“Es
asombroso que seas capaz de escribir un precioso poema cada día.”
Chelo
de la Torre
"Escribir es defender la soledad en que se está; es una
acción que sólo brota desde un aislamiento efectivo, pero desde un aislamiento
comunicable, en que, precisamente, por la lejanía de toda cosa concreta se hace
posible un descubrimiento de relaciones entre ellas. Pero es una soledad que
necesita ser defendida, que es lo mismo que necesitar de justificación. El
escritor defiende su soledad, mostrando lo que en ella y únicamente en ella,
encuentra."
María Zambrano
Ayer, mi entrañable amiga, Chelo
de la Torre, me decía en un comentario: “Es
asombroso que seas capaz de escribir un
precioso poema cada día.” Eso es algo que no se ajusta plenamente a la
verdad por dos motivos: no siempre escribo poemas; no siempre mis poemas son
preciosos, o ni tan siquiera buenos. Pero esto que ella dice a mí se me pega
como velo de grasa al alma, y que el resto de mis lectores sabrán disculpar al
saber que es el afecto y no la razón con la que ella emitió el juicio.
¿Por qué se escribe? Comencé este
blog el 26 de octubre de 2009 y lo hice
publicando un par de veces por semana de forma muy heterogénea y así sigo:
poemas, reflexiones, relatos, memorias… hasta que se fue incrementando el ritmo. Desde
mediados de julio de 2010, hasta la fecha, he publicado algo cada día. Todo comenzó
como un ejercicio autoimpuesto, una confrontación con mi propia capacidad para
aparecer a diario como lo hacen los medios de comunicación, si bien con otro
ánimo no de actualidad, sino de reflexión del vivir diario, sobre cuyos hombros
cargamos la inevitable infancia, los miedos, las emociones y aquellas otras
cosas que nos afectan positiva o negativamente de los acontecimientos diarios.
Como consecuencia de ello, he
logrado conocer virtualmente a muchas personas y a hacer amistad con un nutrido
grupo de ellas a quienes conozco y me conocen tal vez mejor que si
frecuentáramos a diario la hora del aperitivo o el café de sobremesa en el bar,
donde sobreabundan las banalidades por encima de sesudas especulaciones. Aun
así, me sigo preguntando, ¿por qué se escribe? Si en mis propósitos no queda ni
cerca ni lejos ninguna editorial, si ni siquiera otorgo a lo propio la calidad
suficiente para inmortalizarlo en las matrices de la imprenta, ¿por qué
escribo?
Ya ha quedado explicado el por
qué hacerlo a diario y me siento muy complacido de haber logrado hasta ahora
ese reto que un buen o mal día me propuse como ejercicio de voluntad, pero
ahora quiero preguntarme por el por qué de la escritura. En la segunda de las
citas que abren este espacio, María Zambrano expone algunos de los motivos que
a ella le llevaron a escribir y que comparto hasta el extremo de haberlo tomado
como punto de partida. A pesar de vivir felizmente casado y compartir la vida
cada día con más dicha, y siendo persona creyente que se ve reflejada en las
palabras del Génesis: “por eso deja el
hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne.”;
a pesar de esa unicidad, por encima de ello o de forma paralela, en cada
persona hay un espacio de privacidad al que hay que darle salida para ser uno
mismo, para sentirse creador sin llegar al grado de soberbia, algo que
difícilmente se puede alcanzar sin el ejercicio de ser uno mismo aislado y
pensante, sino en el más profundo silencio y soledad en el que uno llega a
identificarse consigo mismo, con su estado y su razón de ser.
Lo que digo no es privativo de la
escritura, sino de toda actividad creadora donde el individuo, a solas con sus
capacidades y con el ejercicio gimnástico de la práctica continuada, es capaz
de ser y verse reflejado en todo aquello cuanto con sus medios personales consigue
dar vida. Y todo esto, ¿para qué? Para en su momento, tras ese parto silente y
apartado que requiere todo acto creativo, comunicarlo y difundirlo cuanto más mejor.
