Antes de que un día fueras
presencia viva y desbordante,
antes que la fortuna cruzara
nuestros caminos
e inundaras mi vida de fantasías
y también de fundadas
esperanzas,
antes que la fértil
mitología
describiera sueños
imposibles
y la cosmogonía alumbrara tu
ser
como principio y esencia de
mi vida,
antes que el mar subiera a
lamer
la arena sobre la que te
habías recostado
y que los ríos saltaran
entre peñas
gozosos de alegría al tacto
de tus pies desnudos,
antes, muchísimo antes,
ya intuía tu existencia,
te soñaba y paciente de
esperaba.
Hola Francisco. Antes de nacer ya estabais hechos el uno para el otro. Muy bonito el poema. Y cuanto amor tienen los versos.
ResponderEliminarAbrazos
No olvides, Isa, que finalmente somos aquello que pensamos. Los sueños preparan el camino de la vida.
EliminarUn abrazo.
Buena intuición.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Uno que es así, Cayetano. Ja, ja, ja...
EliminarUn abrazo.
Qué bello, qué hermosura...
ResponderEliminarEs redondo. Es perfecto. Y admirable tu habilidad de inundar los versos con ese amor.
Un abrazo :)
¡Qué hermosura tus palabras, Maite! Consigues motivarme y hasta pensar que hay algo de lo que dices. Muchísimas gracias.
EliminarUn abrazo.
Hermoso poema Francisco, supiste esperar y tuviste la recompensa.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Charo. Acerté.
EliminarUn abrazo.
Ya estabas predestinado tu destino y él se encargó de reuniros.
ResponderEliminarBesos
Debió ser tal y como dices, Antonia, por suerte para ambos.
EliminarBesos.
Francisco, tu poema es toda una canción de amor, con un ritmo admirable...Ese "antes" me suena a eternidad, a principio de los tiempos.
ResponderEliminarMuy bello e inspirador,amigo.
Mi abrazo y feliz semana.
Muchas gracias, María Jesús, mi gran amiga lectora.
EliminarUn fuerte abrazo.
Que bello poema. Un amor presentido destinado a ser para siempre. Saludos amigo Francisco.
ResponderEliminarMil gracias, Sandra, por esa mirada que todo lo ve bello.
EliminarUn abrazo.