En
mi pecho todavía late
tu
voz.
AMELIA DÍAZ BENLLIURE
Por tu sonrisa entreabierta,
siempre apaisada,
en esbozo asimétrico,
un derroche de ternura
que esponja la dureza del
camino
e invita a la fiesta de lo extraordinario,
desde lo cotidiano al
paraíso.
Guardados los aperos
en el reposo nocturno,
hasta el sudor del día
siguiente,
entre tus manos callo-sarmentosas
un libro con el que
inducirte a soñar.
En mi retina de niño,
tu contagioso gusto por la
lectura,
tu fantasía paralela al
terruño,
tus sueños, tu voz y tu
apacible ternura.
Tu voz, padre; tu ejemplo
ayudándome a memorizar
a Gabriel y Galán y a
Espronceda;
de tu inoculación, mi vida
de lector
y, por simpatía,
la de mis hijos y nietos.
Tu ejemplo, padre, semilla
que germina.
Nada mejor que un buen ejemplo.
ResponderEliminarSiento, Paco, dentro de mí un poquitín de sana envidia.
Y hasta ahí puedo leer.
Un abrazo.
La envidia nunca es positiva, Cayetano. Pero quiero entender y a eso no le llamo envidia: el envidioso lo quiere todo para sí, sin que participe nadie más.
EliminarUn abrazo.
Una semilla que germinó con creces y de la que se sentiría orgulloso si pudiera leerte.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchísimas gracias, Chelo. Este germen sigue siendo aquel origen sencillo y humilde, sin otra aspiración que el autocultivo y el deleite.
EliminarUn abrazo.
Precioso homenaje a tu padre.Saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Charo. No podemos olvidar los orígenes.
EliminarUn abrazo.
Francisco, el ejemplo de unn padre, nos marca.
ResponderEliminarTu padre dejó su huella de hombre bueno y apacible.
Tu dejaráss a tus hijos el legado de la poesía, la cultura y el amor incondiociona.
Tus hijos tendrán un camino trazado y tus nietos crecen viendo a su padre y a su abuelo; y la semia de tu padre germinó y va creciendo un árbol de amor y del bien hacer.Gracias Francisco,poor ser commoo eres.
Me hace mucha ilusión esa línea ininterrumpida que trazas, esa es mi gran ilusión.
EliminarUn abrazo
Un magnífico ejemplo. No hay más que leerte. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Martagona.
EliminarUn abrazo.
Me gusta esa sonrisa abierta y franca.
ResponderEliminarÉl era un ser extraordinario, Tracy, y además tenía buen sentido del humor.
EliminarUn abrazo.
Bello recuerdo, su imagen transmite paz.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchísimas gracias, Musa.
EliminarUn abrazo.
Bello poema, bello homenaje. Un abrazo
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Rosa María.
EliminarUn abrazo.
Recuerdos...ejemplos...
ResponderEliminarBuenos días Francisco, después de bastante tiempo, un recuerdo desde aquí, saludos, un abrazo.
Siempre prometedor, en tu escritura. Y vida.
Gracias.
Muchísimas gracias, Montse, por tus palabras y su alcance, por ese "siempre prometedor".
EliminarUn abrazo.
¡Papáá!
ResponderEliminarUn abrazo
Precisamente eso, Merche, un grito que repetidamente se produce a lo largo del tiempo.
EliminarUn abrazo.