Mírame. ¿No intuyes nada
en mi mirada?
Como anticipo, te adelanto
una paz maravillosa y una
luz infinita
que ni deslumbra ni ciega,
porque tiene el color de
la eternidad.
He reservados dos pasajes;
asientos contiguos,
donde el silencio será la
melodía
y como deberes únicos la
contemplación.
Tu mano en mi mano, y en
silencio,
como cuando iniciábamos
nuestro caminar
e íbamos los domingos al
cine.
Recuerdo tu pulso
acelerado
y el mío alocado,
como en un declive
que bajara al centro de la
tierra.
Hemos sobrevivido a mil
temporales,
a la escasez y a la
abundancia,
a las pruebas de fuego y a
las de hielo.
No nos levantaremos
hasta que acaben los
títulos de crédito;
es nuestra historia,
la letanía de nuestro día
a día.
No te sueltes. Sigamos
unidos
contemplando nuestra propia
existencia.
Así, relajada, confiada;
seguros tú de mí y yo de
ti.
Mírame. ¿Tal vez no habías
intuido
este para siempre?
Poema poderoso que me encantou ler. Recordar é viver e recordar a juventude é um tónico para o sorriso
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Um dia feliz … cumprimentos
.
Pensamentos e Devaneios Poéticos
.
Algo queda todavía de aquellos jóvenes del ayer.Por lo pronto, lo más visible es, la durabilidad de vuestro amor.
ResponderEliminarBesos.
Es bonito llegar al otoño de la vida y sentir mucho más amor que en esos años de juventud, me ha emocionado mucho el poema.Saludos
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