Este día nació entre bostezos
con irisaciones grises,
casi opacas,
pero pronto se desperezó del lastre cansino
y nació la luz entre alborozos,
como nace la esperanza
o una chispa iluminada
del choque violento de dos trozos de pedernal.
Se echó por los hombros la capa azul,
la de los días solemnes,
y hasta los seres más diminutos
salieron de sus escondrijos
para contemplar el espectáculo.
Cuando no cabía mayor asombro
ni alborozo,
bajaste la escalera a sabiendas de la sobreactuación
y el glamour desbordó al día
por la puerta de servicio.
Eras un manantial de agua burbujeante y pura,
el relumbrón que todo lo despeña
por los atajos de lo superfluo,
el racimo de todo lo sutil de todas las apetencias,
el alfa y la omega que había visto en sueños;
por eso me fue fácil identificarte
y anclarme a ti con vínculo eterno.
Este día nació entre bostezos
con irisaciones grises,
casi opacas,
pero pronto se desperezó del lastre cansino
y nació la luz entre alborozos,
como nace la esperanza
o una chispa iluminada
del choque violento de dos trozos de pedernal.
Se echó por los hombros la capa azul,
la de los días solemnes,
y hasta los seres más diminutos
salieron de sus escondrijos
para contemplar el espectáculo.
Cuando no cabía mayor asombro
ni alborozo,
bajaste la escalera a sabiendas de la sobreactuación
y el glamour desbordó al día
por la puerta de servicio.
Eras un manantial de agua burbujeante y pura,
el relumbrón que todo lo despeña
por los atajos de lo superfluo,
el racimo de todo lo sutil de todas las apetencias,
el alfa y la omega que había visto en sueños;
por eso me fue fácil identificarte
y anclarme a ti con vínculo eterno.
Un gran día será tu día. Un gran regalo del cielo.
ResponderEliminarAbrazos de anís.
A cierta edad, cada día es un nuevo regalo, y este es mi caso, Sara.
EliminarUn abrazo.
Por ahora todos los días nacen igual , pero luego abren
ResponderEliminarCierto que aparentemente iguales, pero no hay dos días idénticos.
EliminarUn abrazo.
Hermosa personificación de ese día, que se echó la capa azul y se llenó de glamour y de luz..Precioso y sentido, Francisco.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
Gracias, María Jesús, por leer y escudriñar.
EliminarUn fuerte abrazo.