Llegó como consuelo a la
desilusión causada por la lotería; al aterrizar en Málaga, en tan solo unas
horas de vuelo, se encontró con 40 grados de diferencia y, despojándose de casi
todo, exclamó: “¡A esto llamáis invierno!”. Bromeaba, pero es precisamente aquí
donde se ha pillado un resfriado de cierta importancia, del que se marcha ya
recuperado.” No es fácil vivir alejada de los hijos” —dice Pepita—, yo le quito importancia, pero
en mi interior se hace confirmación este pensamiento y disimulo la herida. No
es cierto que se marchara adonde nace el frío por aventura, pero sí que es
venturoso en estos tiempos que corren tener un trabajo, aunque éste esté a más
de cinco horas de avión.
Plaza Roja - Moscú |
Le he acompañado a la estación
del tren. Llevaba poco equipaje y en el talante la incertidumbre que
caracteriza a las despedidas. Ni siquiera me bajé del coche, aunque esperé a
que se alejara tirando del trolley diligente hacia la entrada. En el camino de
regreso a casa ya se había hecho hielo el fuego del adiós. Cuando esté
amaneciendo en Moscú y aquí sea la madrugada, llegará un whatsapp avisando de su llegada; tal vez horas más tarde podamos
hablar por Skype y verle el
semblante: la globalización está haciendo que el Oriente y el Occidente sean
barriadas de nuestro entorno; las nuevas tecnologías, el paliativo para tan
enormes distancias.
Has escrito un relato lleno de amor y de esperanza contenida, no se si tomarlo como una realidad ò una ficción pero me has tocado esa fibra sentimental de la paternidad.Tal y como están las cosas y siendo padre de 2 hijos debe resultar difícil tenerlos a tanta distancias, claro que también es un infortunio, tenerlos en casa sin trabajo, como tu dices hagamos que las nuevas tecnologías nos ayuden en olvidar las distancias.
ResponderEliminarun fuerte saludo desde Màlaga
fus
Gracias, Fus. En este caso el relato es verídico de principio a fin, incluyendo las sensaciones.
EliminarUn abrazo
Cada vez somos más los que tenemos a alguien lejos de casa, en mi caso la ausente no está a cinco horas de avión, está a mucho más, se encuentra en las antípodas.
ResponderEliminarBuen día
Ya sé que hoy día no se trata de una exclusividad, que son muchos los hijos que andan por esos mundos de Dios, pero ¿a que dá su cosa cuando se marchan después de unos días juntos?
EliminarUn abrazo
Aunque no tan lejos, solo están en Escocia, mi hermano me ha hablado hace unos días igual que tú: se marchan de viaje, esperan recibir un whatsapp confirmando que ha llegado y después hablar por el Skype de forma más o menos diaria. Es cierto, el mundo es un pañuelo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una vez de estar a distancia de avión, lo mismo da unas horas más o menos. Sin duda que las nuevas tecnologías ayudan mucho en la separación de ellos.
EliminarUn abrazo
Un pena esta la de tener a los seres queridos lejos. Ya me gustaría a mí también tenerlos a todos algo más cerca, pero la vida se impone y nos tenemos que ir acostumbrando otra vez a que el nuestro vuelve a ser un país de emigrantes.
ResponderEliminarUn saludo.
Así es, de nuevo emigrantes: hasta mediados del siglo XX a América, luego a Europa y ahora, los mejor preparados, a cualquier parte del mundo.
EliminarUn abrazo
Tiempos duros. Los tiempos siempre han sido duros para los pobres. ¿Por qué éstos no iban a serlo? Por ello debemos nacer con una costra en el corazón para aguantar las ausencias y las separaciones de los seres queridos. Y dar gracias por los medios que nos brindan la posibilidad de cartearnos. Un saludo para todos, Ángel
ResponderEliminarEs verdad, Ángel, que las tecnologías ayudan a llevar la separación de los hijos mucho mejor. Pienso en aquellas familias que se marchaban a Venezuela, Brasil, Argentina... eso era casi para siempre y con cartas que tardaban un par de meses en darse respuesta.
EliminarEs una pena que tantos jóvenes tengan que salir del país. Precisamente los mejores preparados. Estamos pagando las consecuencias de una profunda crisis, aquellos que tenemos menos culpa de haberla propiciado.
ResponderEliminarMálaga tiene una temperatura bastante suave. Pienso, por lo friolera que soy, que no me adaptaría a la climatología de ese país..... Me quejo de los días de frío en Córdoba!
Besos
http://ventanadefoto.blogspot.com.es/
Estuve viendo el telediario y hablaron de miles de personas que serán despedidas de los bancos, ¿qué va a pasar con esas criaturas? Ayudamos a los bancos a sanear sus economías y ellos lanzan a la calle a miles de empleados. ¿Cómo no se van a ir al extranjeros aquellos que puedan? ¡Lamentable!
