Mi pecado fue quereros,
según el pago que hacéis,
y aunque sé que pagaréis
no alcanzaré a conoceros
como vos me conocéis.
En amores he perdido,
no por ello he renegado,
pues para vos todo he sido
y nunca me fue mostrado,
aunque sea archisabido.
Solo aposté por quereros,
y vos misma lo sabéis,
no pretendo que paguéis
ni reniego a conoceros
como vos me conocéis.
No siempre se consigue lo que se pretende.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como dijo Alfred Tennyson:
ResponderEliminar«Es mejor haber amado y perdido que jamás haber amado»
Saludos
Es un poema muy ficticio, porque raramente la mujer no se da a conocer totalmente, con mayor facilidad que el hombre.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy bueno el poema. El amor y desamor dan mucho para escribir, son a la vez felicidad y sufrimiento y estos son fuentes de inspiración.
ResponderEliminarExperimentar el amor encierra tambien la vertiente del desamor...el sentimiento aflora en versos que atrapan al lector
ResponderEliminarUn abrazo
Francisco, nos dejas un poema con tintes clàsicos, me recuerda a los caballeros medievales, que pretendían el amor de la dama..Ritmo, cadencia, rima y respetuoso amor dolido y apasionado. Muy bello.
ResponderEliminarMi abrazo entrañable y admirado.
Unas veces se gana y otras se pierde. Esta vez te ha tocado la cruz de la moneda, seguro que ya has sabido también lo que es ganar.
ResponderEliminarBesos