Busco, deseo, necesito de mis ratos de soledad y apartamiento del mundanal ruido
y de los seres a los que amo, para acabar mostrando lo meditado, el producto de
mi obra, algo que únicamente en ese apartamiento voluntario logra encontrar y
darle forma.
Yo llevo justo un año más que tú con el blog, pero mi frecuencia es menor, solo un post por semana -más o menos- tal como me lo propuse. ¿Por qué escribimos? En mi caso, porque siempre me ha gustado y porque, aunque he tenido ocasión de publicar mi poesía en papel, nunca me he decidido por el miedo a mostrarme interiormente ante las personas conocidas, así que me incliné por el blog que me permite publicar bajo otro nombre. Pero curiosamente, lo que menos hay en él es poesía que he ido dejando con cuentagotas, pues aun bajo seudónimo siento pudor de mostrarla y paso un mal rato cada vez que la veo ante mis ojos... y ante los ojos de los demás.
ResponderEliminarEse pudor es razonable, pero hasta cierto punto. Quiero decir que llega un momento en el que hay que superar esa situación u mostrarse tal cual. Lo que no creo oportuno es forzar nada, sino hacer aquello que a cada uno le apetezca.
EliminarUn abrazo
Totalmente de acuerdo. Algunos no escribimos para suplir carencias ni afectos, sino por esa necesidad de llenar un espacio y un tiempo que sólo pertenecen al que escribe.
ResponderEliminarUn saludo.
Me alegro de esa coincidencia, Cayetano.
EliminarUn abrazo
Es cierto que todos necesitamos de esos momentos de soledad, esa parcela en la que sólo nosotros podemos entrar pues es la única forma de poder meditar con serenidad.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de escribir en el fondo creo que es una manera de compartir con todo aquel que quiera acompañarnos.
De la soledad de la que hablo es de la necesaria para poder hacer algo creativo, y como bien dices, detrás de la necesidad de escribir está la de comunicarse.
EliminarUn abrazo
Es cierto que escribir diariamente en los blogs tiene cierta dosis de vanidad y autosatisfacción personal, pero tambien es un compromiso grande, ya que hay muchas personas que necesitan y están esperando tus palabras y no puede disfrutarles. Pero si lo haces, además con gusto, con gracia y con tu sabiduria, es u nregalo total. Que no nos falte nunca tu entrada diaria, Francisco. Abrazos.
ResponderEliminarSon los demás quienes valoran lo que uno hace, pero no cabe la menor duda de que cada uno sabe hasta qué punto es o no potable lo que hace. Mi momento de vanidad me la dan mis lectores con sus comentarios, pero no es la publicación diaria la que me llena de vanagloria, sino simplemente la superación de un reto. Cuando empecé a escribir a diario, fue una prueba a la que me sometí ante la duda si sería capaz de hacerlo diariamente como un profesional; no lo soy, pero he logrado lo conseguido hasta ahora. Uno no puede permanecer esperando que pasen las musas, sino que hay que salir al encuentro de estas.
EliminarTe agradezco tus palabras, Paco.
Un abrazo
Es un tanto complejo el saber por qué escribe uno. En mi caso simplemente por el placer de hacerlo y quizá también, como dice Paco Hidalgo, satisfacción personal y posiblemente algo de vanidad. Tengo claro lo que digo en el título de mi blog: ni límites ni metas. Cuando me apetece escribo o lo dejo, no me autoimpongo ninguna disciplina, prefiero hacer en todo momento aquello que me apece. Sin embargo, admiro tu regularidad y capacidad. Un abrazo desde mi mejana
ResponderEliminarEn mi entradilla permanente dice: "es un tiempo idóneo para meditar y compartir, para acompañar, para prepararnos sosegadamente hacia el encuentro definitivo." Creo que soy más o menos fiel a este principio y el hacerlo a diario es una cuestión de voluntad y hábito. Así como un deportista no puede estar en forma el día de la competición, sin el entrenamiento constante, la escritura, en mi caso, necesita del ejercicio continuado. Hace mucho tiempo que escribo, casi desde siempre, pero siempre lo hacía de forma esporádica. En cierta ocasión me propuse escribir un poema al día y al cabo del mes había acabado un libro de poemas; entonces me dije: ¡es posible!. El blog es como tener un editor que tiene los brazos abiertos esperándote siempre que lo desees, y en tanto me hace disfrutar, lo estoy aprovechando cada día. Ni es mejor ni es peor, es cuestión de planteamiento. La capacidad y regularidad, Felipe, la da el entrenamiento.