Eliminar
ResponderEliminarApenas entrada la madrugada me siento llena de júbilo...Júbilo porque quiero confesarle a las colinas del viento cual golondrina viajera sin llegar a despertarlas, la alegría que brota dentro de mí, al añadirle un año más a mi vida.
¿Me acompañas…?
Juntos nos reiremos, mientras compartimos la tarta y brindamos con las burbujas de los sueños para que se lleguen a cumplir los que se han quedado alojados en las agujas del tiempo…
Y cuando la tarde valla apagando el humo de las velas, con la mirada del atardecer te daré el último beso del día.
Gracias por haberme acompañado!!
Atte.
María Del Carmen
No sé si ruborizarme o entender que no soy yo el objeto de tus afectos, María del Carmen. Muy bonito lo que dices.
EliminarBesos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarNo hacía falta que llegara la crisis para que muchos universitarios tuvieran que emigrar, pues en algunas titulaciones siempre ha faltado el trabajo aquí.
ResponderEliminarNo te falta razón, pero ahora es que no queda lugar para nadie.
EliminarUn abrazo
Las despedidas siempre son tristes primo!!!! Es normal, la lejanía geográfica produce melancolía... y más después de unas fiestas entrañables!!!! El vacío que queda en la mesa, en la habitación, en cualquier rincón... su voz... pero en breve, gracias a la tecnología como si estuviera a vuestro lado. Besos mil.
ResponderEliminarGracias, prima, por entender mi estado de ánimos. A las cinco de la mañana, las ocho de allí, me puso un whatsapp diciendo que ya estaba en casa, después de tomar un avión e Madrid y hacer trasbordo en Amsterdam. ¡Cosas de padres!
EliminarPues a dar gracias que podeis estar en contacto a pesar de las enormes distancias. Cuando yo tenia 6 años, mis aitas se fueron a Venezuela y mis pobres abuelos tardaron casi dos meses en saber de ellos. El correo en aquellos tiempos era terriblemente malo. Es lo que tiene de bueno la avanzada tecnología, pones un email y lo reciben al instante estén donde estén y hasta puedes hablar gratis con ellos a través del skype, ¡¡una maravilla!!.
ResponderEliminarUn fuerte y calido abrazo
Aquello era mucho más duro, sin lugar a dudas; pero tú me comprendes, ¿verdad, Nerim? Gracias a ti y a todos por la licencia que me he tomado al contar mis sentimientos.
EliminarBesos
Me imagino a mi hijo partiendo hacia Moscú y me entra de nuevo el gusanillo de llorar sin tregua...
ResponderEliminarEl mío se independiza de casa,se hace autónomo yéndose a unos veinte kilómetros de mí y la distancia me parece vertiginosa hasta el mareo,así que cómo ha de doler-aunque sea de agradecer hoy en día que sea por asuntos laborales-que vivan tan lejos.
En realidad,qué agradecidos hemos de estar a la tecnología,¿verdad?
Besos.
Este hijo, aunque es soltero, ya lleva años independizado. Cuando está en Sevilla vive a cinco minutos a pie de nosotros y viene a casa con mucha frecuencia, es muy cariñoso y atento... es mi hijo.
EliminarBesos
En primer lugar me alegra que, aunque durará poco, tuvieses ocasión de pasar unos días en familia gozando todos del calor del cariño paterno filial. Las despedidas habrá que "adornarlas" con la esperanza del siguiente encuentro.
ResponderEliminarAl menos hoy, y esta es la parte positiva, las nuevas tecnoloías permiten los contactos visuales y auditivos al instante, pero como dice Nerim, los que hace años emigraban a América pasaban muchas veces meses sin poder comunicarse.
Un fuerte abrazo.
Todo eso me lo digo y así se lo hago ver a mi mujer, pero el día de la marcha... Espero que Carlos no entre y lea esto, porque me reprenderá.
EliminarUn beso, Chela
Es una suerte que tengamos la alta tecnología a nuestro alcance, en estos momentos en que nuestros hijos se han convertido en ciudadanos del Mundo. Así podemos hablar con ellos y verlos cada día como si estuvieran al alcance con tan solo estirar nuestro brazo hacia la ventana del ordenador y acariciar sus rostros...
ResponderEliminarMientras mi hija pequeña estuvo en Londres, el vacío hacia ventosa en mi estómago y mi corazón navegaba en aguas de hielo...pero Skipe me devolvía su imagen cada noche para comprobara que pese a la distancia, ella seguía estando en su propia habitación...
Peores fueron los tiempos en que mis hermanos pequeños recorrián Europa...sin telefóno móvil siquiera!! y con la llamadas internacionales que disparaban balas directas a la cartera, imposible llamar a diario!! y cuando se hacía...ellos se echaban a temblar...
