Una leve sombra de paso por
la ciudad,
un elemento prescindible al
que nadie aprecia
como casi nadie respeta el
mobiliario urbano.
Hércules la fundó, yo en
nada la he engrandecido,
ni siquiera seré un recuerdo
el día que los míos lloren
mi adiós.
Desde el Ojén natal, todos
los caminos
me condujeron al trabajo:
en Marbella el primero, en
Sevilla el último
y el plácet a la jubilación.
Ni siquiera hijo adoptivo,
tan solo
un número en el censo
un lastre para la Seguridad
Social,
unos pasos perdidos y
cansinos por la Alameda
y también por san Lorenzo.
En los saludos, un puñado de
amigos
y en las redes sociales perseverancia,
esfuerzo diario, bríos que
alojará una nube
cuando ya ni siquiera sea un
recuerdo,
esfumado mansamente buscando
la mar.
Por las calles de Sevilla van contigo los recuerdos de los amigos que te leen en la distancia.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Eso siempre, Cayetano. Por cierto, que al saber que naciste en la geografía en la que e muevo de los emperadores romanos, con frecuencia, no digo siempre, lo paseamos juntos.
EliminarUn abrazo.
No Paco, un ser humano no debe de ser considerado nunca como un lastre para nada ni para nadie y aún menos si a lo largo de tus años se ha pagado su jubilación.
ResponderEliminarEn esta ocasión discrepo contigo, un abrazo.
Y me alegro que discrepes, Emilio. Ojalá la Delegación de Salud sea de tu opinión.
EliminarUn abrazo.
Aún siendo jubilado pagamos impuestos, parte de ellos, se dirigen a pagar sus salarios y que dirían esos empresarios de hostelería que gracias al Inmerso pueden cuadrar algunas cuentas y voy a tendero del barrio, ese tendero que vive especialmente de las compras que hacen los mayores.
EliminarDentro de no muchos años, en España habrá/estaremos muchos "viejos" o mejor mayores, si nos mataran a todos el país se despoblaba.
😜😜😜😜😜
Así nos ocurre a la mayoría amigo Francisco que pasamos por la vida sin pena ni gloria, sólo unos privilegiados pasan con gloria. Desafortunadamente a los mayores se nos está "devaluando" con los años, aún recuerdo el gran respeto que se les tenía cuando yo era niña y siendo joven pero esos tiempos felices pasaron para dejar paso a tiempos nuevos en que sólo priva la juventud y los mayores da la sensación de que estorbamos.....¡Hay que hacernos valer! demostrar que todavía tenemos ganas y energías de hacer muchas cosas.Saludos cordiales
ResponderEliminarVeo que te ha llegado al alma y hasta has afilado los dientes. Te felicito por esa disposición a no dejarte humillar.
EliminarUn abrazo.
Tu alma algún día saldrá de tu cuerpo, eso ni cómo impedirlo. Irá en busca de otro cuerpo o a retornará a su verdadero hogar, junto al Padre. Pero tú poesía, tu recuerdo y tu esencia, ya la dejaste impregnada en este plano. Demasiado que has dado como para esfumarte así como así. No señor.
ResponderEliminarMil besos de anís.
p.d. pero sí lo de la seguridad social, en eso sí estamos de acuerdo :)