EliminarUn fuerte abrazo
Has seguido la regla inversa que yo me estoy aplicando, cada vez alargo las entradas habiendo llegado a pensar en algún momentos dejarlo; mi vida ha sido, me imagino que como la de todos, abrir etapas nuevas, desarrollarlas y finiquitarlas; esta etapa blogera creo que ya está cumpliendo su fin, no se cuanto durará pero creo que no mucho; desde el momento que deje de ser una satisfacción escribir lo dejaré, y resulta que cada vez es mas cansado escribir y leer sobre lo mismo. Seguramente pasaré de lectura compulsiva a más lectura, eso no me cansa nunca.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo no me planteo nunca hasta cuando estaré escribiendo, sino si tiene o no interés lo que digo y cómo lo digo. La escritura como ejercicio no es sólo tener algo que comunicar, sino poder decirlo de manera adecuada y que no suene a lo ya dicho por otro. Quiero decir; los temas en la literatura se pueden contar con los dedos de las manos, pero literatura es algo más que el mensaje que se comunica, es la forma de contarlo. El amor, la muerte, el miedo, los celos, la envidia, las pasiones... todo está dicho. Todos los viajes están contados, pero existen formas infinitas de hacerlo. Ahora bien, nada de todo esto es posible si no se hace disfrutando de ello, si el esfuerzo representa una contradicción para uno. Y finalmente, como dices, Emilio, cada uno se decanta por aquello que le satisface. ¡Que usted lo lea bien!
EliminarAplaudo y suscribo de "pe" a "pa" el comentario de Emilio.
ResponderEliminarPrecisamente ayer comenté en un blog que me paso medio día leyendo blog y comentándolos, y la verdad, me resulta algo cansado, y eso a pesar de que yo publico de higos a brevas, pero si sigo a alguien lo sigo con todas sus consecuencias, por lo tanto mientras yo os visito a diario, vosotros venís a mi callejón un par de veces al mes.
Con esto no quiero decir que no me guste visitar a quien publica a diario, pero sí es cierto que mi tiempo se resiente de veras, porque yo no estoy jubilada, salgo a la compra, cocino, lavo, friego... comento blog y ya no me queda tiempo para leer el libro que me espera desde hace meses en la repisa.
No sé si esto tiene sentido, por ello amago de vez en cuando con dejarlo, o simplemente publicar cuando realmente sienta la necesidad de escribir, y mientras desaparecer de esta locura.
Un abrazo Francisco.
Por si no te has enterado, te respondo por segunda vez: la primera se la han llevado los demonios.
EliminarEsto es una cuestión muy personal que cada uno debe desarrollar según sus gustos y preferencias. Yo sé que eres una gran lectora y los libros han pasado un filtro que no lo han hecho las muchas páginas de los blogs, donde como en toda tierra de garbanzos hay bueno y mucho malo. En cuanto a la producción propia, como no se trata de ganarnos ni la vida y el prestigio, cada uno debe hacer lo que más le satisfaga, pero no me gustaría que dejases tu callejón, donde me haces disfrutar de cuando en cuando con cómo dices las cosas mucho más que por lo que cuentas. En tus escritos, ya sé que tardíos, hay siempre una referencia bibliográfica que abre paso como aperitivo y que siempre cuadra perfectamente. Tú, Elena, a tu ritmo, pero no lo dejes; danos de vez en cuando una satisfacción con el regalo de tus palabras.
