No tiemble tu voz, tampoco
titubeen tus pasos;
no temas, te amaré por
siempre,
porque nunca no existe en el
diccionario
de mi habla íntima,
y tampoco el fracaso es
huésped
de nuestra larga convivencia
en la humilde morada que un
día formamos.
Cuando la opacidad reine en
tu entorno,
cuando la niebla se haga
densa
y tu mirada se desparrame indiferente
por las aguas de los mares
del olvido,
me revestiré la saya de tu
página en blanco
y seré tu lazarillo por
todos nuestros días,
seré el pícaro honesto para tu
invierno adelantado,
que será glacial para ambos,
muy muy gélido.
No temas, amor, yo buscaré
el trueque,
para que tu silencio venga a
mí y te libere,
o compartámoslo por igual
menospreciando su existencia
con el desprecio de no
hacerle aprecio.
Un trueque con truco, pero con la generosa intención del enamorado.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Mil gracias, Cayetano. Un fuerte abrazo.
EliminarPaco, amigo mío, me has hecho llorar con esta declaración de amor que tiene un sabor muy distinto al de otras veces.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo a lo dos, pero esta vez es más fuerte para Pepita que para ti.
No es que no lo haya leído antes, Chelo, sino que me emocioné y tuve que cerrar.
EliminarUn fuerte abrazo
El amor al principio,al final y siempre. El amor es lo único válido, la única opción.
ResponderEliminarUn abrazo enorme desde el corazón.
No puedo estár más de acuerdo contigo: el amor es lo único válido. Mil gracias.
EliminarUn fuerte abrazo.
Ainssss, me emocioné!!! Preciosas tus palabras Un abrazo grande para los dos.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Martagona.
EliminarDos besos.
Hermoso poema de amor y me alegra que no admitas a ese "huesped" tan indeseable para mí.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Charo. Reconozco que cuando algo viene derecho no hay forma de torcerle el camino, pero habrá que hacer lo que se pueda.
EliminarUn abrazo.
¡Qué belleza! Mi admiración.
ResponderEliminarSaludos.
Muchísimas gracias, Musa.
EliminarUn abrazo.
Amor del bueno, mi poeta consentido y a la vez más con sentido.
ResponderEliminarBesos y abrazo de anís.
Gracias por tan precioso juego de consentimientos en el que me consiento y complazco, querida Sara.
EliminarAbrazos besados.