11 octubre 2020

DE PROFUNDIS



 

Desde lo hondo a ti grito:

me siento en lo profundo de la ciénaga

sin capacidad para evitar el desastre;

no eres tú, soy yo quien ha incumplido.

 

Desfallecen mis fuerzas

y no podré resistir este destierro

al que me sometes.

No tomes en cuenta

cada uno de mis burdos desatinos,

las numerosas veces que falté a mis promesas

y haz conmigo tabla rasa. Dame,

dame una nueva oportunidad.

 

Si tabulas cada uno de mis errores,

¿cómo podré salir airoso?

Extiende tu mano sobre mí en señal de perdón

y deja que me acerque tembloroso

invocando iniciar de nuevo el camino.

 

Si en verdad me amas. Si me conoces,

sabes que no soy perfecto

como en ti tampoco busco la perfección.

Todo lo que te pido es volver al punto de partida,

al umbral de esa casa común en la que

nos habíamos ilusionado y yo arruiné.

Desde lo hondo a ti grito: ¡sálvame!

13 comentarios:

  1. Siempre necesitamos de una mano que nos ayude a salir del pozo en que nos metimos por nuestra torpeza. La condición humana.
    Un abrazo, Paco.

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    1. Ciertamente no es fácil salir solo, por eso la humildad de reconocerlo ayuda mucho.
      Un abrazo, Cayetano.

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  2. Nadie está libre de cometer errores. Es de valientes reconocerlos y como gesto de persona honrada, ser capaz de rectificarlos.

    Besos

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  3. Eso de empezar de nuevo... como que no.

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    1. Creo que es mejor rectificar que empeñarse en el error y eso es empezar de nuevo.
      Un abrazo.

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  4. Hoy y siempre el ser humano se acerca al Padre suplicando perdón y oportunidades. Si el padre atendió al hijo pródigo del evangelio,¿cómo no va atender Dios a tantos hijos pródigos, que deambulan por el mundo...?
    Mi felicitación por acordarte de ellos, que hoy necesitan especial atención.
    Mi abrazo de luz y feliz semana, amigo.

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    1. Confío plenamente en esa magnanimidad, María Jesús.
      Un fuerte abrazo.

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  5. Reconocer los errores es el primer paso que hay que dar para volver al camino y comenzar de nuevo a avanzar.Saludos

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  6. Hola Francisco. Nadie somos perfectos y alguna vez hemos tropezado. Lo más importante es aprender de los errores y si no se puede enmendar, al menos ser perdonados.
    Abrazos

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  7. Es muy desgarrador este poema...
    El amor y la humildad atraen más de lo mismo, por eso deseo que llegue el perdón y la comprensión a ese corazón.
    Bendiciones de luz :)

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  8. El arrepentimiento sincero, merece una oportunidad. Profundo y bello.

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