A los dieciséis, eras una
sonrisa
envuelta en la timidez del
sonrojo,
una amapola en las mejillas
y una fresa en la boca
jugueteando entre los
labios.
A los veintitrés, una ola de
espuma,
nácar purísima y un vaporoso
tul inmaculado
cubriendo tu beldad,
un ramillete de gladiolos
como contrapunto
y el libro de familia recién
sellado.
A los veintiséis, te habías
multiplicado por dos
y tus labios seguían
despertando el apetito.
Hoy, después de tantos días
de lluvia
y muchos más de pertinaz
sequía,
se ha decolorado el arrebol
de tu incendio
pero sigue incólume el
dulzor de tu ser:
seguimos embarcados de por
vida
en la soledad quebrada del uno
en el otro.
Cada edad tiene lo suyo. Lo importante es recorrer el camino juntos.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Pronto serán 46 de casado y otros 6 de noviazgo. Nos hemos alimentado de alegrías y sofocos, pero hasta ahora hemos superado todo como Dios nos dio a entender.
EliminarUn abrazo y mil gracias.
Me encantó Francisco e imagino lo que contás ya que a mi marido lo habia conocido con catorce años y el diecisiete,una vida juntos, no llegamos a los cuarenta años de casados por la fatalidad de lo que desencadenò su operacion a corazòn abierto por arterias tapadas.Por eso ese homenaje que publicas trae muchos recuerdos lindos.Me agrada tu Blog. Gracias Francisco y bellisima tu esposa.Lucia.
ResponderEliminarGracias, Lucía Angélica, por el cariño impreso en tus palabras. Lo importante es que cuando hagamos balance que éste sea positivo. Dice Jesús en el Evangelio: "no sabéis ni el día ni la hora" y también, "amaos como yo os he amado." Fuera del amor, lo demás es secundario. Gracias por la mirada a mi esposa.
EliminarUn abrazo.
Francisco, en tus letras emerge el amor como una flor con vocación de eternidad. Mi felicitación por tu poema y por la imagen que nos dejas...En ella podemos ver la belleza y satisfacción por ese campo de amapolas mantenido en el tiempo.
ResponderEliminarMi abrazo y mi cariño para los dos.
Querida María Jesús, eres la ternura hecha palabra y el afecto abundante para la amistad. ¿Cómo pagarte tanto?
EliminarDe los dos, cariños y abrazos.
Os abrazo. Seguid rodeados de felicidad, juntos. Besos
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Arantza, eso nos proponemos hasta que Dios quiera.
EliminarUn doble abrazo.
Bellísimo poema el que dedicas a tu esposa, que además es guspísima, está lleno de ese Amor que jamás muere......os deseo muchísima felicidad.Saludos cordiales
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Charo, por tus palabras y tus deseos.
EliminarUn abrazo.
Oh que belleza, claro que ella se lo merece. Está muy guapa como su esposo consorte😊😘 Un enorme abrazo para ella también
ResponderEliminarElla es mayoría absoluta, Katy, y yo simplemente el número complementario.
EliminarUn fuerte abrazo.
Sois una pareja encantadora. ¡Por muchos años!
ResponderEliminarMuchas gracias, Angalu, por esa mirada tuya tan favorecedora.
EliminarUn abrazo.
Precioso, Paco. Creo que Pepita estará encantada. A ver si nos acercamos a Sevilla y logramos estar unos momentos con vosotros. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarEstamos encantados de recibiros, Pilar-Felipe. Muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn fuerte abrazo.