Besos
Caray Francisco,yo no lo habría explicado mejor.
ResponderEliminarSólo añadiría que para mí ese aislamiento vital,comunicable y privado al mismo tiempo,es una isla donde ver venir a l@s náufrag@s que sois y tanto me aportáis,es un privilegio inimaginable y muy apreciado por mí,escritora aficionada que jamás pensó sentir algo así por medio de la escritura.
Besos.
Tú, Marinel, sabes sacar emociones como de un árbol seco un diestro leñador saca astillas. Me ha sucedido contigo como con Elena, que se ha perdido mi comentario anterior, pero mi ángel/demonio de la guardia me ha avisado y aquí ando poniendo orden para que no te sientas ninguneada.
EliminarNo recuerdo cómo fue mi comentario anterior y ya me he repetido hasta la saciedad: lo que importa es que cada uno, en uso a su libertad, haga aquello que le plazca y con la frecuencia que crea más oportuna.
Yo necesito para escribir agitación mental en el reposo, quietud, pero predisposición a ejercer la mente de forma reflexiva. Y todo ello para qué, para luego comunicarlo por medio de este regalo que hoy día son las nuevas tecnologías. El peligro es que como no hay el filtro de una editorial (que también han cometido rotundos errores), en la red encuentra uno cosas potables, cosas muy buenas y bastante cosa insustancial y hasta muy mal escritas. Pero eso es como todo en la vida, si hemos aprendidos a ser libres, podemos cambiar de canal o apagar la radio o el televisor; pues aquí lo mismo.
Tú no desconectes nunca tu sintonía, esa que me eleva por la calidad lírica de tus expresiones.
Besos
Buena reflexión nos haces hoy. ¿Por qué se escribe?
ResponderEliminarEn mi persona, no te sabría decir por qué escribo. Lo hago desde tan pequeña...creo haberlo publicado. Mi abuelo, era contable y diariamente, llevaba el inventario de su casa como lo hacía en su trabajo. Un gran libro que en la portada se leía "dietario" en el que se apoyaba cada noche con su pluma y apuntaba un debe y un haber lleno de número...a la grupa de sus rodillas, le preguntaba por qué siempre escribía o leía. Un día, no sé...quizá con 8 años, me regaló un libro parecido al suyo con una variación en la palabra de la portada "Diario". En él, no había un debe ni un haber, pero él me explicó que cada noche o cada día, pero a diario, debería escribir en aquél libro lo que me sucedía. Aquello que era importante para mí, algo que me había hecho feliz y algo que no me había gustado tanto. También, aquello que me gustaría mejorar en mi día a día. Ése debía ser mi debe y mi haber diario, qué "debía" mejorar y que me "había" hecho sentir bien.
Aquél hábito se hizo costumbre y del diario pasé a los cuadernos, a las agendas, a un papel cualquiera en el que debía escribir algo que en mi cabeza se movía buscando una salida. Algo que no terminaba de ver hasta que estaba dibujado en forma de palabras sobre un papel.
Por eso escribo. Un hábito que se hizo costumbre y terminó siendo una necesidad....
¿Por qué tengo un blog?
Porque necesitaba expandir al mundo mi rechazo a las injusticias, mi necesidad de concienciar al mundo de que nuestros valores estaban en peligro...Mi indignación ante tanta dejadez, tanta violencia...
Ahora, tras algo más de dos años con mi espacio abierto, continúo girando en la noria de la vida, cerrando y abriendo círculos, escribiendo mientras aprendo a bailar con la vida.
Un abrazo
Una bellísima explicación, Mascab, producto de la inducción a la que te empujó tu abuelo. Siempre hay y siempre habrá un motivo para gritar de júbilo o de rabia, pero necesidad imperiosa de gritar, de cantar al amor, de llorar la derrota, de vocear la injusticia, de pedir la paz...
