Una palabra,
tan sólo una palabra.
Cada palabra,
una unidad
de sentido y sonido,
una expresión desnuda,
sin ropajes,
un universo
un universo
plurisignificativo;
el germen
de toda una conversación.
Un guiño: tu nombre.
Hoy viene tu poema, como un niño, vestido de inocencia, en plan juanramoniano. Eso es lo más difícil. Y lo has conseguido. Llegar a la esencia, a lo fundamental, sin adornos ni oropeles.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Una vez más muchas gracias, Cayetano. Siempre tienes una palabra para mí y me colmas con tus palabras. Mil gracias.
EliminarUn abrazo.
Pues eso es y bien claro lo dices y con una sencillez tal que solo puedo que aplaudirte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias, Chelo, en esa sencillez nos encontramos y nos sentimos más cercanos. Gracias por tu cariño.
EliminarUn abrazo.
Una sola palabra puede cambiar el curso de la Historia.
ResponderEliminarAbrazos
No debo hacer comentarios más extensos que el poema, pero quiero mostrarte mi agradecimiento, Julia.
EliminarUn abrazo.
Toda conversación comienza con una palabra que si no se dice todo queda en silencio...... un silencio que separa mientras que la conversación une.Es admirable la gran facilidad que tienes para escribir.Saludos
ResponderEliminarUna palabra lo contiene todo: sí; mientras que otra es un conjunto vacío: no. No creas que tengo tanta facilidad, pero se hace oficio practicándolo, Charo.
EliminarUn abrazo.
" Una palabra. Cada palabra, un ramillete de adjetivos con que engalanar. Un verbo dando acción a este sentir. Un sujeto merecedor de tan lujoso decir almibarado señalando tanta belleza. Un artículo con el que adjudicar este tesoro:
ResponderEliminartu nombre."
Un guiño
Tu nombre, Merche, y en el intersticio de cada letra de tu nombre una joya con forma de adjetivo.
EliminarUn beso guiñado.