.Bello poema.Saludos

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    1. Es que las cosas están ahí, Charo. Estos magnolios los veo desde mi terraza y es como si quisieran hablarme. Gracias, mil gracias.

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  2. Cualquie cosa que salte a tu vista, incita tu buena inspiración.
    Que tengas un buen fin de semana. Besos.

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  3. Tu intuición, sensibilidad y profundidad te hacen sentir la mano divina engalanando el paisaje, amigo. Muy bello e inspirador, Francisco.
    Mi abrazo y mi ánimo siempre por tus constantes poemas.

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