Fotografía de Isidoro Jara
En mi haber numerosos
afectos
y en el debe un ejército
olvidado
que quedó en la retaguardia
de los días
y pasaron sin mácula por mi
vida,
sin lastre ni equipaje de
mano.
Uno crece, se forma, trabaja
y convive
con una sociedad que es
pasto
de tus pasos y de tu
crecimiento;
pero no son aguas que bebes
ni con las que te aseas
sino mero tránsito, río que
corre
lamiendo las orillas de tu
vecindad.
Al final de los días, al
hacer balance,
la inmensa mayoría no han
sido ni actores
secundarios, sólo figurantes
que pasaban por allí sin una
función concreta. Por eso,
cuando digo: sin ti nada es
lo mismo,
te estoy diciendo que
figuras
en los títulos de crédito de
mi vida.
Sùper...Ese, sin tinada es lo mismo que te estoy diciendo que figuras en los títulos de crédito de mi vida.Eso es amor apreciado amigo..
ResponderEliminarDices tanto en tus palabras escritas que llega al corazón.
Un abrazo y feliz vida.
MA.
El blog de MA.
De película!!!
ResponderEliminarUn abrazo, Francisco
Bello poema !
ResponderEliminarEs verdad: la vida pasa como un soplo . Vamos cosechando afectos y también los vamos olvidando.Yo creo firmemente que cuando una persona entra a la vida de uno, siempre es por algún propósito que viene de las alturas.Y cuando se va , es porque ya cumplió el propósito .Nada es casual . Dios maneja todos los hilos delicadamente, de tal modo que creemos que los cambios parten de nosotros. NO. Todo está marcado.
Apapachos.