En la aparente muerte transitoria
de la noche,
cuando todo parece
haber pasado a mejor vida,
cuando se magnifica lo insignificante
y las cosas de peso
sobrenadan la angustia
del duermevela,
una mano incógnita y poderosa
viste a la humilde hierba
con diadema de perlas y brillantes,
para subvertir
el orden y poner las tildes
que la ignorancia humana
no sabe deletrear.
En la muerte transitoria de la noche,
de cada noche,
como un milagro,
surge un espectacular prodigio.
En la muerte transitoria de la noche,
de cada noche,
como un milagro,
surge un espectacular prodigio.
A milagro por segundo, sres., a milagro por segundo.
ResponderEliminarBuena noche blogueros de mi arma!
Night & day
Es una pena no poder agradecerte el comentario con tu nombre, pero sin duda, te quedo muy agradecido por el mismo.
EliminarSaludos
" indigente de nombre, posición y apariencia, soy en mi entendimiento una diosa invicta".
Eliminar¡Menudo oxímoron! Una diosa no puede ser indigente ni de posesión ni de apariencia, sino abundancia exuberante de gracia y belleza. Tal vez, Ninfa del Guadalquivir, por el léxico filtrado en la entrada primera, mas en todo caso, motivo para mí de acción de gracias por llegar hasta mi humilde morada y por la reincidencia, la cual muestra un interés desmedido por este ser finito e insignificante. Permitidme, ¡oh, diosa! postrarme a vuestros pies en actitud de servicio y respeto.
EliminarUn preciosa fotografía a la que has puesto una magnífica letra. Un saludo desde mi mejana
ResponderEliminarPrimero fue encontrar la fotografía: fue cosa del azar; quedó unos días en el archivo hasta que le puse el texto. Los calificativos son tuyos, Felipe.
EliminarPor cierto, ¿está seco, a salvo de la riada?
Un fuerte abrazo
Ya sabes Paco que estos de la tele son unos exageraos. Dijeron que se había inundado el casco antiguo y solamente fueron un par de charcos. Ha subido mucho el agua pero va muy encauzada. Veo que mis entradas no se actualizan, voy a ver si puedo hacer algo. Un abrazo
EliminarMejor así, Felipe. Las imágenes son alarmantes y no he podido dejar de pensar en tu "mejana", en nuestra "mejana". Un abrazo.
EliminarPues sí, eso es lo que parece un milagro diario el paso de la noche al día, de la oscuridad a la luz, que también has glosado con esos versos, Francisco. Que tengas un gran día.
ResponderEliminarEn esta ocasión observo un doble milagro, Paco: el del nuevo amanecer y el de esa diadema con la que el rocío ha vestido a la planta.
EliminarUn abrazo
Comparto la opinión de Felipe, gran fotografía y un poema muy logrado.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues igual te dido, Emilio: gracias por tus calificativos y me alegro que se vayan quedando limpias las calles de tu ciudad.
EliminarUn abrazo
Pues yo no voy a ser menos, comparto el comentario de Felipe que luego comparte Emilio.
ResponderEliminarUn abrazo Fco.
Para mí tú no eres menos, Elena, sino todo lo contrario. Para ti un beso.
EliminarEn las cenizas está la semilla de la nueva vida.
ResponderEliminarUn saludo.
De la muerte del grano de trigo surge la nueva espiga; del relente desapacible de la noche ese rocío tan bello que corona la planta.
EliminarUn abrazo
Es que la noche encierra misterios y secretos, es musa de artistas, es la que vela nuestros sueños. Besos primo!!!
ResponderEliminar¡Qué bonito, prima, qué bonito lo has dicho! ¿Cómo no voy a quererte?
EliminarBesos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLe hiciste la prueba del nueve y has usado la goma de borrar, pero ha quedado la marca en el cuaderno. Aprovecho para decirte que eres muy aplicada y cuidadosa y te mereces un beso.
EliminarY en ese paso de la noche al dia surge el prodigio diario de tus letras.
ResponderEliminarPaco, es asombroso que seas capaz de escribir un precioso poema cada dia.
¿La fotografía? No me fio nadahoy dia la mayoria, por no drcir todas, las fotos que se publcian están retocadas.
Un abrazo
Bueno, todos nos retocamos un poco. Yo no uso sombra de ojos ni lápiz labial, pero me atuso el pelo, me rapo la barba... El prodigio diario no es otro que el empeño en querer cumplir con un auto-compromiso. La indolencia me invita a pararme, pero me parece que mi vida es más plena escribiendo algo cada día. Como dicen los clásicos, la inspiración debe sorprendernos trabajando y no en espera. Por eso a veces sale algo potable y tantas veces cosas incomestibles que mis lectores leen con abnegación.
EliminarTe mereces otro beso.
Hola Paco, preciosa la foto y precioso el poema.
ResponderEliminarLa naturaleza es más sabia que nosotros, y por eso se encarga de que mientras todos duermen, ella, la naturaleza, embellece a las flores y plantas. Así al día siguiente nos dan alegrías, ya que son pocas las que últimamente tenemos.
Muy bello el poema.
Saludos y besos
Esa alegría de la que hablas es la que he querido resaltar, Isa. Cada día admiro más y más los muchos dones que recibimos de la naturaleza, a la que no siempre tratamos bien.
EliminarBella eres tú, besos.
Un milagro naciente e inesperado,un murmullo tal vez parido en el silencio o el rasgar de un pensamiento fugaz que transita el espacio del corazón.
ResponderEliminarY la magia estalla alrededor.
Yo siempre lo digo:
La noche es mágica.
:)
Es precioso el conjunto de poema e imagen.
Besos.
El verdadero conjunto precioso es el que forman: poema, imagen y comentarios; ninguno por sí solo tendría razón de ser y todos ellos son el trípode sobre el que se sustenta.
EliminarBesos
En la aparente muerte transitoria de la noche...tu recitas poemas a la vida. La naturaleza te devuelve tu versos, reflejando vida en las lágrimas del rocío....
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que el milagro de la vida está en esas pequeñas cosas, en la simplicidad de las cosas pequeñas que son los eslabones de toda la cadena.
EliminarBesos
La presencia de rocío helado o escarcha es la crónica perfecta de que la helada negra ha caído (o eso dicen los viejos del lugar).
ResponderEliminarUn saludo
En este caso no se trata de ese rocío helado del que hablan los viejos de tu lugar, un rocío al que aquí no estamos acostumbrados, sino a este otro luminoso y brillante que enjoya a la humilde hierba.
EliminarUn abrazo, Carmen.
Que poderío tienes Francisco, para hacer de algo insignificante algo tan bello.
ResponderEliminarUn abrazo.
Las cosas insignificantes, pero que quedan fuera de las facultades del hombre, son las que conforman los fundamentos de la vida. Muchas gracias por tu comentario.
EliminarUn abrazo