EliminarTodavía no sé de qué voy a hablar esta noche en mi blog y tengo que terminar de contestar los comentarios y salir a la calle dentro de media hora para ocuparme de la vida de otros, pero sé que necesito llegar a la cita antes de la media noche, antes de que la calabaza deje de ser la carroza que me conduzca por los sueños.
Un beso
No es mi caso. Lo que escribo lo hago con pocas palabras.Me encanta viajar,y sobre todo fotos de esos instantes para guardarlos de recuerdo. Mi atención se centra en la fotografía aunque tampoco me complique la vida demasiado. Reconozco que las grandes fotografías se hacen con trípode, yo voy a lo practico, me niego a ir cargada de un lado a otro por la calle con semejante peso.A continuación las publico y sigo el lema "una imagen vale más que mil palabras", de ahí se deriva mis breves escritos, pero como nunca se ha de decir "de este agua no beberé". Que haré el día de mañana?......solo el tiempo lo dirá.
ResponderEliminarUn beso.
http://ventanadefoto.blogspot.com.es
Tan creativo como la escritura es la escultura, la fotografía, la pintura, el cine... Hace un par de años presencié en la Alameda de Marbella a un grupo de cuentacuentos. Eran personas venidas de diversos puntos de país, cada uno con su acento y su peculiaridad. Me quedé fascinado con el mundo mágico que crearon en el paseo donde cada vez se arremolinaban más y más gente de todas las edades. Cuando una persona logra hacer arte, no importa el medio que emplee, la magia está servida, y tus fotografías son un buen ejemplo de o que hablamos.
EliminarUn abrazo
Según Oscar Wilde, para escribir solo se necesitan dos cosas, tener algo que decir y decirlo. Yo añadiría que saber decirlo es muy importante,pues así, los que somos vagos y nos cuesta tanto trabajo expresar lo que sentimos, podemos tomarte como ejemplo, y seguir escribiendo, claro que hacerlo a diario sería misión imposible para mí, pues si la debilidad cansa, la fortaleza resultaría agotadora.
ResponderEliminarUn beso muy fuerte para los dos, para tí el escribiente, para Chelo la musa inspiradora.
Además de divertido y ocurrente, Oscar Wilde, pronunció infinidad de sentencias todas ellas muy atinadas. Yo diría que lo más importante de todo es saber decirlo. Aunque un escritor (yo no me considero tal) no cuente nada, si lo dice bien habrá creado una bella lectura.
EliminarGracias, Nerim, por tu cariño que es notorio lo es recíproco.
Besos
Como se diría de forma un poco vulgar, no te cortes y sigue con el deleite de hacer correr la pluma....
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias, Pedro, trataré de complacerte y complacerme mientras sea capaz de hacerlo.
EliminarUn abrazo
Paco que me alegro de que mis pobres comentarios te sirvan de inspiración aunque a la verdad es que tú necesitas poca inspiración para escribir, pero eso ya te lo he dicho otras veces.
ResponderEliminarPara mi lo dificil no es qué decir sino el como decirlo.
Un abrazo.
¡Haberlas, haylas! Te prometo que tanto a Elena como a Marinel les he respondido y extensamente, pero las meigas han debido sobrevolar estos pagos y han desaparecido. Como comenté, tuve que salir al encuentro de una persona que necesita bastante atención y pensé por el camino buscar entre los correos propios mandados a la basura para desde allí copiar y pegar, pero ná de ná.
EliminarVuelvo contento; no he podido hacer todo lo que pretendía, pero la cosa se enfila por buen camino.
Gracias de nuevo y atiendo a nuestras amigas. Besos.
Eres un alma buena que me has comentado por vía interna que no he contestado a Elena y Marinel, dos de mis amores. Sí lo he hecho, pero el glotón de Blogger se ha debido tragar los dos comentarios. Ahora tengo que salir a una cita ineludible, alguien que me necesita más que yo escribir, pero luego reparo el entuerto y preparo la entrada de hoy.
