Como el sol, el
Covid despertó
allá por el oriente
confuso y desorientado,
si bien aquí nunca
sabemos lo suficiente
de aquellos pagos,
se encerraron, se
enmascararon,
pero ya sabemos que
son gente rara y distante;
nosotros tenemos
medicina de primer nivel
y mucha solvencia
en todo y para todo.
Creció la ola como
un tsunami seco
y nos confinaron en
arresto domiciliario.
En verdad era una
ola de muerte
que se llevó a
muchos en soledad
y sin sepelio,
pero olvidamos
pronto y nos dieron
un irrespetuoso
tercer grado.
Se agudizó la curva
y no tenía peralte…
Olvidamos las
amenazas como olvidamos
las promesas que
nunca pensamos cumplir.
Nuestros hombres
patrios no tienen respuestas,
pero sí reproches
de ida y vuelta. Éramos
vulnerables y lo
estamos demostrando
con una fragilidad
otoñal
que adelantó el
reloj y llegó en verano.
Se planifica el
curso escolar
como se planifican
los viajes
que este año no
pudimos realizar,
a cuenta de
inventario.
Sin pasaporte ni
visado,
el virus ha
traspasado todas las fronteras
sin tener en cuenta
el nivel
profiláctico ni hospitalario.
No se sabe mucho,
pues donde habitan
las carencias,
también lo hace la
opacidad.
Tiempos convulsos,
oscuros,
como opaca es la
comunicación
que nos indica lo
que debemos creer,
como opacas son
estas nubes
que no nos dejan
disfrutar de las perseidas.
Hola Francisco. Ahí sigue, llego de incógnito para quedarse. No le importa ni el color de la piel, ni si hace frío o calor, se hace a todos los paisajes a todas las economías y a todas las edades de los humanos.
ResponderEliminarAquí ayer hubo una gran tormenta. Seguro que el covid se escondió y el agua ni los rayos terminaron con él.
Abrazos
Es muy preocupante la situación, Isa. Se pelea la salud con la economía y con la imprudencia de no pocos. Esto va a costar pararlo.
EliminarUn abrazo.
Un buen resumen de estos últimos meses, Francisco...Ojalá podamos ver las perseidas. De momento está lloviendo en Madrid y ha refrescado, cosa que necesitábamos todos. La lluvia es vida, limpia y nutre la naturaleza. Ojalá también limpie el virus, que se está enquistando, desagradable y pesado.
ResponderEliminarMi abrazo y feliz agosto,Francisco.
Ayer también tuvimos aquí una tormenta de verano. Ojalá que lo que ahora nos atormenta pase pronto y podamos viajar con las estrellas.
EliminarUn fuerte abrazo.
Este verano sin playa y sin ordenador. El portátil no me funciona y el problema está que necesita una nueva pantalla. El técnico está avisado , pero ahora tengo que esperar a que dé con ella. Es mala fecha, porque todo el mundo está de vacaciones.
ResponderEliminarTe comento a través de móvil, que es el único medio que tengo a mi alcance.
Besos
A veces parece como si los aparatos se pusieran de acuerdo en descomponerse a un tiempo... Que pase pronto y que no tengas que gastar una fortuna en reparaciones o sustituciones.
EliminarBesos.
Todo es tan extraño. Lo hemos visto mil veces en cine y documentales, pero ahora lo tenemos aquí, conviviendo con nosotros y poco a poco diezmando. Las cifras se convierten en gráficos y no nos enteramos de nada hasta que no nos toca al lado...en alguien al que conocemos o amamos. Ojalá todo esto pare y encuentren una vacuna eficaz...luego que cada cual cuente su mentira...
ResponderEliminarUn escrito genial amigo...cuídate y un abrazo.
Muchas gracias por tus palabras, Jorge. Ojalá que pase pronto esta pesada pesadilla.
EliminarUn abrazo.
Momentos muy duros los que estamos viviendo y me apena el pensar que no vamos a aprender nada de esta pesadilla y volveremos a cometer los mismos errores.Saludos
ResponderEliminarLas muestras que estamos dando es que no hemos aprendido nada. Todo es muy triste, Charo.
EliminarUn abrazo
Al leer tu entrada , no sé si eliminar la mía,hablamos de lo mismo , pero no veas l diferencia.
ResponderEliminar¡Ni se te ocurra hacerlo! Cada uno aportamos una visión y nada lo absoluto. Es precisamente las pinceladas de unos y otros lo que pueden conformar una visión aproximada de lo que estamos viviendo.
EliminarUn abrazo.
Que triste lo que estamos viviendo, mi cuñado murió en Abril, cremado de inmediato y aun no hemos podido ir a enterrarlo. Este virus mortal no se ira pronto. Saludos amigo.
ResponderEliminar¡Qué tristeza! Pienso muchas veces en esas personas que salieron de este mundo en rotunda soledad, sin funeral ni despedida...
EliminarUn abrazo, Sandra.