Perdidas;
hay vidas que parecen
existir
sólo entre tinieblas o
pálidas luces led,
que viven acurrucadas
esperando una oportunidad
más propicia para su
existir.
En el porche ha caído la
penumbra
cuando comienzan los
primeros escarceos:
allí está impasible la
salamanquesa,
acechante, atenta a la vida;
movimientos tenues ágiles de
vigía
en las proximidades de la
luz,
donde los insectos hacen botellona
con desconocido fin. Un
visto
y no visto es el banquete.
Perdidas;
hay vidas que parecen no
existir
las mañanas de los fines de
semana,
─sin tráfico, sin gente─
personas que viven
agazapadas
en las zarpas etílicas de
noches para el olvido,
donde la conciencia plena
no configura la plenitud de
la vida.
Cuan profundo son estos versos, compañero de letras... leer entre sus líneas es sumergirse en la incertidumbre del mañana...
ResponderEliminarAbrazos y feliz día.
Muchas gracias por esa profundidad que detectas, Ángeles.
EliminarUn abrazo.
Para leer dos o tres veces y entrelíneas, como dice Angeles. Precioso.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Amparo, me suena a piropo.
EliminarUn abrazo.
A veces la vida es una salamanquesa, que espera impasible la aparición de esas vidas acurrucadas en la tiniebla...Un símbolo muy realista, que duele y produce escalofrío por su intensidad, amigo...
ResponderEliminarMi felicitación, mi abrazo y mi ánimo.
M.Jesús
Tus comentarios son un regalo para mí, como lo es tu persona.
EliminarBesos.