A
mi amiga Mascab, que hace bandera de sus tacones.
Sin serlo,
hoy me subo a los tacones
para sentirme mujer,
para mirar desde la negra
atalaya de la mancillación,
para sentir en la médula
de mis recónditos adentros
cómo es la humillación
de ser violentada en lo
sagrado
de mi persona, única e
irrepetible.
No tengo marcas. Un sumando
más de degradación hacia los
limos
de la amarga desventura.
Nadie escucha los desgarros
de sometimiento de mi alma marchitada.
¿Cómo probar que ésta
acémila
que me monta a capricho
me va sajando mi espíritu
cada día?
¿Cómo se prueba el menosprecio,
las vejaciones, los oprobios?
Sí; yo sí soy. Soy mujer.
Soy persona.
Soy madre ─mi único tesoro─.
Todos me ofrecen consuelo
en pañuelos de papel,
pero nadie me aporta
soluciones.
No quiero gemir. Quiero
gritar.
Quiero aullar al mundo
esta vecindad a la muerte
en la que vivo apagándome
Y lucho. Lucho cada día con
furia,
para que el rostro de mis
hijos
se nutra de mis fingimientos
y no de la crucifixión en la
que muero.
Es el destino de millones de mujeres, pero aún así muchas están poniendo la espalda sin rebelarse. Cuanto camino queda por recorrer incluso en países desarrollados.
ResponderEliminarUn buen homenaje en el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra Mujeres.
Bss
Muchísimos millones de mujeres. En un montón de países se ve como una cosa normalizada y eso es el mayor peligro, donde ni los padres apoyan que la mujer se revele contra su situación. Costará, pero se están dando grandes pasos.
EliminarBesos
Aqui la difultad esta en cuando ye bajes de los tocones me digas que sentistes y que soluccion ves un abrazo
ResponderEliminarEstoy conmovida, pero no sorprendida de tu prounda y noble entrada. Hoy especialmente me siento confortada y contenta por que las mujeres contemos con una pluma como la tuya.
EliminarTe envio con un abrazo mi reconocimiento y afecto.
Mari Carmen.
Disculpa el lapsus, quise decir: profunda.
EliminarEn principio, María Jesús, todo se arregla con educación. En los tacones y después de bajarme, leyes que favorezcan la igualdad y educación para que esas leyes sean integradas en la sociedad.
EliminarUn beso.
Muchísimas gracias, Mari Carmen García Franconetti, gracias por la alta consideración que me tienes.
EliminarTodo es cuestión de educación, cuando se aprende el concepto igualdad, empezaremos a saber que hombre y mujer son eso, iguales.
ResponderEliminarSaludos
Estoy de acuerdo contigo: la educación es la base de las relaciones humanas.
EliminarUn abrazos.
Tienes toda la razón: la educación es el medio de cambiar la sociedad.
EliminarUn abrazo
También me sumo a esta lucha, #DíaContraLaViolenciaDeGénero
ResponderEliminarBienvenida, aunque más propio sería decir "me he colado en tu casa".
EliminarBesos.
Un día tremendo por la desesperación que acarrea a tantas mujeres que no pueden decir ¡basta!
ResponderEliminarQuillo.... ¿pero desde cuando no te leía?, ya decía yo que me faltaba algo, ¡me cachis!
Pues ya sabes que siempre eres muy bien recibida.
EliminarBesos.
En un día como hoy todos somos aquellas mujeres que fueron martirizadas y asesinadas por el amor de sus vidas, el padre de sus hijos, el autor de su primer beso. La violencia no es explicable y menos la que es ejercida por la persona con quien convives todos los días, aquella por la que mueres y vives, la que significó la revolución de tu adolescencia. Es triste, muy triste, y de ellas a veces sólo nos acordamos cuando nos lo recuerdan.
ResponderEliminarUn abrazo
Y no sólo las asesinadas, Carmen, sino también las anuladas y vejadas en su moral hasta perder su dignidad de personas.
EliminarBesos.
La verdad, no sabía que ustedes recordaban hoy el Día internacional contra la violencia de género. Es un tema que me irrita y mucho. No sé si se trata de educación . Felizmente no he sufrido este flagelo jamás. Pero siempre sostuve que al primer gesto violento, a la primera palabra fuera de lugar la mujer debe irse .. Vivo alertando a Mariana sobre esto, por suerte piensa como yo. Acá es increiblemente cruel los casos cada vez más seguidos de violencia que terminan en la muerte.¿ Cómo puedes amar a alguien que te lastima? No lo entiendo.
ResponderEliminarBesos.
Muchas mujeres no cuentan con los medios, las habilidades laborales y/o sociales para poder dar un portazo y dejar solo al energúmeno.
EliminarBesos.
Francisco, te he visto subido a los tacones y poniendo voz y grito a tantas mujeres que sufren en silencio y no se atreven a denunciar y a escapar de esa cárcel en vida...Debemos seguir unidos en la palabra y en la actitud en contra de esta violencia, que pide a gritos educación, respeto y amor...Mi felicitación y mi abrazo grande por este "arranque" solidario y desgarrado, amigo.
ResponderEliminarM.Jesús
Me he sentido muy bien en femenino, María Jesús, aunque no me entendí muy bien con los tacones.
EliminarBesos.
Desgarrador por real que es.
ResponderEliminarGracias Francisco por la solidaridad que manifiestas y por entrar en la frágil piel de aquellas que sufren esta barbarie.
Un abrazo!.
Gracias a ti y a todas vosotras por permitir mi intrusión en femenino.
EliminarBesos.
Yo no me siento mujer pero estoy con ellas en esta lucha. Lamentablemente no sé qué puedo hacer y veo que la solidaridad no basta. Un abrazo
ResponderEliminarEs cierto que la solidaridad no basta, pero nos hacemos la ilusión de acorralar y los salvajes y a las autoridades a que den mejor protección; pero por encima de todo, educar en el respeto a la mujer y a la igualdad.
EliminarUn abrazo.
Pues a mí me hierven las entrañas!
ResponderEliminarGracias en nombre de todas las mujeres!
Besos!
)
Gracias a ti por tu amistad.
EliminarBesos.
Gracias, amigo Francisco, por ponerte los tacones de mujer por un rato. Eso mismo es una excelente metáfora, pues así andan demasiadas mujeres, tambaleando por la vida en situaciones que parecen no tener salida.
ResponderEliminarElegí esos últimos versos porque pienso, estoy segura, de que los rostros de los hijos no se nutren de los fingimientos de una madre. Ellos intuyen todo, escuchan tras las puertas y tarde o temprano se hunden en la confusión, la cual puede enfermar.
Más vale que sepan la verdad de los sufrimientos...aunque en este mundo cruel la violencia familiar a menudo termina en muertes. Hasta ahora no hay buenas soluciones.
"...Lucho cada día con furia,
para que el rostro de mis hijos
se nutra de mis fingimientos
y no de la crucifixión en la que muero."
Gracias por este gran poema en la semana internacional contra la violencia de género,.
Abrazos!
Cuando uno escribe, le gusta saber lo que siento quien lo lee, hasta qué punto coincide o no con su punto de viste, si le agrada la forma, el estilo, la temática... Por todo, te agradezco mucho tu comentario.
EliminarUn abrazo y un beso.