ResponderEliminarGrcaias, Chelo.
Besos
Francisco, tu fecundidad literaria es digna de elogio.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Antorelo. Sólo he tenido dos hijos, sólo tengo dos nietos, pero tú me llamas fecundo.
EliminarUn fuerte abrazo
Se escribe por todo lo que dices tu y porque sabes hacerlo muy bien.
ResponderEliminarAdemas estoy de acuerdo en como describes esa sensación de placer al hacerlo.
Yo, no se porque escribo, nunca lo había intentado antes, solo se que me siento bien al hacerlo. Y no es porque me sienta sola o aburrida.
Besos francisco.
No te preocupes si no puedes contestarme.
¿Cómo voy a dejarte sin respuesta, Rafaela? ¡De ningún modo!
EliminarTe agradezco tu valoración tan positiva y te dejo un consejo: si de verdad quieres averiguar por qué escribes, sigue leyendo y escribiendo cada día; finalmente acabarás por adivinarlo.
Besos
Me he leído todo de pé a pá, y muy atentamente.
ResponderEliminarTodo es:
Tu entrada, tu reflexión y todos los comentarios tan bien articulados de tus comentaristas-amigos...
No puedo dejar de asentir a uno y otr@s. Me identifico con todo lo que se ha dicho hasta ahora.
Escribir es vida, al menos para mí.
Aprendí a leer perfectamente cuando solo tenía tres añitos, y no es farde, es la verdad, ser curiosa me llevó a ello, ser curiosa y el interés de mis progenitores que me confiaron a mi señorita Pili, una mujer a la que recordaré toda mi vida, pero eso es otra historia...
Entré en el cole a esa tierna edad saltándome un curso de parvulitos por eso, porque yo ya sabía leer y escribir.
Desde entonces, hasta hoy han pasado 50 años en los que no han faltado las letras ni un solo día en mi vida. Y no la puedo concebir sin libros, sin lectura, y sin escritura.
Yo tampoco soy escritora, soy escribidora, escribo mi propia vida a través de mis impulsos convertidos en letras.
El pudor y la vanidad son dos antagonistas que se mezclan en esta aventura bloguera y escribidora más o menos pública.
Pues en mi caso, hasta que hace 10 años decidí apuntarme a un Taller de Escritura, sentía que mis cosas no valían nada... he aprendido mucho, y he descubierto personas como yo, compartimos, nos ayudamos, aprendemos juntos.
El blog lo abrí con más miedo que vergüenza, no sabía muy bien de qué iba el asunto. En marzo cumpliré un sexenio orillero y no me arrepiento.
Mi ritmo ahora es más ralentizado, y eso que mi vida va como un ferrari en una pista de fórmula1!
Leo todo lo que puedo, y contesto a quien puedo, que nunca es todo lo que quiero!
Escribir es volcar nuestra alma en un papel, en una pantalla...
Los que por aquí asomamos no creo que tengamos demasiada "soberbia", pues nuestras metas no son las de editar y... me parece a mí que eso no va conmigo, no osaría jamás llamarme ni escritora ni poeta. Tengo demasiado respeto por l@s que de verdad lo son! Hay que tener un pie bien puesto en el suelo, aunque nos permitamos soñar...
Y respecto a vos, caballero... qué decirle que no le hayan dicho ya? Que es usted un crac, eso para empezar, y una bellísima persona, que es lo realmente importante.
Pero, escribe usted muy bien, tiene facilidad para esto y lo otro, y sí, nos hemos hecho adictos, es usted adictivo, ya lo sabe!
Y que estoy encantada de formar parte de esta nube de lectores-amigos!
Y que seguro que se me queda mucho en el tintero, pero ya usted sabe, don Paco!
Besos, muchos, y a Pepita también, que mira que tiene suerte!
