10 junio 2022

EL ÚLTIMO RESPLANDOR



Se había ocultado el último resplandor,

el incendio del día acabó difuminado

y el sofoco de la playa bostezaba aires nuevos,

acabada la algarabía de los últimos bañistas.

La mar no tenía sueño

y repetía su melodía monocorde incesantemente,

como la nana de la abuela, que uno recuerda

para siempre como el mayor de los tesoros.

En el rebalaje, donde las olas se rompen

y se hacen polvo de estrellas y chantillí,

tres cañas enhiestas al socaire de la fortuna

y un pescador haciendo guardia.

Desde algún punto cercano, no visible,

voces insomnes discutiendo vaguedades,

porfías aplazadas que no encuentran nunca

la paz y el sosiego de reconocer lo obvio.

La mar no se apartaba de su partitura

y aquella salmodia yodada

tapaba todos los poros de mi entendimiento.

Recostado y abrigado con la toalla,

que antes había usado de alfombra,

me dejé llevar por el recuerdo

de unos versos de Constantino Kavafis

y me enrolé en su aventura para siempre:

y ahora vino

a permanecer en este poema.”

 

3 comentarios:

  1. Precioso poema Francisco. Que bonito el ocaso de la imagen.
    Al final estamos tan ensimismados con la belleza que terminamos formando parte de ella, todo lo demás no existe a nuestro alrededor.
    Muy bello.
    Abrazos

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  2. Mais um poema fascinante de ler. Gostei muito.
    .
    Feliz fim de semana.
    .
    Pensamentos e Devaneios Poéticos
    .

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  3. Que preciosa son las puestas de sol. A mí me anima a fotogafiarlas y a tí te inspira para hacer un bello poema.
    Besos

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