Desde mi otoño,
cualquier germen o tallo
verde
es florida primavera,
un júbilo que se corresponde
más con lo soñado que con lo
vivido.
En mi calendario, toda la
semana es plana:
descoloridos los sábados
y soledad agudizada los
domingos.
Cuando se acaba el
calendario laboral,
algo uniforma los días
de una misma talla única;
tan sólo la visita de los
nietos
acelera el ritmo del corazón
y la emoción es más eficaz
que los genéricos.
Como decía el chiste: virgencita, virgencita, que me quede como estoy.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pero en ese imposible, vivido en experiencia propia y carne ajena, sabemos que nada ni nadie permanece para siempre, Cayetano.
EliminarUn abrazo.
Esa sensación de apatía, por suerte, aun no la siento.
ResponderEliminarUn abrazo.
Quizá no sea apatía, Emilio, sino cansancio. Yo combato como puedo a la monotonía de los días iguales y la merma física, Emilio.
EliminarUn abrazo.
Por mucho que digas de la talla única de los días, tú, Paco, tus días nunca serán de esos, sino de una variedad tan grata como tú imaginación poética permite que es de un variopinto que fascina.
ResponderEliminarBesos de anís para repartir entre toda tu bella familia.
Has destrozado mis argumento, Sara, pero te agradezco enormemente todas tus palabras.
EliminarBesos anisados.
Te contesto desde mi también otoño pero que procuro que sea mi primavera constante (a pesar de los inconvenientes de la edad)con esa mi jubilación que me llena de júbilo, tranquilidad y paz, además de tener tiempo suficienta para practicar mis hobbies........y de cuidar a mi marido enfermo desde hace 5 años, no "se" lo que es monotonía ni quiero "saberlo".Saludos cordiales
ResponderEliminarReconozco que, aunque hay ciertos momentos más delicados, mi vida es de una gran actividad. Gracias por tus palabras, Charo.
EliminarUn abrazo.
Me identifico en parte con esa rutina gris con la que describes el transcurrir de los días. Me han gustado especialmente los versos de inicio. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Rebeca, te quedo muy reconocido.
EliminarUn abrazo.
Ese germen o tallo verde lo encuentras cada día para inspirarte y escribir, Francisco...Sabes elevar el alma y soñar. Eso es grande y eso es vida.
ResponderEliminarMi felicitación y mi abrazo.
A veces con verdadero esfuerzo, María Jesús; otras como un manantial de agua fresca.
EliminarUn fuerte abrazo.