Amanecía
lentamente. Sin esplendor de luz.
ASUNCIÓN CABALLERO
Amanecía lentamente,
como remolona y
desperezándose
mientras se enredaba
en la dualidad de los
espejos.
Paseaban de la mano y la
humedad
de la noche reflejaba en el
suelo
sus perspectivas deformadas.
Todo se duplicaba
en el espejo de su fértil
imaginación:
otra Giralda simétrica,
unidas por la base,
se hundía hacia las
profundidades del pavimento
y los tacones de Chloé iban
acentuando
cada uno de los pasos como
timbales
que martilleara sus
pensamientos.
A no mucha distancia, otra
pareja
o tal vez la duplicidad que sin
poder evitarlo
se fotocopiaba en su mente.
Habían asistido a la fiesta
organizada
por la editorial Nueva
Estrella,
y en su retina se seguía
dibujando
la imagen deformada y
manchada de carmín
a la que seguía sintiéndose esposada.
Todo es un juego de espejos. La realidad ya sabes que es la del suelo, la que parece reflejarse en los charcos. Y la Giralda, como siempre, testigo mudo de la vida que discurre a sus pies.
ResponderEliminarUn abrazo, Paco.
Así es, Cayetano, un juego de espejos, como nuestra personalidad y sus dobleces.
EliminarUn abrazo.
Efectivamente, todo es un juego de espejos. Bonito homenaje el que le haces a nuestra amiga Asun y a su libro " La dualidad de los espejos" Un abrazo .
ResponderEliminarTengo problemas con el móvil.
Muchas gracias, Chelo, porque siempre estás junto a mí, tanto en los momentos dulces como en los otros.
EliminarUn fuerte abrazo.
Hola Francisco. Se ve muy bonita la imagen, me gustan mucho los reflejos que produce el agua en el suelo.
ResponderEliminarVeo que le haces un homenaje a una amiga tuya que ha escrito un libro. Mucha suerte y que guste mucho ese libro.
Abrazos
Efectivamente, Isa, es una especie de loa a su libro, "La dualidad de los espejos". Gracias por estar aquí cada día.
EliminarUn abrazo.
Mi queridísimo Paco; ¡que emoción amanecer entre tus versos! NO hay palabras para agradecerte tanto poema y sobre todo, tanto cariño. Veo que has comprendido muy bien a Chloé, una de las protagonistas de los cuentos recogidos en "La dualidad de los espejos" y, como siempre, compruebo que eres un hombre integral que sabe empatizar con los sentimientos de las mujeres y comprender sus encrucijadas. ¡Ojalá y existieran muchos más como tú! Tanto Paquita como yo, tenemos mucha suerte. Un abrazo inmenso desde Madrid...¡ah! que imagen tan bonita has elegido para este buen poema. Gracias por acercarme a Sevilla. Estoy deseando poder ir pronto.
ResponderEliminarHe alcanzado lo que buscaba y me siento satisfecho: aplaudir tu obra y emocionarte. Para algo están los amigos, Asun. Será un placer recibirte en Sevilla.
EliminarUn fuerte abrazo.
No entendía el poema hasta que he leído algunos comentarios y lo he vuelto a leer y entonces ya me he enterado y me gusta lo que has escrito en homenaje a esa amiga escritora.Saludos
ResponderEliminarGracias, Charo. Como comprendes, no podía desvelar muchas cosas hasta que fuera leído por la interesada. Gracias por tu constancia diaria.
EliminarUn abrazo.
Hola Francisco. Bonito homenaje.
ResponderEliminarEspero y deseo que pases un buen día de tú santo.
Por si no puedo pasar por aquí ese día ya tienes mis buenos desos de felicidad.
Ese día estaré ocupada en atender a mi marido lo mejor posible pues el celebra su santo y cumpleaños a la vez.
Un beso.
Muchas gracias, Josefa. Mi santo será mañana domingo y tomo nota que has sido la primera persona en felicitarme.
EliminarUn beso.
Si Francisco, la realidad tiene muchos puntos de vista, cada cual la enfocamos de una manera. Veo que le has dedicado un poema al libro de Mascab y a una de sus protagonistas. Imagino que será original y creativo, como el mismo título indica.Por tanto,la felicito a ella por su libro y te felicito a ti por tu inspirador poema y por la imagen que lo acompaña, que me ha encantado. La lluvia le da infinitud a la giralda, que se mira en los charcos encantada.
ResponderEliminarMi abrazo admirado para los dos.
Muchísimas gracias, María Jesús, por esa doble felicitación. La imagen la tenía guardada desde hace un tiempo y me ha venido muy bien para esa doble visión de las cosas de las que habla el libro y de las que intenta hablar el poema.
EliminarUn abrazo.
La giralda mira fijamente la ciudad, sin perder detalle de todo lo que pasa. Ella es la vigilante perpetua de toda la población.
ResponderEliminarBesos
Esa es la sensación, Antonia, y aunque recientemente se ha elevado otra torre moderna por encima de su altura, la mirada de la Giralda será por siempre la veladora de los ciudadanos.
EliminarBesos.
Felicidades a ambos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Tracy.
Eliminar