Debemos dar gracias a la tecnología que nos acerca y a que nuestros hijos tengan la suerte y sepan ser "ciudadanos de un Planeta llamado Mundo"
Un abrazo
Por supuesto que somos afortunados por contar con los medios actuales, de eso no hay dudas. Ahora tenemos tres horas de diferencia y tenemos que buscar las horas de la tarde, después que haya llegado a su casa, para poder conectarnos antes de que sea muy tarde para él.
EliminarUn beso
Jo Francisco, te escribo esto con una lágrima corriendo por mis mejillas. Sólo me queda darte ánimos y hacerte ver el lado positivo, piensa que tiene un trabajo y que ya falta menos para que vuelvas a verlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Elena, sabía que me entendería. Gracias por tu comprensión y ánimos.
EliminarBesos
Os entiendo a Pepita y a ti, es triste ver que tienen que marchar tan lejos. Cinco horas no es tanta distancia. Yo tuve a mi hijo a doce horas de vuelo y estuvo tres años hasta que se vino, ahora van alguna vez, porque ya son tres.
ResponderEliminarPensar que lo único importante es que se encuentre bien.
Un abrazo.
Gracias, Rafaela. Una vez que coge el avión, no hay tanta diferencia entre 5 horas y las antípodas. Lo peor es lo riguroso del clima de Moscú.
EliminarBesos
Entro un poco tarde, como siempre.
ResponderEliminarTodos te entienden pero nadie ha visto como cambia tu cara cuando oyes la voz "del ruso" al otro lado del aparato, y es que por muchos años que tengan los hijos, no nos acostumbramos a tenerlos lejos.
Un fuerte abrazo .
Tú no necesitas llamar ni pedir excusas, Chelo; tienes la llave de mi casa y entras y sales cuando te apetece, por eso sabes de esas intimidades. Gracias, Chelo.
EliminarBesos
SIEMPRE EMOTIVO FRANCISCO. GRACIAS POR DEJARNOS ENTRAR EN TU VIDA Y COMPARTIR COSAS TAN TUYAS.
ResponderEliminarUN BESO GRANDE.
Gracias, Luján, por recibirlo así.
EliminarBesos
Los hijos, querido Francisco, siempre nos suelen dar, entremezcladas, muchas alegrias y tristezas juntas. Yo también he pasado por esos trances estas Navidades, y una vez más, vuelvo a quedarme solo, conmigo mismo, como decía el poeta.Magnífico tu comentario, Feliz Año nuevo y un fuerte abrazo.
ResponderEliminarDespués de publicarlo me quedé con la sensación que tal vez no debiera contar lo muy personal, pero vuestros comentarios me confirma que he hecho bien en hacerlo y que no soy el único que siente así. Muchas gracias, Olegario.
EliminarUn fuerte abrazo
Yo me se esto muy bien. Han sido tantos adioses a los que uno nunca se acostumbra ni se curte. Siempre se llevan un trocito de corazón. Pero bien dices que gracias a la globalización y las tecnologías las distancias se acorta.
ResponderEliminarBss que llegue bien y que al hablar con él recuperéis algo de calor.
Gracias, Katy. ¡Qué cierto! Uno no se acostumbra a perder esas energías en cada despedida. Salió en AVE a las 14,45, luego avión desde Madrid con escala en Amsterdam y llegó a las 5 de la madrugada, cuando allí eran las ocho de la mañana. Hoy no hemos podido hablar con él, pero imagino que estaría muy cansado.
EliminarUn beso
Cuanto te comprendo...que pena nos da ese adiós, en vacaciones se nos llena la casa con ellos que tan lejos están y luego otra vez la despedida. Y no nos podemos quejar porque con las nuevas tecnologias estamos siempre en contacto y hasta los vemos, antes nuestros padres se tenían que conformar con una carta que venía de tarde en tarde. Que le vamos a hacer, como dicen, esto es lo que hay, ellos deben ir a donde esté el trabajo, y suerte que tienen de tenerlo...
ResponderEliminarun abrazo
Gracias, Rita. Por cierto, hace unos instantes que me ha llamado por Skype y hemos estado viéndonos y escuchándonos. No sólo nos conformamos, sino que estamos contentos, pero en los instantes en que se marcha...
ResponderEliminarBesos
Hola Paco, muy bonito lo que escribes. Se ve que se te qeuda el corazón partido cada vez que tu hijo tiene que partir tal lejos. Lo siento.
ResponderEliminarMe alegro que hayan podido disfrutar de él y de haber compartido estos días tan alegres para los Cristianos. La vida tiene muchos sin sabores, y sobre todo mucha crudeza al tener que separarse de los hijos.
Deseo que pronto lo tengan cerca para darle un calido abrazo.
Saludos y besos
Muchas gracias, Isa. Los hijos son la eterna preocupación de los padres. Gracias a Dios está muy bien. Esta noche hemos hablado con él y se encuentra bien, después de un viaje bastante largo y con transbordo.
EliminarBesos