01 septiembre 2022

ABDUCIDO



 

Abducido por su colorido

y acrobáticas evoluciones

quiso fijar en su estancia

el pulular airoso de la mariposa,

a la que había perseguido

sin conseguir otra alternativa

que más de un traspiés.

 

También sentí esa abducción

cuando ella desabrochó

su sonrosada sonrisa panorámica

ante el pendular de su trenza generosa.

Desde aquel instante, quise mariposear

con ella y por ella para siempre,

haciéndola mía a perpetuidad.

 

Volvió pertrechado de pértica con red

y con paciencia e insistencia

robó al animalito sus acrobacias

y colorido para siempre,

pinchada sobre un tablero

donde eternizaba su hermosura.

 

En mi caso, ella siguió evolucionando,

perdió la cinturita de avispa,

se cortó el pelo en numerosas ocasiones,

se dio tintes de una escala diversa

y acabó en su natural gris-plata,

tan atractiva o más

que con el pendular de su joven trenza.

 

Abducido.

Gloriosa y permanentemente abducido,

para vivir ambos una nueva realidad.

3 comentarios:

  1. Hermoso y romántico Francisco, una preciosidad de poema.Saludos

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  2. La mariposa y el amor, ambos símbolos se complementan y nos inspiran a todos, amigo poeta. Muy bello.
    Mi abrazo admirado siempre, Francisco.

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