23 abril 2020

UN DÍA COMO EL ANTERIOR




Hasta los perros han enmudecido;
aguardan pacientes a que pase la lluvia
para sacar de paseo a su amo.
La calle son ecos vagos 
trompicando sobre los adoquines.
No circulan los coches.
De tarde en tarde los goznes de una puerta
siembran de  dudas la mañana;
es pronto para salir a comprar,
pero es la hora adecuada de la impaciencia.
Vuelve a llover. Ni los paraguas salen
a dar la bienvenida a la lluvia.
En medio de este enmudecimiento,
tan solo la lluvia es redoble en los cristales,
música desangelada y enojosa
en el secarral tedioso por el que navegamos.
Cae la tarde. Se aproximan las ocho
y en breve sonarán los primeros aplausos,
los de los impacientes; esos que, como los cuartos,
avisan de que ya es la hora
del encuentro vecinal entre balcones y ventanas.
Finalmente, crece el silencio
y se corren las cortinas de la noche
en el inasible aislamiento de un día como el anterior.

11 comentarios:

  1. Fotocopia que vale para otros días idénticos.
    Un abrazo, Paco.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eso es precisamente lo que he tratado de reflejar, la monotonía de todos los días iguales.
      Un abrazo, Cayetano.

      Eliminar
  2. El silencio de los perros se rompe cuando a las 8 de la tarde los aplausos les asusta.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto, Emilio, nosotros siempre alterando el orden de la Naturaleza.
      Un abrazo.

      Eliminar
  3. Hola Francisco, es cierto, un día es igual al otro, no tenemos que desempeñar nuestros trabajos, ni fiestas, ni reuniones familiares con juegos con los nietos, ni fines de semanas, eso sí, puntualmente a las 8 de la tarde, como dice Emilio, se oyen los aplausos merecidos al personal que nos asiste...

    Esto puede durar mucho sin la vacuna.¡Paciencia!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La vacuna tarda todavía mucho, aunque están trabajando en ello; pero luego de conseguirla son al menos 8 meses de pruebas hasta de generalizar en vacunas para todos. Necesitamos colmarnos de esas paciencia a la que apelas, Mari Carmen.
      Un abrazo.

      Eliminar
  4. Y suma y sigue.
    Un poema triste, pero es que esta situación que estamos viviendo, solo inspira tristeza a las musas.
    Tengamos la esperanza de que se acabe pronto.
    Besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por fortuna no lo llevo mal, Julia, pero es verdad que la situación es de tristeza y abulia.
      Besos.

      Eliminar
  5. Es necesaria la creatividad para salvar a la mente de esta monotonía o día de la marmota, Francisco. Es muy difícil evadirse y tampoco queremos ignorar lo que ocurre a nuestro alrededor, pero debemos salvar la imaginación, la esperanza y el optimismo.
    Mi felicitación y mi abrazo por tu entrega a las letras.
    Mi abrazo y mi ánimo.

    ResponderEliminar
  6. Qué bien ilustras los sentimientos y emociones de estos momentos. Aquí no llueve, el sol de primavera sigue aunque cambia un poco el horario. La calandria canta siempre a las 5, me despierta y se va... y yo sigo durmiendo para evitar la monotonía que comienza a las 8 como un disco interminable. Deseo que estés bien.

    ResponderEliminar
  7. La realidad en poesía. Es difícil el momento que se vive. No queda otra que resistir y/o re inventarnos. Me encantó eso de que el perro saca a pasear a su amo, también lo creo. Un abrazo Francisco

    ResponderEliminar