;)
Mi muy querida Neskapolita: con demasiada frecuencia, en casa de herrero, cuchillo de palo. No es que Pepita no valore lo que hago, sobre todo los poemas donde se sabe manantial de inspiración, paro ya sabes que la fuerza de la costumbre se hace rutina y... vamos que no me desagradan los comentarios que llegan de fuera y los muy especiales que me facturas en gabarras.
EliminarMe estoy poniendo pesado y reiterativo con este asunto y ya he dicho lo dicho y comentado hasta la saciedad todo lo comentable. Yo no soy escritor, yo no me considero escritor. En mi lejana juventud, antes de la existencia de estos medios, me publicaron algunos cuentos y poemas en libros colectivos, pero yo no soy escritor. Hoy escribo mejor que entonces: he leído muchas más páginas, he emborronado muchos más folios, he cursado (ya jubilado) filología hispánica, pero yo no soy escritor.
A la escuela masiva donde fui a los 5 años (un aula única para todas las edades) no me comunicaron el desvelo por leer, pero mi padre, después de venir del campo de labrar y recolectar; cuando las opciones eran Radio Nacional, la Ser y Radio Pirenaica, se ponía a leer hasta que le rendía el sueño. De él aprendí el gusto por la lectura: mis hijos lo aprendieron de mí y ojalá siga la dinastía. Y la lectura lleva a la escritura como lleva a hacer radiante la imaginación.
Lo que he encontrado en el blog es la posibilidad y la suerte de encontrar un puñado de lectores por y para los que escribo. Uno siente la necesidad de comunicar, pero no es cierto que nadie escriba para sí mismo, sino para que otros le lean y le contrasten. Así que mientras tenga seguidores que me lean y comenten, mientras que el chivato interno de este artilugio me diga que tengo una media de 500 lectores diarios (ayer 649) y no me desasista la salud, seguiré apareciendo con la frecuencia y calidad que me sea permitida.
Tampoco es que para ser escritor haya que contar con una obra inmensa. Juan Rulfo publicó dos novelas y bastante cortas, pero con haber publicado "Pedro Páramo" era suficiente para haberse instalado en el canon.
Por todo ello, mi agradecimiento a todos mis lectores, más efusivamente a aquellos que os molestáis en hacerme comentarios, y de manera especialísima a Edurne que no sólo corresponde a mis escritos, sino al mucho cariño que sabe que te tengo.
Voy a preparar la entrada de esta noche, que me quedo sin tiempo.
Muchos besos
¡Chelo, a tí te pregunto! ¿Me ha quedado alguien sin responder?
ResponderEliminarTe quiero
Querido Francisco, publicas todos los días, y me encantaría leerte todos los días. ¿Sabes por qué? porque haces una recopilación de temas variados, poemas, reflexiones, formas de vivir, viajes a Rusia, viajes a lugares inexplorados de tu interior.
ResponderEliminarMe alegro de haberte leído hoy. Y de estar aquí compartiendo estos ratos que tanto nos llenan. Puede que cuando tenga más edad, sea como tú, y me deje de micros y de historias pequeñas para pasar a otra dimensión, distinta, pero igualmente literaria y llena de satisfacciones.
Mi abrazo admirado para un cronista diario que creo que lo hace muy bien.
Francisco, siento llegar tarde en esta entrada, pero aquí te dejo mi huella.
ResponderEliminarYo llevo desde el año 2007 en el mundo bloguero, y sentía necesidad de compartir mis reflexiones, y descubrir la manera de pensar y el mundo interior de personas lejanas, me parecía ésto un mundo mágico, y aún, después de tantos años, me sigue encantando y es un placer para mí, porque además, me sirve para estar ocupada en esta etapa en la que estoy viviendo tan dura por estar en el paro, de esta forma me siento útil conmigo misma y es una manera de evadirme de la oscuridad que nos embarga la crisis, en realidad son tantos los motivos por los que escribo, que no terminaría de explicarlos.
Gracias, amigo, por esta bella entrada.
Un beso.