29 diciembre 2018

CREER EN LA JUSTICIA




Me enseñaron a creer en la Justicia,
a esperar y a confiar en ella
como de forma natural confiaba
en el regazo de mi madre,
el burladero fiable que protege y salva.

La Justicia, es el último recurso,
el amparo inane, parcial, inseguro,
dirigido por el dedo del Ejecutivo
al que se rinde honores de trastienda.

Roma cimentó sus bases,
trazó las líneas maestras
como sus ingenieros diseñaron las calzadas
por las que comunicar
las conquistas y sus frutos al Imperio.

Me enseñaron a creer en la Justicia,
pero he dejado de creer en el dedo que les nombra.

9 comentarios:

  1. Viendo lo que hay, ni creo en la justicia, ni en quien la aplica.

    Feliz entrada de año.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es una pena, Emilio, pero no puedo contradecirte. Ojalá este próximo año nos sea más propicio.

      Feliz año nuevo.

      Eliminar
  2. La "justicia" que tenemos es cada vez más injusta así que es muy dificil creer en ella.No hay nada cómo el regazo de una madre, ahí si que se siente una gran seguridad aunque los creyentes tenemos la mejor de las seguridades: la JUSTICIA y la BONDAD de DIOS.......Es el único lugar seguro donde refugiarnos.Saludos navideños y FELIZ AÑO NUEVO

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Para mí el problema está en que sean los políticos quienes nombren a los magistrados y éstos se conviertan en clientes. Esa otra justicia de la que hablas es refugio y es esperanza.

      Feliz año nuevo.

      Eliminar
  3. Yo también he dejado de creer en ella y en el mazazo que que no acierta la mesa. Si no fuera tan triste, ni tan enojante, podría añadir que es un cachondeo. Pero desgraciadamente ya pasa de eso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tienes razón, Angalu, aunque no conozco todos los vericuetos, lo que asoma en los medios de comunicación es para no confiar en nadie.

      Feliz año nuevo.

      Eliminar
  4. Paso a saludarte, leerte y desearte un Feliz Año Nuevo. Cuídate

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Sandra. Hasta que tú llegas, siempre falta algo importante en mi blog.

      Un abrazo.

      Eliminar
  5. Cuánto de cierto en tu poema. Por aquí la justicia no tiene balanza, ni venda en los ojos, mira sin ver tanto desmadre y está sorda. No creo que esté ciega, cada uno ve lo que quiere ver... Saludos.

    ResponderEliminar