Abro el surco en el barbecho
de esta página en blanco
con determinación de echar
la simiente con la que
nutrir
tu deseo de devorar
el pan del día. Todavía
no he seleccionado la
simiente
y espero con resolución
que el momento de la siega
sea para ti gozoso,
como lo es siempre el pan:
el elemento base de toda
mesa.
No has echado la simiente y ya aparece el fruto en forma de poema.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
En ese barbecho, el vértigo de la página en blanco, el titubeo entre las ideas que no afloran con seguridad y los movimientos gestuales de la mano queriendo hacer el primer trazo. Gracias siempre, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Seguro que eligirás la mejor de las simientes y el fruto será delicioso cómo lo son tus versos.Saludos
ResponderEliminarEres deliciosa, Charo, y pones en mí toda confianza. Muchísimas gracias.
EliminarUn abrazo.
Cuando se está dispuesto a sembrar la mejor simiente, la tierra abraza la semilla y el cielo bendice la espiga...Ten por seguro que nos gustará el pan-poema, Francisco.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño.
Gracias, María Jesús, por esa confianza de la que me haces depositario.
EliminarUn fuerte y cariñoso abrazo.