En este amarre del río de
Sevilla
se reescribe la historia,
interpretando un tiempo
pretérito que se actualiza
una y otra vez
como vuelve a tomar vida
la lectura de un texto
cubierto por el polvo del
tiempo,
cuando lo abren unas manos
inquietas y lo resucita.
En la noche antigua de la época
una gesta, una heroicidad
sellada con la sangre
que fue abriendo rutas por
la mar,
acuñada con el oro de la
vida
y el brillo intenso de la
aventura.
La nao, ahora, un símbolo,
una estampa del ayer,
herramienta en manos
inteligentes y osadas.
También cuando se conoce la historia completa, está cargada de miseria, avaricia y desgracia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Y ambición, y hambre, y violencia...
EliminarUn abrazo.
Son los vicios del hombre
EliminarEl sábado iré a visitar al almirante a su Getaria natal, a ver si me cuenta cómo fue todo en realidad...
ResponderEliminarMuxus, querido amigo!
;)
Llévame, Edurne. Bueno, mis presentes.
EliminarUn fuerte abrazo.
Parece mentira que llegaran donde llegaron en ese cascarón...
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